lunes, 30 de julio de 2012

Señor mío Jesucristo

Hemos vuelto a perder algo bonito y que ayuda mucho: el acto de contrición. Hace años, me acuerdo, que después de confesar los pecados, el sacerdote nos animaba a recitar el Señor mío Jesucristo, ahora, no sé por qué, no. Y, resulta, que la oración es muy buena para despertar el dolor de los pecados. Aquí, en EEUU no han perdido es buena costumbre y siguen rezándola... con alguna lágrima... o se quiebra la voz... preciosa manifestación de amor. Señor mio, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocaciones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta

miércoles, 25 de julio de 2012

dominio xx

El Señor dijo, y sabía bien lo que decía, que "quien fiel en lo poco, es fiel en lo mucho" (Lc 16, 10). Hoy en día nos hemos conformado en que la gente haga lo que quiera en su vida privada, pero que trabaje bien... como si de dos personas distintas se tratasen... gran mentira o trampa. Hemos cedido en que los políticos pueden hacer cualquier cosa en su vida privada, solo han de gobernar para todos... como si se pudiera separar con un bisturí tal cosa! Y ahí tenemos políticos que hacen cualquier cosa por seguir en el poder, por dar gusto a todos, por no montar un escándalo... el precio de todo esto, que en principio no suena nada mal, es que la moral se difumina por de "no contristar" a este o ese grupo. Y así, la única que sale perdiendo es la verdad, y con ella, necesariamente la justicia. Y acaban pagando lo s de siempre, los menos fuertes o influyentes. En el caso que me ocupa las empresas pornográficas son muy poderosas y mueven mucho dinero... mucho, y los políticos no tienen lo que hay que tener para mover tantas y tantas páginas web al dominio xx, de tal manera que los ordenadores, fácilmente puedan discriminarlos. Por eso, de tiempo en tiempo salen algunas páginas en internet que no tendría nadie que verlas... ni un instantes, pues nunca fue su intención verlas. Estas, juegan con la trampa del agazaparse entre las normales y, así, captar ¿clientes?...¡dinero! Por favor, reúnan toda esa MIER... y ¡tírenla en el cubo del domino xx!

jueves, 19 de julio de 2012

miércoles, 18 de julio de 2012

Ser como niños

He comprobado, casi científicamente, que don de hay un niño hay alegría, hay vida! Y a la vez, cuando contemplamos a un crío, se nos viene con frecuencia a la cabeza lo bonito que es su inocencia. Jesús no dijo que debíamos de ser inocentes como un niño, pero la cuestión es que, a medida que nos hacemos mayores vamos descubriendo el mal del mundo... y el de nuestro corazón. De tal manera que vamos, gradualmente, abandonando esa sencillez... de tal suerte que es imposible permanecer en ella, nunca más volveremos a ella. Bueno, sólo hay un modo... practicando las virtudes. Mediante ellas (paciencia, longanimidad, generosidad, sinceridad, laboriosidad, perdón, humildad...) es como se puede seguir permaneciendo sencillos... de modo distinto a como fue nuestra primera existencia, pero también lo será realmente. Al principio nos puede parecer algo cansado, pues nos parecerá que hemos de trabajar todas esas virtudes, y nos puede resultar algo fatigoso... pero con el tiempo, acaban por ser una segunda piel. Un modo de vivir que nos alivia a nosotros mismos, separándonos de las trampas del mundo, y ayudando a los demás en su vida cotidiana. Por eso dijo Jesucristo: "Quien no se haga como un niño, no entrará en el reino de los cielos"

domingo, 15 de julio de 2012

Liturgia y coreografías

Sobre los abusos litúrgicos, Pablo VI!!!! dijo: "Dolor y preocupación son los episodios de indisciplina que se difunden en las diversas regiones con motivo de las celebraciones comunitarias... con grave perturbación para los buenos fieles y con inadmisibles motivaciones, peligrosas para la paz y el orden de la misma Iglesia... Nos urge mas expresar nuestra confianza en que el episcopado sabrá vigilar estos episodios y tutelar la armonía propia del culto católico en el campo litúrgico y religioso, objeto en este momento posconciliar de los más asiduos y delicados cuidados; también extendemos nuestra exhortación a las familias religiosas, de las cuales la Iglesia espera hoy como nunca una contribución de fidelidad y ejemplo; y luego la dirigimos al clero y a todos los fieles para que no se dejen embaucar por la veleidad de caprichosas experiencias, sino que sobre todo traten de dar perfección y plenitud a los ritos prescritos por la Iglesia... Pero mayor aflicción nos proporciona la difusión de una tendencia a desacralizar, como se osa decir, la liturgia (si es que todavía merece este nombre) y con ella, fatalmente, al cristianismo. La nueva mentalidad, cuyas turbias fuentes no sería difícil descubrir, pretendida base de esta demolición del autentico culto católico, implica tales revoluciones doctrinales, disciplinares y pastorales que no dudamos en considerarla aberrante; y lo decimos con pena, no solo por el espíritu anticanónico y radical que gratuitamente profesa, sino más bien por la desintegración religiosa que fatalmente lleva consigo" ("Osservatore Romano", 20-IV-67)

liturgia...y coreografia

La liturgia es, en nuestros días, la gran desconocida. Son el conjunto de oraciones, gestos, silencios por los que Dios se manifiesta en las celebraciones sacramentales. Todos ellos tienen raigambre bíblica, no son "arbitrarios". Y si alguno gesto, oración... ha aparecido de forma tardía en la Iglesia es, para subrayar y unir lo que se estaba perdiendo, como puede ser la elevación del cuerpo de Cristo después de la consagración... que quiere reforzar la adoración al Señor a quién solo a Él hemos de adorar, amar... Pero me parece que en nuestros días hay un gran desconocimiento de la liturgia y lo único que se busca es lo estético, sin más criterio que esta. Sin conexión con la gran tradición de la Iglesia. Y se ven cada cosa... Cuidar la liturgia, tal y como la Iglesia dispone es, entre muchas cosas, ayudar a los fieles a comprender lo que es, la eucaristía: las genuflexiones, los besos, los silencios o inclinaciones de cabeza... todo ayuda para que el centro sea Cristo... no el cura, ni los asistentes. Todos han de mirar hacia Cristo, hacia nadie más.

viernes, 13 de julio de 2012

Teología de la liberación, sexo y dinero...

Hoy he estado en una casa alucinantemente alucinante... de esas de televisión, vamos, enorrrme. Y hablando con la familia, en particular con los dueños, se saben muy católicos... de esos que rezan en casa, mandan a sus hijos a colegios católicos, no comulgan con cualquier doctrina... sin solo con la que enseña la Iglesia... Y me preguntaba si alguno d e mis amigos estaría de acuerdo de lo que veía mis ojos. Sé positivamente que para alguna persona que conozco bien diría que "esos" no son católicos, que no se puede vivir así (la verdad es que la casa era alucinante) que es impresentable pensar que haya gente muriendo de hambre y otros súper-viviendo... (yo de momento no digo nada). Pero la verdad es que luego, esa misma persona afirma que en el tema de relaciones sexuales no importa nada... de nada!! Y la cosa es ¿por qué una cosa tiene tanta importancia y la otra no? Quiero decir ¿dónde sale el criterio para discernir, un tema sí, el otro no? Cristo es muy claro con ambos temas... quiero decir, Cristo tenía amigos ricos, a algunos les dijo: Sígueme... unos hicieron caso... otro no. Pero otros le seguían sin que Cristo mismo les hubiera dicho: deja todo (Nicodemo)... Sin embargo es bien claro en el tema de la Pureza...no verán a Dios! (Bienaventuranzas)... He visto en esta familia que se puede ser rico y cristiano. Quiero decir: ayudar con tu dinero, estar desprendido de él, y darle la importancia que tiene (es verdad que tiene sus peligros... pero como todo). Y, sin embargo, los "free lance" al sexo no pueden ayudar a nadie con su modo de vivirlo (divorcio,parejas de hecho, impurezas, preservativo...) es más todo lo contrario, crea adicción y, por último, tiene la capacidad de deformar la realidad a imagen y semejanza de uno mismo (aquí no se distingue de cualquier otro vicio)... Tner dinero no es intrínsecamente malo... pero es verdad que es peligroso y pegajoso. La cuestión es que estas distinciones no las veo muy nítidas en algunos compañeros.

