sábado, 6 de junio de 2009

Igualdad de género

El papel lo aguanta todo. Pero no así la realidad, que se ve quebradiza y frágil. Se puede decir lo que uno quiera... pero eso no lo convierte en realidad, ni siquiera aunque lo piense media humanidad (o toda ella).

Es muy moderno decir que hombres y mujeres somos iguales. Creo que no se quiere decir que tengamos la misma dignidad, sino que la sexualidad es indiferente al modo de ser, es decir, al de sentir, reaccionar, querer, pensar, comportarse. Diferentes aptitudes, habilidades, capacidades, sensibilidades... Todo sería igual y lo mismo. Daría igual hombre que mujer. La sexualidad sería como el estómago, un órgano que en este caso, sólo y nada más sirve para la procreación. No afectaría a lo más profundo de nuestro modo de ser, de estar en el mundo.

Aquí algunas diferencias (no son dogma de fe) pero creo que son muy próximas a la realidad:

ÉL: razón ELLA: sentimiento; reflexión/intuición; ideas/personas; ciencia/religión; descuido/orden; acción/amor; reserva/comunicación; gritos/lágrimas; sinceridad/disimulo; brusquedad/sensibilidad; violencia/resignación; fuerza/resistencia; energía/astucia; imposición/sugerencia; justicia/indulgencia; sexo/ternura.


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