martes, 25 de mayo de 2010

Abusos, Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Ojalá este video nos ayude a aclarar ideas. Ante la personas que quieren extender sombras sospechosas sobre la feliz memoria de Juan Pablo II y Benedicto XVI ... ved este video:

2 comentarios:

  1. Para desgracia de la Iglesia,las acusaciones por delitos de pederastia,se ceban mas en el gremio de los sacerdotes,que por ejemplo en el gremio de profesores,macanicos,fontaneros,etc.Lo peor de todo es que una parte del clero,EJEMPLO DE MORAL,perdono a todos estos criminales y no los puso a disposicion de los tribunales civiles,dejando que durante añoscometieran sus fechorias,sometidos unicamente a la justicia de DIOS y no a la del hombre.
    De todos modos generalizar no es etico y quiero aprovechar la ocasion para romper tantas lanzas como hagan falta,por todos aquellos sacerdotes que viven su vocacion,impulsada unicamente por el servicio a los demas.Podre estar en desacuerdo con las jerarquias eclesiasticas,en el fondo y en las formas,pero tampoco comulgo con las generalidades simplistas.Un saludo.

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  2. Vaya de antemano mi condena a todo tipo de abuso. Nadie en su sano juicio los puede aceptar, pero tengamos en cuenta lo siguiente; un sacerdote es el objetivo predilecto de satanás (sí satanás). Si le hace caer, su daño a la Iglesia (su peor enemigo) es brutal. Un sacerdote tiene que estar siempre alerta y más que alerta porque la fiereza con que el diablo puede tentarle es mayor que en otros casos. El sacerdote, por serlo, no está ya inmune al mal sino que, quizá está más expuesto y por ello necesita más oración, más contemplación, más compañía de los laicos, más intimidad con Santa María. Están saliendo muchos casos vergonzosos,pero siguen siendo una gota de agua en el mar. Los sacerdotes en su inmensa mayoría son fieles-o lo procuran- a su vocación. Cuando un sacerdote cae es como un árbol que se derrumba. Hace mucho ruido. Sin embargo todo un bosque cuando crece no hace ningún ruido. No se ve. No se percibe. Ese bosque es la Iglesia con sus buenos sacerdote. No hacen ruido.

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