viernes, 1 de julio de 2011

Exquisitez



Aquí os dejo, para que os deleitéis, una delicia de pieza...La música es excelsa, y la letra sublime. Ambas juntas son un portento de oración.

Lo que hace una buena fuente de inspiración. Aquí es Cristo como víctima propiciatoria, por nuestros pecados. Él, Cristo, se ofrece como cordero llevado al matadero, por cada uno de nosotros. Mil veces lo haría si fuere menester...¡qué digo! Ya lo hace, pues cada Misa es eso Cristo ofrecido en holocausto pos su criatura: ¡tú!

Creo que esta pieza consigue expresar el agradecimiento a un Dios ofrecido por nosotros... y que, además, pide, paa cada uno de nosotros, el lavado de nuestros sucios pecados.

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