jueves, 12 de julio de 2012

Capilaridad

Hoy he vuelto a hablar con otro converso, muy muy joven, 25? 26? La cosa (o también llamado asusto)es que quiere entrar en la Iglesia, que nunca la debió dejar, que sus padres le enseñaron bien... que quiere ser amigo de Dios... ¿qué tal? A donde quiero llegar hoy es a que, este, como otros muchísimos otros casos, no se ha convertido por un cura, ni por una retiro ni nada de esto... Se ha convertido por que sus padres, hace mucho, le dijeron quién era Jesús, él pasó en su día, pero, por saberlo hoy puede decir: quiero. La conversión de nuestra sociedad vendrá por la palabra y el ejemplo de cada uno de nosotros... allí donde estamos. Ese es un secreto a voces... La Iglesia, como el sistema circulatorio, llega a cada rincón del mundo porque hay cristianos en cada rincón de él. Y animará (o no) ese rincón si es capaz de transmitir quién es Cristo, con obras y palabras..

miércoles, 11 de julio de 2012

Conversiones

Aquí estoy. Pasando unos días en EEUU, en una parroquia estupenda en el centro de los mismos EEUU... es increíble la importancia que esta nación le da a la fe. En los pocos días que llevo aquí me han contado ya, de muchas personas, que han pasado de una Iglesia a otra... no quiero decir que me dé igual la dirección de esos movimientos (sólo la Católica es la real) pero lo que me gustaría subrayar la importancia que le dan estos yanquis a la búsqueda de la autentica fe. No se conforman con lo que han recibido, sino que tratan de buscar, de encontrar, de vivir algo personal... Eso es muy importante. En nuestro centenario país la fe importa, exactamente: un bledo. No más. Pero sin fe es imposible agradar a Dios.

martes, 10 de julio de 2012

Verdad y bondad

Creo que estas son dos cualidades que la mayoría de la gente no sospecha que van conectadas. Pero lo están; y muchísimo. Cristo dijo de sí mismo que Él era la misma verdad, pero también que era humilde y manso... y es que están relacionados, íntimamente. No se puede descubrir la verdad con un corazón sucio, o altivo o egoísta. La Verdad se contempla, es decir, que se necesita, más que una inteligencia brillante, un corazón noble... Entonces ¿quién es el guapo que puede decir: yo poseo la verdad? Pues de verdad, de verdad... nadie. Solo Cristo... por esto poder creer en Cristo es un don enorme, quiere decir que él mismo nos ha preparado el corazón para que seamos capaces de creer en Él!! Esto hay que entenderlo, no de un modo binomial (0-1), sino más bien gradual, como la luz o la temperatura... Pasamos de algo (lo que sea) a más a más. Por esto mismo siempre se puede avanzar o crecer el conocimiento de las genuinas verdades. Y, luego, paulatinamente, poco a poco, ir profundizando en ella... hasta que después de la muerte contemplemos cara a cara, la más profunda y genuina de nuestras verdades: Dios mismo. Sin arduas argumentaciones, o razonamientos... sin más: verle así enteneder que amar nuestra última verdad.

miércoles, 27 de junio de 2012

El misterio de la Misa

Me he topado, por casualidad con esta foto... y creo que siendo muy expresiva, no acaba por plasmar lo que realmente es una Misa... La foto la pongo porque me parece de las mejores que he visto. El misterio del sacerdote en el altar: Cristo mismo. Poco a poco, hemos caído en subrayar exclusivamente el aspecto horizontal de la misma: reunión de los fieles, acto comunitario, asamblea reunida... y esto (sin ser mentira) es una parte, mejor dicho, una consecuencia de lo central: Cristo en el Calvario. La Misa es el trasunto más grande, inimaginable que nadie pueda imaginar... asunto que, aún sabiendo de qué trata, es infinito, inconmensurable, inefable... Dios, aquí, hoy, ofreciéndose por mí, por ti... grande, muy grande. "Esto es mi cuerpo entregado por vosotros"... Y es que lo es!! Qué pasión de Dios por nosotros!!! Toda la entrega de Cristo actualizada hoy, en cada Misa, en cada altar de manos de un pobre pecador, una pobre criatura con pies de barro... pero elevada a una dignidad que ni el sacerdote entiende aquí, solo puede conocer oscuramente por la fe. Una Misa... ¡Cuánto vale! Vale todo el amor de Cristo... "cada Misa"!!!!!

viernes, 22 de junio de 2012

Iglesia Militante

Hace muy poquito Benedicto XVI, libre del qué dirán, afirmó como la expresión "Iglesia militante" no está de moda... pero qué gran verdad es. Hemos de recordar a todos, toditos los cristianos, que serlo es sinónimo de lucha. No es verdad que el Dios verdadero apoye nuestra comodidad y proyectos... Es justo lo contrario, como decimos en el Padrenuestro: "hágase tu voluntad..." Es, precisamente, lo contrario de lo que la gente dice, pide y reza, que se cumpla "su voluntad", no la de Dios. Es lucha contra nosotros mismos, contra la mentira, la injusticia... por eso el cristiano ha de hablar, ha de no callar... pero primeramente contra sí mismo. La lucha está muy dentro de nosotros: descreimiento de que Dios nos llame a mucho más, confianza de que Dios no nos abandona (jamás, solo lo parece... pero por nuestra falta de fe), nos falta la luz y el calor en nosotros... por nuestra falta de sobrenaturalidad. Acabo de terminar de leer el libro de Teresa de Calcuta... y, como el resto de los santos: Ignacio, Pablo, J.P II, Padre Pío, Josemaría, D Bosco,... (cosa a la que todos estamos llamados), transformó su alrededor por su absoluta confianza en Dios... Sin esa "absoluta confianza" en Dios, no podremos dejarle hacer en nosotros. Todo lo que ocurre, es con su consentimiento. Nada pasa sin que Él lo permita... nada de nada. Así que hemos de saber lanzarnos a sus manos. Y esta es una gran lucha, pues no somos amigos de confiar en lo que no vemos...

sábado, 16 de junio de 2012

Conocer y saber

Creo que aquí hay una distinción importante. Del mismo modo que un medico sabe más de su hijo que la madre (pues ha estudiado medicina y sabe de huesos, músculos, tripas y demás ...) conocer, sin embargo, le conoce mejor su madre: carácter, manías, virtudes, gustos, aciertos, tendencias, recuerdos... Esta distinción es la que me parece adecuada para el mundo moderno. El hombre actual sabe de muchas cosas (tampoco tantas) pero no se conoce... ni creo se entiende a sí mismo... pero, usa la palabra conocer, y cree que ya esta solucionado De hecho para conocer"se" hay que reflexionar (y mucho), y eso lo hace muy poca gente... Para conocerse hace falta humildad, para no llamar a lo blanco negro ni a lo negro blanco. Hace falta examinarse... no comparandose con la gente (ahí, en general, saldremos ganado) sino con Cristo (Verdad suma y humilde). Para saber basta wikipedia, para conocer hay que pensar, gastar tiempo, observar y concluir... La gente ha de parar un poco para conocerse, y esto es lo último que hace la gente: parar y estar en silencio.

miércoles, 13 de junio de 2012

Verdadera fuerza

Hay mucha gente que mide la fuerza por la consecución de sus deseos... y no creo que sea muy exacto (tampoco quiero decir que sea del todo erróneo). Pues uno puede conseguir algo que le humille, que le envilezca, o que haga mal a los demás... La fuerza verdadera es la de saber vencerse a sí mismo; la de dominar la voluntad, ser señor de uno mismo, en aras de la verdadero bien. De hecho solo haciendo el bien es cuando nos damos cuenta de que somos dueños de nosotros mismos. Todo logro ajeno a este fin último de la verdad y del bien, es muy parcial, y posiblemente es tramposo, es decir, malo para nosotros mismos. La libertad está encadenada, mientras esté sujeta a cualquier cosa que no sea verdad. Por esto mismo hay tanta gente hoy en día que piensa que es libre, al pensar que hace lo que le da la gana, y cuando quiere, pero es esclavo..de sí mismo!!! De sus miedos, pasiones, o debilidades... Por esto no hay mayor fuerza que dominar nuestra propia fuerza, nuestra voluntad. Aunque suene extraño, así es.

domingo, 10 de junio de 2012

Profecías de ANNA CATALINA EMMERICK

En Semana Santa vimos al mismo Pedro salir al paso, en la homilía de Jueves Santo, de unos sacerdotes contestatarios de Viena. Hace pocos días 140 de Friburgo dicen que dan la comunión a divorciados y vueltos a casar... aquí y allá salen cartas en los periódicos de sacerdotes que no quieren tal o cual obispo (a nosotros nos ha pasado muy cerca hace poco). Salen noticias espeluznantes...que poco a poco nos parecen normales... pero estamos hablando de la IGLESIA!!! Aquí os dejo con las profecías de esta beata del siglo XIX... ella dice más, de lo que está pasando. «Vi la Iglesia terrestre, es decir la sociedad de los fieles sobre la tierra, el ejercito de Cristo en su estado de paso sobre la tierra, completamente oscurecida y desolada» (AA.II.352) «¡Vosotros sacerdotes, que no os movéis! ¡Estáis dormidos y el redil arde por todos lados! ¡No hacéis nada! ¡Como llorareis por eso un día! ¡Si tan solo hubierais dicho un Pater! (…) ¡Veo tantos traidores! No soportan que se diga : «esto va mal». Todo está bien a sus ojos con tal de que puedan glorificarse con el mundo! «Vi muchos buenos y piadosos obispos, pero estaban mudos y débiles y el mal partido tomaba a menudo la fuerza» (AA.II.414) «De nuevo vi la visión en la que la iglesia de San Pedro era minada, siguiendo un plan hecho por la secta secreta, al mismo tiempo que era deteriorada por las tormentas» (AA.III.103) «Vi la iglesia de los apóstatas crecer grandemente. Vi las tinieblas que partían de ella, repartirse alrededor y vi muchas personas abandonar a la Iglesia legítima y dirigirse hacia la otra diciendo: «Ahí todo es mas bonito, más natural y más ordenado» (AA.II.414) «Vi cosas deplorables: se jugaba, se bebía, se parloteaba, se seducía a las mujeres en la iglesia, en una palabra se cometían allí todo tipo de abominaciones» (AA.III.120) «Los sacerdotes dejaban que se hiciera cualquier cosa y decían la misa con mucha irreverencia. Vi pocos que tuvieran todavía piedad y juzgasen sanamente las cosas. Todo eso me afligió mucho. Entonces mi Esposo celeste me cogió por medio del cuerpo, como él mismo había sido atado a la columna y me dijo: «Es así como la Iglesia será todavía encadenada, es así como será estrechamente atada antes de que pueda revelarse» (AA.III.120) «Vi al Papa en oración; estaba rodeado de falsos amigos que a menudo hacían lo contrario de lo que decía. (AA.II.203)» «Vi también en Alemania a eclesiásticos mundanos y protestantes iluminados manifestar deseos y formar un plan para la fusión de las confesiones religiosas y para la supresión de la autoridad papal. (AA.III.179) «¡y este plan tenía, en Roma misma, a sus promotores entre los prelados! (AA.III.179) Ellos construían una gran iglesia, extraña y extravagante; todo el mundo tenía que entrar en ella para unirse y poseer allí los mismos derechos; evangélicos, católicos, sectas de todo tipo: lo que debía ser una verdadera comunión de los profanos donde no habría más que un pastor y un rebaño. Tenía que haber también un Papa pero que no poseyera nada y fuera asalariado. Todo estaba preparado de antemano y muchas cosas estaban ya hechas: pero en el lugar del altar, no había más que desolación y abominación. (AA.III.188)»

jueves, 7 de junio de 2012

Pena

EL otro día en el hospital me encontré con un señor que me saludó muy efusivo. Muy cariñoso. Enseguida me dijo que era judío. Y le dije la verdad: me encanta!!! Mi antecesor en la fe! El cree en la mitad de lo que yo... en principio. Es decir, en el Antiguo Testamento. Y le dije sobre si rezaba, cómo, si iba a la sinagoga etc... y mi gozo en un pozo. La respuesta fue: no. Puf! Pero tanto cuesta a la gente amar a Dios!? A Él, sólo a Él... no a sus cosas, ni sus mandatos... sino a Dios, por ser El quien es: bondad infinita!!! Me dijo que ve a Dios en el pobre... vale, vale. Eso está bien, vamos, que es verdad. Pero a Dios en la sinagoga! en las Escrituras?... Creo que nos ha atacado una especie de humanismo divino, que así nos va... Los pobres no son Dios. Aunque, es verdad, que hay que descubrirlo ahí... el orden es ese: 1º Dios, y luego los demás... sino ya se ve el resultado: La primera generación sale con un baño más o menos solidario, pero desaparece al final, y en la siguiente generación, ni digamos... Los templos están vacíos (menos los musulmanes) por que la gente o encuentra a Dios ahí..¿por qué no? buena pregunta...

sábado, 2 de junio de 2012

Bonito video

Me ha gustado mucho este vídeo. Habla del verdadero amor, del que custa vamos. Espero que os ayude...

viernes, 1 de junio de 2012

Escaparates!!!!

Hoy, mientras iba por la calle, una (era fémina, lo siento) ha dicho a otra (también lo era): No te preocupes, nos vamos de escaparates... Y la verdad es que no es que sea pecado mortal hacerlo (yo también compro cosas, pero ¡no voy de escaparates!) ... pero, pero... Eso solo trae más de lo mismo: deseos consumistas, desazón, ganas de más, vivir para la imagen, inconformidad con lo que se tiene, vivir hacia fuera... Creo en verdad que hace más bien el dar una vuelta por el campo. Salir a dar un paseo y contemplar la naturaleza... hablando de lo que sea... que salir a ver escaparates. Un buen paseo, con pájaros, playa, o lo que sea tiene mayor capacidad de reconfortar el alma, edificar el interior... que el mejor escapare del mundo (que supongo estará en la Gran Vía de Bilbao, ;) Los ingredientes de la naturaleza, una buena charla con un buen amigo, son una de las mejores terapias que hay: relaja y sosiega el espíritu, ejercitas pantorrillas, y ayuda el ozono, pues dejas de comprar algo que no lo ibas a usar mucho... reduciendo el consumo compulsivo... Aquí, creo, se repite que lo bueno ya nos lo ha dado Dios, y es gratis: la naturaleza, amigos y tira millas...

domingo, 27 de mayo de 2012

Dios en Occidente

Creo hay que destapar una pequeña gran mentira que pulula de boca en boca, y muchos se la creen. Las iglesias están vacías, pero a su vez la gente dice que cree. Que no necesita ir a la iglesia, pero que creen, a su modo, pero que rezan y que tienen a Dios presente etc etc etc.... Y es esta precisamente el engaño que creo que hay que destapar. Primero porque para un católico el mejor modo de rezar es la Santa Misa, y si no lo ven así ... Se le ha olvidado bastante el evangelio: "haced esto en memoria MÍA!!!!" Pero, a pesar de esto, que lo podría perdonar (aunque le toca a Dios no amo) Resulta que hay un detalle que me llama la atencion. Resulta que se dicen tantos creyentes (así en general) y no veo en el día a día expresiones de religiosidad de ningún tipo. Y, menos aun, en las conversaciones de la gente. Sí es cucho por desgracia y vergüenza, blasfemias... Pero expresiones conscientes (no frases hechas) de alabanza a la divinidad...muy pocas, y casi todas de los que van a Misa. Invitaciones a rezar (insisto: sea cual sea la confesión) ni una. No creo que la gente rece habitualmente, solo en caso de emergencia. La gente no le dice nada, se ABURRE!!!, dando gracias a Dios, adorándolo, encomendándole lo diario, invitando a otros a leer algún texto sagrado (lo digo en general, no solo La Biblia)... Es una sociedad enferma, pues lo antural es hablar con Dios y tenerle en cuenta.

jueves, 24 de mayo de 2012

Testimonio interesante

Creo que ya os he hablado de este testimonio alguna vez. Aquí, se explaya un poco más de los otros vídeos que hay en internet. Que lo disfrutéis.

Oración... evangélica

Se nos olvida rezar... cada vez la gente reza menos, no sé exactamente el motivo: pereza, cansancio, desmotivación, malas experiencias??? La cosa es que mucha gente no reza... pero, creo, es una impresión, la gente que rezamos, rezamos, para nosotros (cosa no mala, eh)pero eso, solo para nosotros..., quiero decir, para nuestros intereses. Y es verdad que Cristo nos dijo que rezáramos, y que pidiéramos, y que buscásemos... Pero, otra cosa que nos dijo, y no menos importante, es que se hiciese SU voluntad en la tierra como en el cielo... no la nuestra. Sino la suya. Hay que pedir para que se haga SU voluntad, en la tierra... Esta pasa por la Iglesia. Rezar por la Iglesia. Que la Iglesia sea lo que tiene que ser, es decir, lo que Dios quiere... Que se haga SU voluntad en la Iglesia. Que pase esta purificación en la que no se ve el rostro de Cristo... Cuando pase esta tormenta, si rezamos, claro, volverá la paz a las familias, a los corazones, a las naciones... La Iglesia necesita de muchas oraciones, y sacrificios, para que sea la que debe ser. La Iglesia! La Iglesia! Es verdad que Cristo dijo que las fuerzas del infierno no prevalecerán, pero aún eso, qué fuerza posee el infierno para ocultar su belleza... gracias a nuestros pecados....

viernes, 18 de mayo de 2012

Extremas derecha o izquierda... verdad y ¿helados?

Cuando estudiaba empresariales, un profesor expresó la idea de cómo las empresas han de captar mercado. Para ello puso la imagen de un carrito de helados en la playa. Si el carrito se pone muy a la derecha o muy a la izquierda,la gente que vaya será la que esté más cerca...nunca la del extremo opuesto...a no ser que haga mucho calor, pero que mucho. Lo mejor que puede hacer el heladero es centrarse, y acaparar clientela del centro. Es decir, obtendrá clientes por la derecha del carrito, y de la izquierda. Cosa que en los extremos, solo le acuden los de un extremo. Con la política pasa algo semejante. Hay "unos" que se denominan derechas, "otros" izquierdas... y otros centro. Vale, fácil hasta aquí. Pero, ¿qué ocurriría si uno de los extremos (derecha o izquierda) se corriese más aún hacia "su" lado (derecha hacia la derecha o izquierda hacia la izquierda)? Pues muy fácil, el centro se quedaría, INMEDIATAMENTE descentrado. Si no se menea, quedaría más cerca del extremo que no se ha meneado. Si la izquierda se menea, el centro ya no será tal, sino centro derecha... y a la contra igual. Si un partido (derechas o izquierdas) quiere ganar la batalla ideológica, lo único que tiene que hacer es exigir (correrse, menearse) hacia su natural tendencia... (derecha hacia la derecha, izquierda hacia la izquierda). Porque así, el centro habrá que RE-colocarlo... Esto pasa en política...al hablar de progreso etc... Si evitamos la noción de VERDAD, se llevará el gato al agua el más astuto, no el más verdadero. Si arrancamos, o prescindimos de la noción de verdad de nuestros discursos politicos (éticos, profesionales....) todo quedará a merced de la propaganda, de juegos de palabras, equilibrios de conveniencia o de la pura dialéctica... No podemos dejar de anuncia que hay una verdad, del mismo modo que hay un centro en toda circunferencia... no así en una línea abierta

miércoles, 16 de mayo de 2012

Santificarás las fiestas

Quizás una de las notas que caracterizan a la cultura occidental sea el papel que tiene en ella el ocio. En una sociedad en la que el trabajo absorbe la mayor parte de las energías del día, de la vida de una persona, no es de extrañar que la gente no busque más que descansar, liberarse o desahogarse del activismo al que está sometido durante la semana, —un frenesí que no le permite, siquiera, dedicar las suficientes energías a lo más importante: la familia—. De ahí que el fin de semana, o los planes de descanso, son como poco, una huída de lo cotidiano, como un querer olvidarse de lo cotidiano. Por esto para liberarse de esa rutina mortal, cae en otras nuevas rutinas esclavizantes, como el consumismo, o el tummbing del fin de semana… A nivel meramente humano, se puede celebrar un cumpleaños, por el que doy gracias por el mero hecho de estar vivo; o la fecha de la boda, en la que conmemoro el feliz encuentro con una persona que ha sido crucial para mi propia existencia; una defunción, por la que agradezco haber conocido una persona, vital en mi vida… Todas ellas tienen la capacidad de romper la rutina en mi vida. Pero hay algo real ahí… ¿algo fundamental? Para muchos, una fiesta de verdad es una fiesta de mayor calibre que las otras, a modo de las de fin de año. Podría definirse como las de un fin de semana normal pero… con el doble de gasto (vestido, cena y copas)… A lo que nos invita el Señor con este mandato no es el escapismo del no hacer nada, o el de dejar a nuestros instintos desatados durante un par de días para luego volver a la anestesiante normalidad. Tampoco a la constatación de un mero paso de efemérides más o menos significativas… sino a una auténtica Celebración. Por celebración se refiere la Iglesia a la conmemoración de “algo” que realmente sea fundante, ¡realmente nuevo! para mi vida. Algo en lo que me pueda re-crear. Volver sobre ello para edificar mi vida, como un momento de salvación: de alegría, de esperanza, de comunión con los demás. Algo realmente nuevo, y a la vez eterno, de tal modo que pueda recurrir siempre a ella…. ¿qué puede ser eso? El Señor quiere que celebremos semanalmente la Fiesta de nuestra salvación. Aquella por la que podemos dar razón de lo más importante de nuestra vida: la muerte no existe, por una razón muy sencilla: Dios —el Todopoderoso— me ama

lunes, 14 de mayo de 2012

Converso

Ayer estuve en la tertulia de un converso del islam. Mi conclusión es la de siempre: ¿Cuánta ignorancia hay en el catolicismo? (entre los católicos vamos) Cuánta gente piensa que todas las religiones son iguales; que todos los dioses son lo mismo, que da igual la religión que practiques... Que el cristianismo es una lacra, que tiene sometida a la mujer, que es irracional e involutiva... ¡Qué error más enorme! Y qué traición más grande al Cristo!!!! Lo católico es, verdad, la única verdad. Y todo lo que no sea católico... es verdadero en tanto en cuanto, participe de la Jesucristo, presente en la Iglesia católica. La Verdad es una persona, no una conclusión racional... por eso existe un progreso diario en la verdad, una profundización en la misma. Los católicos no sabemos bien lo que tenemos... Nos hemos acostumbrado a vivir como ranas (o perros, o caballos... me da igual) A un nivel biológico...quizás, a lo sumo, psicológico (= me siento mal, me da pena, siento remordimientos, o alegría...) Pero a cuántos se nos pasa, frecuentemente, la presencia real de Dios en nuestras almas en gracia; la presencia de Dios en el Tabernáculo. tratar a Cristo como Rey de reyes, el valor de la penitencia y la oración, la potencia del rosario bien rezado a nuestra madre María Medianera de todas las gracias... Nadie pudo haber inventado una religión como la católica, solo un loco de amor: Dios mismo.

viernes, 11 de mayo de 2012

Vaticano II

Como dice el propio secretario de Juan XXIII, el Vaticano II, arranca afirmando toda la tradición anterior de la Iglesia.

a vueltas con el Vaticano II

Después de 40 años, sigue siendo un lugar común. No está mal eso... lo que pasa es que, muchas de ellas, es con interpretaciones contradictorias. Y eso despista a la gente... y mucho. La gente no tiene por qué ser una experta en teología, ni en los documentos del Vaticano II... ni siquiera lo tiene por qué ser de la Biblia... Aunque es bueno, eso sí, que los conozcan... pero ¿expertos? NO ¿Entonces? Pues muy sencillo. Obedecer al Papa, pues al Concilio hay que obedecerlo, en tanto en cuanto, es proclamado por el Papa, así de fácil. Para eso está, como sencillo de entender el Catecismo de la Iglesia Católica. Instrumento fácil de consultar. incluso (con algo de esfuerzo) de leer. El Catecismo recoge a la perfección el sentido del Concilio, y lo presenta a los fieles, de manera fácil, directa, orgánica... pastoral, vamos. Y resulta que no se lee mucho... entonces ¿cómo se va a aplicar el C V II?

jueves, 10 de mayo de 2012

lágrimas

Pues son de esas cosas que dejan muy pagada al sacerdote, las lagrimas en una confesión. Dijo que se había confesado hace poco... al poco añadió: "bueno, en esas de todos juntos"... Le dije: esas no valen. ¿Quieres hacerla bien? Me dijo que hace mucho que no lo hacía... y que casi no sabía. Yo le quité el apuro, diciéndole que me dejase a mí, que de eso sé. Aquella persona se confesó bien, después de años haciéndolo mal... Y durante la confesión, comenzó a llorar... Suavemente, con paz. Le cayeron dos lagrimones enormes... pero eran de alegría... de paz. Fruto de una buena confesión. Al final me dijo: "Muchas gracias, ha sido muy emocionante" ¿Por qué les roban esto a los fieles? Por eso Juan Pablo II, le llamaba: sacramento de la alegría. Los que se confor man con sucedáneos, no saborearan esa alegría... ¡ay de los sacerdotes que les sustraen a los fieles ese derecho!

lunes, 7 de mayo de 2012

Frontón

Estamos en un momento que podríamos llamar: frontón. Nadie se hace responsable de sus actos. Los políticos se echan la culpa mutuamente: izquierda a derecha, viceversa; mujeres a hombres; profesores a padres, viceversa; pueblo a políticos; laicos a jerarquía, viceversa; sindicatos a empresarios, viceversa... Pero lo común es que nadie entona el mea culpa (la Iglesia sí lo ha hecho...varias veces) Hasta ahora la norma era: haz lo que quieras, mientras no hagas mal a nadie... pensaban que valía.Pero no valía, lo único que pasaba era que había dinero, y la gente iba a su bola. Ahora no lo hay, y se busca un responsable. ¿Quién tiene la culpa? ¿Políticos? ¿Ciudadanos? ¿Padres? ¿Juventud? ¿Profesores?... Ya se ve que esa norma moral: haz lo que quieras, sin hacer mal, no es útil. Tenemos que encontrar, la crisis lo dice, una meta común, lago que construyamos juntos, par vivir juntos. Hasta ahora hemos construido islas, muchas... pero ya se ve que no sirven... Hace falta una ética común, no individualista. Solo así saldremos de esta. Hasta ahora, con la táctica de echar la culpa al de enfrente, lo único que hemos conseguido es que nos devuelvan la pelota, a modo de frontón... Hemos de jugar a algo, en el que formemos un equipo...

sábado, 5 de mayo de 2012

limón exprimido

Pues las cosas son para algo: el limón, para el exprimidor (y él, tan contento); la bombilla, para alumbrar; la lechuga, para ser troceada y comida; el coche, para ser conducido; la naturaleza, para dar testimonio de "algo" superior; el dolor, para acercar vidas... Pero ¿y el hombre?, ¿para qué esta hecho? El hombre es el único ser de la naturaleza que está hecho para Dios, y sólo se realizará en Él... pero ha de descubrirlo... o que se lo anuncien (evangelizar)

miércoles, 2 de mayo de 2012

Rezar,hasta que se nos pelen los labios

Y es que es la primera arma que tenemos, pero la usamos com la última... Falso concepto tenemos de ella. Si Dios existe, si Dios es Padre (que lo es) debe ser el primer recurso...

Catolicidad

Porque no hay nada más bonito y oxigenante que encontrarse con alguien católico. Con el cual conectas a la primera. No hay que explicarse, sino que te sientes como en casa. No hay que excusarse por rezar el rosario, por hacer la visita al Santísimo, por rezar el Ángelus... Todo lo contrario a cuando un o no está en "casa". Así es... He estado con las monjitas de Iesu Communio, y son eso: católicas. Creen, aman y esperan... lo que siempre la Iglesia ha creído, esperado y amado. Y uno se siente en comunión con que tiene en frente, y con los que le han sucedido en el tiempo: S Ignacio, Teresa de Jesús, Teresita, Ligorio.... Cosa muy diferente lo que les pasa a muchos otros que para entenderse "en" la Iglesia han de escribir y re-escribir justificaciones farragosas y complicadas... que no explican nada, y evidencian que no hay verdadera comunión, sino división (que no diferencia legítima). Algunos se ríen de los ejercicios ignacianos, del Kempis, de "camino de perfección" teresiano, etc... y sólo les interesa algunas cosas de hoy (no todas) Eso evidencia una ruptura con la Tradición, es decir, con la catolicidad.

jueves, 19 de abril de 2012

Aprender

Si uno dice: aprender, la mayoría de la gente piensa en el inglés (no lo domino), o en otros tipos de conocimientos (matemáticas, historia, arte...) Y es verdad, hay mucho por saber... y muy bueno. Mucho de ello. Sin embargo, creo que nadie piensa en "amar". Todos, o muchísima gente, piensa que tiene un "cum laude" en esta materia... ¿!? No sé por qué la gente piensa así. ¿Será porque todos amamos algo o alguien (al menos a nosotros mismos)? Cuanta gente no se suspende a sí misma! Y, cuantos, creo yo, estamos suspendidos en este tema. No, no soy pesimista... pero creo que la palabrita de marras es harto difícil... y, la auténtica palabra, se puede pronunciar, íntegramente, cuando, de verdad, amamos a todos... Vamos, como Cristo hizo... y después los que se lo tomaron en serio: los santos. Todo lo demás, sin ser mentira,... son garabatos, mejor o peor trazados (de hecho hay dibujos que parecen obras de arte, y son una gran farsa... y hay garabatos que en el fondo esconden joyas). Creo que el cristianismo es una escuela, inmejorable, para eso: amar. Nos anima a hacer examen de conciencia, a pedir perdón, a pedir por nuestros pecados... que son más de lo que parecen. Y nos invita a rezar... mucho!, por los nuestros... por los que no lo son tanto, por los muertos, y los que no conocemos. Esto sí que huele a auténtica escuela. Además posee especialidades. Masters impartidos por profesionales auténticos. Master de como amar a los pobres (Teresa de Calcuta), a los niños huérfanos o abandonados (S Juan Bosco), a los moribundos (S Camilo), a los profesores (Sto Tomás de Aquino), a los del montón (S Josemaría), a los curas (S Juan de Ávila), a los hombres (Juan Pablo II, este no es catedrático ... aún).

viernes, 6 de abril de 2012

Enemigos del cristianismo

Malos, lo que se dice perversos, me he encontrado muy poca gente, diría que ninguna. Equivocados muchos, muchísimos. Y estos dos factores hacen un gran daño al hombre, y al cristianismo: la maldad, y la ignorancia. La maldad porque es lo opuesto a la esencia del cristianismo: la caridad. La ignorancia porque es también lo opuesto, pues Cristo dijo de sí. Yo soy el camino, la verdad y la vida. Y, por tanto, todo lo que no sea verdadero, o auténtico, al final nos daña, hace mal. Pero hay "otro" que hace mucho mal al cristianismo, y que es el campeón en este siglo: el sofá... y todo lo que ello significa. Y, es que, nos invitan a vivir una vida muelle: disfruta, no te líes, tranquilo... Y así se nos pasa media vida. Gente que o va a Misa, hay mucha, muchísima, demasiada. Ahora el motivo mayoritario no es el odio, o el ateísmo beligerante, sino la comodidad. Gente que cree que rezar es malo, u odia rezar, es muy poca. Pero gente que no reza por pereza... puf! Y es que la mentalidad sofá: llegar a casa y pensar que descansar es sentarse ante la TV dos horas o más... es lo que impera. El españolito medio consume una media de 4 horas de tv...¡¡¡4 horas!!!! Eso sí, no hay tiempo para nada porque vivimos muy estresados. Qué pena! Se tumban en la butaca y, mando en mano, malgastan horas y horas escuchando a... a... puf! ¿lo digo? Gentes con vidas no muy arregladas que proponen sus desordenes como "normales"; gente que grita, para hacerse escuchar; o series de televisión pensadas para dirigir la mentalidad de las personas; y películas donde lo malo es lo normal y cotidiano; gente que habla ex cathedra de cualquier cosa; gente que no ama a la Iglesia, eso sí, muy tolerante e imparcial; programas donde se silencia, de modo sistemático el hecho religioso -nadie reza, nadie cree- y nos quieren dar eso como norma... La TV es el gran púlpito... ¡para muchos cristianos! Absurdo. Y dicen: lo ha dicho la tele!! ¿Y el Papa, qué dice... lo sabes? ¡Pero Marijuli, la de tal programa, esa sí, sí que lo sabes! APAGA LA TELE CUANDO NO HAYA NADA INTERESANTE. DEDÍCATE A TUS HIJOS O MUJER. LEE. PIENSA. REZA. O METETE EN LA CAMA PARA DESCANSAR MÁS Y MEJOR, Y MAÑANA LE DEDICARÁS AL SEÑOR TU PRIMERA MEDIA HORA: FRESCA, LIMPIA, PALPITANTE... PARA ÉL. Y es que nos parecemos a la famosa poesía de Lope de Vega, sobretodo la estrofa final: ¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, que a mi puerta, cubierto de rocío, pasas las noches del invierno escuras? ¡Oh. cuánto fueron mis entrañas duras, pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío si de mi ingratitud el hielo frío secó las llagas de tus plantas puras! ¡Cuántas veces el ángel me decía: "Alma, asómate agora a la ventana; verás con cuánto amor llamar porfía!" ¡Y cuántas, hermosura soberana, "Mañana le abriremos", respondía, para lo mismo responder mañana!

jueves, 5 de abril de 2012

Homilia de Benedicto XVI

EXCELENTE HOMILIA DE BENEDICTO XVI, QUE TE ANIMO A REZAR. Queridos hermanos y hermanas En esta Santa Misa, nuestra mente retorna hacia aquel momento en el que el Obispo, por la imposición de las manos y la oración, nos introdujo en el sacerdocio de Jesucristo, de forma que fuéramos «santificados en la verdad» (Jn 17,19), como Jesús había pedido al Padre para nosotros en la oración sacerdotal. Él mismo es la verdad. Nos ha consagrado, es decir, entregado para siempre a Dios, para que pudiéramos servir a los hombres partiendo de Dios y por él. Pero, ¿somos también consagrados en la realidad de nuestra vida? ¿Somos hombres que obran partiendo de Dios y en comunión con Jesucristo? Con esta pregunta, el Señor se pone ante nosotros y nosotros ante él: «¿Queréis uniros más fuertemente a Cristo y configuraros con él, renunciando a vosotros mismos y reafirmando la promesa de cumplir los sagrados deberes que, por amor a Cristo, aceptasteis gozosos el día de vuestra ordenación para el servicio de la Iglesia?». Así interrogaré singularmente a cada uno de vosotros y también a mí mismo después de la homilía. Con esto se expresan sobre todo dos cosas: se requiere un vínculo interior, más aún, una configuración con Cristo y, con ello, la necesidad de una superación de nosotros mismos, una renuncia a aquello que es solamente nuestro, a la tan invocada autorrealización. Se pide que nosotros, que yo, no reclame mi vida para mí mismo, sino que la ponga a disposición de otro, de Cristo. Que no me pregunte: ¿Qué gano yo?, sino más bien: ¿Qué puedo dar yo por él y también por los demás? O, todavía más concretamente: ¿Cómo debe llevarse a cabo esta configuración con Cristo, que no domina, sino que sirve; que no recibe, sino que da?; ¿cómo debe realizarse en la situación a menudo dramática de la Iglesia de hoy? Recientemente, un grupo de sacerdotes ha publicado en un país europeo una llamada a la desobediencia, aportando al mismo tiempo ejemplos concretos de cómo se puede expresar esta desobediencia, que debería ignorar incluso decisiones definitivas del Magisterio; por ejemplo, en la cuestión sobre la ordenación de las mujeres, sobre la que el beato Papa Juan Pablo II ha declarado de manera irrevocable que la Iglesia no ha recibido del Señor ninguna autoridad sobre esto. Pero la desobediencia, ¿es un camino para renovar la Iglesia? Queremos creer a los autores de esta llamada cuando afirman que les mueve la solicitud por la Iglesia; su convencimiento de que se deba afrontar la lentitud de las instituciones con medios drásticos para abrir caminos nuevos, para volver a poner a la Iglesia a la altura de los tiempos. Pero la desobediencia, ¿es verdaderamente un camino? ¿Se puede ver en esto algo de la configuración con Cristo, que es el presupuesto de toda renovación, o no es más bien sólo un afán desesperado de hacer algo, de trasformar la Iglesia según nuestros deseos y nuestras ideas? Pero no simplifiquemos demasiado el problema. ¿Acaso Cristo no ha corregido las tradiciones humanas que amenazaban con sofocar la palabra y la voluntad de Dios? Sí, lo ha hecho para despertar nuevamente la obediencia a la verdadera voluntad de Dios, a su palabra siempre válida. A él le preocupaba precisamente la verdadera obediencia, frente al arbitrio del hombre. Y no lo olvidemos: Él era el Hijo, con la autoridad y la responsabilidad singular de desvelar la auténtica voluntad de Dios, para abrir de ese modo el camino de la Palabra de Dios al mundo de los gentiles. Y, en fin, ha concretizado su mandato con la propia obediencia y humildad hasta la cruz, haciendo así creíble su misión. No mi voluntad, sino la tuya: ésta es la palabra que revela al Hijo, su humildad y a la vez su divinidad, y nos indica el camino. Dejémonos interrogar todavía una vez más. Con estas consideraciones, ¿acaso no se defiende de hecho el inmovilismo, el agarrotamiento de la tradición? No. Mirando a la historia de la época post-conciliar, se puede reconocer la dinámica de la verdadera renovación, que frecuentemente ha adquirido formas inesperadas en momentos llenos de vida y que hace casi tangible la inagotable vivacidad de la Iglesia, la presencia y la acción eficaz del Espíritu Santo. Y si miramos a las personas, por las cuales han brotado y brotan estos ríos frescos de vida, vemos también que, para una nueva fecundidad, es necesario estar llenos de la alegría de la fe, de la radicalidad de la obediencia, del dinamismo de la esperanza y de la fuerza del amor. Queridos amigos, queda claro que la configuración con Cristo es el presupuesto y la base de toda renovación. Pero tal vez la figura de Cristo nos parece a veces demasiado elevada y demasiado grande como para atrevernos a adoptarla como criterio de medida para nosotros. El Señor lo sabe. Por eso nos ha proporcionado «traducciones» con niveles de grandeza más accesibles y más cercanos. Precisamente por esta razón, Pablo decía sin timidez a sus comunidades: Imitadme a mí, pero yo pertenezco a Cristo. Él era para sus fieles una «traducción» del estilo de vida de Cristo, que ellos podían ver y a la cual se podían asociar. Desde Pablo, y a lo largo de la historia, se nos han dado continuamente estas «traducciones» del camino de Jesús en figuras vivas de la historia. Nosotros, los sacerdotes, podemos pensar en una gran multitud de sacerdotes santos, que nos han precedido para indicarnos la senda: comenzando por Policarpo de Esmirna e Ignacio de Antioquia, pasando por grandes Pastores como Ambrosio, Agustín y Gregorio Magno, hasta Ignacio de Loyola, Carlos Borromeo, Juan María Vianney, hasta los sacerdotes mártires del s. XX y, por último, el Papa Juan Pablo II que, en la actividad y en el sufrimiento, ha sido un ejemplo para nosotros en la configuración con Cristo, como «don y misterio». Los santos nos indican cómo funciona la renovación y cómo podemos ponernos a su servicio. Y nos permiten comprender también que Dios no mira los grandes números ni los éxitos exteriores, sino que remite sus victorias al humilde signo del grano de mostaza. Queridos amigos, quisiera mencionar brevemente todavía dos palabras clave de la renovación de las promesas sacerdotales, que deberían inducirnos a reflexionar en este momento de la Iglesia y de nuestra propia vida. Ante todo, el recuerdo de que somos – como dice Pablo – «administradores de los misterios de Dios» (1Co 4,1) y que nos corresponde el ministerio de la enseñanza, el (munus docendi), que es una parte de esa administración de los misterios de Dios, en los que él nos muestra su rostro y su corazón, para entregarse a nosotros. En el encuentro de los cardenales con ocasión del último consistorio, varios Pastores, basándose en su experiencia, han hablado de un analfabetismo religioso que se difunde en medio de nuestra sociedad tan inteligente. Los elementos fundamentales de la fe, que antes sabía cualquier niño, son cada vez menos conocidos. Pero para poder vivir y amar nuestra fe, para poder amar a Dios y llegar por tanto a ser capaces de escucharlo del modo justo, debemos saber qué es lo que Dios nos ha dicho; nuestra razón y nuestro corazón han de ser interpelados por su palabra. El Año de la Fe, el recuerdo de la apertura del Concilio Vaticano II hace 50 años, debe ser para nosotros una ocasión para anunciar el mensaje de la fe con un nuevo celo y con una nueva alegría. Naturalmente, este mensaje lo encontramos primaria y fundamentalmente en la Sagrada Escritura, que nunca leeremos y meditaremos suficientemente. Pero todos tenemos experiencia de que necesitamos ayuda para transmitirla rectamente en el presente, de manera que mueva verdaderamente nuestro corazón. Esta ayuda la encontramos en primer lugar en la palabra de la Iglesia docente: los textos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica son los instrumentos esenciales que nos indican de modo auténtico lo que la Iglesia cree a partir de la Palabra de Dios. Y, naturalmente, también forma parte de ellos todo el tesoro de documentos que el Papa Juan Pablo II nos ha dejado y que todavía están lejos de ser aprovechados plenamente. Todo anuncio nuestro debe confrontarse con la palabra de Jesucristo: «Mi doctrina no es mía» (Jn 7,16). No anunciamos teorías y opiniones privadas, sino la fe de la Iglesia, de la cual somos servidores. Pero esto, naturalmente, en modo alguno significa que yo no sostenga esta doctrina con todo mi ser y no esté firmemente anclado en ella. En este contexto, siempre me vienen a la mente aquellas palabras de san Agustín: ¿Qué es tan mío como yo mismo? ¿Qué es tan menos mío como yo mismo? No me pertenezco y llego a ser yo mismo precisamente por el hecho de que voy más allá de mí mismo y, mediante la superación de mí mismo, consigo insertarme en Cristo y en su cuerpo, que es la Iglesia. Si no nos anunciamos a nosotros mismos e interiormente hemos llegado a ser uno con aquél que nos ha llamado como mensajeros suyos, de manera que estamos modelados por la fe y la vivimos, entonces nuestra predicación será creíble. No hago publicidad de mí, sino que me doy a mí mismo. El Cura de Ars, lo sabemos, no era un docto, un intelectual. Pero con su anuncio llegaba al corazón de la gente, porque él mismo había sido tocado en su corazón. La última palabra clave a la que quisiera aludir todavía se llama celo por las almas (animarum zelus). Es una expresión fuera de moda que ya casi no se usa hoy. En algunos ambientes, la palabra alma es considerada incluso un término prohibido, porque – se dice – expresaría un dualismo entre el cuerpo y el alma, dividiendo falsamente al hombre. Evidentemente, el hombre es una unidad, destinada a la eternidad en cuerpo y alma. Pero esto no puede significar que ya no tengamos alma, un principio constitutivo que garantiza la unidad del hombre en su vida y más allá de su muerte terrena. Y, como sacerdotes, nos preocupamos naturalmente por el hombre entero, también por sus necesidades físicas: de los hambrientos, los enfermos, los sin techo. Pero no sólo nos preocupamos de su cuerpo, sino también precisamente de las necesidades del alma del hombre: de las personas que sufren por la violación de un derecho o por un amor destruido; de las personas que se encuentran en la oscuridad respecto a la verdad; que sufren por la ausencia de verdad y de amor. Nos preocupamos por la salvación de los hombres en cuerpo y alma. Y, en cuanto sacerdotes de Jesucristo, lo hacemos con celo. Nadie debe tener nunca la sensación de que cumplimos concienzudamente nuestro horario de trabajo, pero que antes y después sólo nos pertenecemos a nosotros mismos. Un sacerdote no se pertenece jamás a sí mismo. Las personas han de percibir nuestro celo, mediante el cual damos un testimonio creíble del evangelio de Jesucristo. Pidamos al Señor que nos colme con la alegría de su mensaje, para que con gozoso celo podamos servir a su verdad y a su amor. Amén

Jueves Santo

Dios, por el mero hecho de serlo, es capaz de superarse en cada obra suya. La primera fue la creación de todo, sólo por amor. Lo segundo, hacer del barro algo semejante a Él. Quizás la superación venga al hacerse Él mismo, de ese barro… haciendo así, de algún modo, divino al mismo barro. Pero ahí no acaba la total-generosidad de Dios, pues ese Dios se hizo pan…¡pan! Te das cuenta qué locura. Nadie ha imaginado tal historia, nadie ha sido capaz de sugerir tal proeza, o gesto de generosidad. Sólo a un Dios amante hasta el infinito se le ha podido ocurrir. No hay lugar a dudas: “esto es mi cuerpo”, “esta es mi sangre”. Y, desde ese momento hasta el día de hoy, la Iglesia, no ha parado de custodiar tal “tesoro”, llevándolo a todos los rincones de la tierra como alimento que no perece. Una Eucaristía bien vivida, bien rezada posee todos los bienes espirituales que una persona pueda necesitar, nos recuerda el aquinate. Y el santo de Ars nos decía cómo solo se entenderá la Eucaristía en el cielo, aquí solo mediante la fe se puede captar algo de su infinitud. Y cómo que cuesta ir, y atender, y rezar, y creer, y confiar, y esperar…

miércoles, 4 de abril de 2012

Ideología

No me suele pasar. Es más, lo contrario me pasa mucho más, pero ayer, en el hospital, al entrar en un habitación, alguien me negó el saludo ostentosamente. La verdad es que no pasa nada, me hizo pensar. Claramente estaba en contra de la Iglesia, pues yo no le conozco, y quería manifestar su disconformidad u oposición hacia ella...en mi. Y pensé que eso es ideología. Es decir, que las ideas sean más importantes que las personas, o que la realidad. Para dar a las ideas, das a las personas. Y si estás muy en contra, pues das más aún a las ideas. Alguno puede pensar, que el cristianismo es otra especie de ideología... Pero no lo comparto, pues, aún en el caso de que lo fuese, lo que "da" no es desaires, sino caridad, y amor... cosas nunca perjudiciales al hombre, a ninguno.

Miércoles Santo

Muchas veces a Jesús lo tratamos como un muñecote sin vida. Un muñeco a tratar a nuestro antojo. Pero es una farsa. Tú estás vivo y eres el Señor de la Historia, y el Señor de los Señores. Solo que ahora nos das la oportunidad de reconocerte sin la evidencia irresistible del resplandor de tu gloria. Tú dijiste de Judas: “más le valdría no haber nacido” (Mt 26, 14). Eso no lo dice un muñeco. Sino alguien que nos conoce muy bien, que nos ha creado para hacer el bien, solo el bien (aunque a veces fracasemos en el intento) Porque nos ama, nos creaste. Y para amar nos creaste. Judas eligió lo contrario. El egoísmo. Y dijiste de él que mejor no haber nacido… y es verdad Señor. ¡Cuántas veces experimento en mi vida la frustración estéril e impotente al elegirme a mi! Y siempre cuando intento buscar vida en odres secos, y agrietados. Cuando intento saciar mi sed con agua salada en lugar de tus llagas, o de costado…! Qué amargura luego. ¡Y qué distintas son esas lagrimas cuando son contigo! Son lagrimas llenas de esperanza, de luz,… ¡fértiles! Y luego, además, has prometido a todos los que encuentres despiertos la vida ETERNA.

martes, 3 de abril de 2012

Martes Santo

Hoy en el evangelio oímos a S Pedro decir lo que tantas veces te decimos en el fervor de nuestra oración: “te seguiré donde quiera que vayas” (Jn 13)… y como s. Pedro, nos quedamos muy lejos de nuestras propias palabras, ni siquiera de las tuyas… ¡Si fuera un poco más auténtico Señor! No quiero repetir esa historia en mi vida, quiero quererte… de verdad. Quizás, lo peor de aquello no fue que s Pedro lo dijera, sino que no te escuchó, y pensó que no sería como Tú dijiste, sino como él pensaba. Se creyó más listo que Tú. Y eso me volverá a pasar si no te hago caso a ti, y dejo de creer mis propias ilusiones y fantasías. Esas que me fabrico en mi imaginación y yo soy el vencedor de todas ls batallas sin casi esfuerzo. Pero muy diferentes a las reales, donde salgo casi siempre derrotado… y es por no hacerte caso a ti. Tú nos dijiste que quien no rezase caería en la tentación (cfr. Mt 26, 41), y la verdad es que rezo poco, por eso pierdo tantas batallas. Tú nos enseñaste a madrugar, a trasnochar para rezar… y yo no estoy dispuesto a eso, es algo exagerado. Es quizás, por eso mismo, por lo que pienso a veces que tus mandatos son imposibles… porque no pongo los medios… “el medio”: la oración. Si vuelvo a caer, ya sé porque es.

lunes, 2 de abril de 2012

Lunes Santo

Judas dijo: ¿Por qué no se ha vendido ese perfume por trescientos denarios? (Jn 12,1) Da terror pensar que uno de los doce elegidos, Judas, seguía a Jesús sólo físicamente, su corazón estaba muy lejos de Cristo. Llevaba tiempo robando del dinero de todos (cfr.
Jn 12, 6) Llevaba una doble vida. Por un lado aparentaba ser su apóstol, y por otro lo vendía a las autoridades por treinta monedas de oro. Incluso le dio un beso… para disimular su hipocresía. ¡Quizás yo también soy un hipócrita contigo, Señor! Y digo una cosa en la parroquia y otra en el trabajo. O, quizás conservo fachada de cristiano, pero comulgo mal, sin disposiciones necesarias, o hace tiempo que no me hablo con “ese”… Supongo que sigue siendo hipocresía de la mala, de la que te hace daño. Lo de Judas fue sin querer. No fue repentino, sino paulatino. Poco a poco se enfrió la ilusión. Quizás por que las cosas no salían como él pensaba que debían de salir, y se desilusionó… Hasta que Satanás, en un momento magistral le vendió la idea de venderle… y que no rechazó como imposible, sino que la comenzó a acariciar. Hasta que lo hizo. ¡Señor, no me dejes! Quiero serte auténtico, solo a ti. A nadie más.

sábado, 31 de marzo de 2012

Paso

Generalmente vemos las cosas como un paso más. Un paso más hacia ... Depende de dónde estemos nos fijaremos en el siguiente. Hacia la universidad, hacia el matrimonio, hacia la ancianidad, hacia la muerte... Todo depende del momento vital. En el mejor de ellos, podremos ver un paso hacia algo grande (nacimiento de un hijo). Sin embargo nos damos cuenta que todos ellos son pasos pequeños, y que nos encaminamos hacia el gran paso: la muerte. Pero esto no es del todo cierto. El gran paso, el que de verdad hemos de dar es de la muerte a la vida, y no me refiero a la muerte biológica. Sino que, de alguna manera, ahora, sin Cristo, estamos muertos, y se nos invita, cada año, en Semana Santa y Pascua, a VIVIR. No según el mundo, sino según CRISTO. Esta es la novedad de Cristo: pasar a la vida. Pues creemos que estamos vivos, pero no. Para vivir de verdad, hemos de abandonar la mentira, el egoísmo, el miedo, las apariencias, el afán de poseer, de aparentar, de enjuiciar... Y, entonces, sólo entonces, viviremos de verdad. Este es el gran paso al que nos invita Cristo: a que vivamos. La gran apariencia es pensar que ya estamos vivos. Cristo usó la expresión de "sepulcros blanqueados", ¿qué otra cosa somos sino apariencias y sombras? Con Cristo estamos realmente vivos, y además, por los siglos de los siglos.

viernes, 30 de marzo de 2012

Tiempos recios

Fue santa Teresa la que acuñó la expresión "tiempos recios". Y es que es así. Estamos viviendo, en la Iglesia, tiempos recios. Nunca en su historia había vivido tal destrucción de ordenes, de seminarios, de vocaciones... tal desorientación y desobediencia interna, de manera premeditada. Al Papa, a los obispos, a los sacerdotes se les desobedece y desautoriza a la cara... quizás porque eso es lo que se ha predicado desde dentro de la misma Iglesia: homilías incendiarias, cartas de cristianos a los periódicos, cartas de sacerdotes a los periódicos, ... la desobediencia ha dejado de ser pecado, para ser, casi casi, no solo derecho, sino virtud. Y mucha gente buena confundida. Muy confundida sin saber dar el diagnóstico acertado de la situación. Y lo achacan a "los tiempos". ¡Pero si los tiempos no entienden de nada!! ¿Cómo pueden ser ellos? Los tiempos los hacemos nosotros, ¡los hombres! Y, no hay que ser muy astuto para ver cómo Satanás hace de las suyas: Iglesias vacías; seminarios vacíos; doctrina desconocida... y por supuesto, no vivida; una historia de la Iglesia -con millares de santos, mártires y congregaciones- gigante desconocida o sepultada como vergonzante; adoración de otras culturas, ideologías políticas o religiones, en el senos mismo de la misma Iglesia... todo de locos, absurdo... a no ser que Satanás exista. Y la gente, las gentes de Dios, muerta de hambre espiritual. Aborto por doquier. Separaciones. Adulterio. Vidas insípidas y rotas a los que no se les da el alimento de Cristo (su Cuerpo y su Palabra) porque los eclesiásticos están demasiado ocupados en ... en sus cosas. Tiempos recios. Ya lo dijo Cristo: "cuando venga el Hijo del hombre sobre la tierra, ¿encontrará fe en ella? Antes con dejarse llevar valía para ser cristiano (si no bueno, sí cristiano sin más) Ahora no. Ya no. Hay que aferrarse muy fuerte a Cristo si no quieres ser arrastrado muy lejos de Cristo. Hay que hacerse mucha violencia para ser fiel. Es casi, un martirio en vida. También dijo el Señor que rezáramos para que se abreviase el tiempo de la prueba... pues son tiempos recios.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Cuentas

Como otras veces, presentamos las cuentas de la Iglesia. No porque se jacte de ello, sino para defenderse de los que la acusan de ser un parásito. Con las cifras en mano, se demuestra que las acusaciones son falsas y que denotan una brutal carga ideológica, o lo que es lo mismo, sectarismo (a diferencia de la Iglesia, que no pide carnet de nada, -ni de ser de la misma religión- para ayudar) 
5.141 Centros de enseñanza: 990.774 alumnos. Ahorran al Estado 3 millones de euros por centro al año.
 
107 Hospitales. Ahorran al Estado 50 millones de euros por hospital al año.
 
1.004 centros, entre ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y de enfermos terminales de Sida, un total de 51.312 camas. Ahorran al Estado 4 millones de euros por centro al año.
 
Gastos de Cáritas : 155 millones de euros al año , salidos de los bolsillos de los católicos españoles.

Gastos de Manos Unidas: 43 millones de euros al año, salidos de los bolsillos de los católicos españoles. 
Gastos de las Obras Missionales Pontificias:
Domund: 21 millones de euros, que también salen de los bolsillos de los católicos españoles.
365 Centros de reeducación para marginados sociales: exprostitutas, expresidiarios y extoxicómanos; 53.140 personas. Ahorran al Estado medio millón de euros por centro al año.
937 orfanatos: 10.835 niños abandonados. Ahorran al Estado Cien mil euros por Centro.
El 80% del gasto de Conservación y mantenimiento del Patrimonio Histórico Artístico. Se cálcula un ahorro al Estado entre 32.000 y 36.000 millones de euros al año.

A todo esto tenemos que sumar que casi todas las personas que trabajan, colaboran, etc. con Cáritas, Manos Unidas, u otras organizaciones de la Iglesia Católica son voluntarias sin sueldo alguno. Son personas que ayudan a los demás sin pedir nada a cambio. ¿En que cifra se puede tasar esta colaboración si el Estado tuviera que hacerse cargo de ella.?
Esta es la razón por la cual el estado sigue dando un poco de ayuda a la Iglesia Católica, ¡porque le sale muy barato!.
Muy pocos conocen este maravilloso trabajo hacia la ciudadanía española de la Iglesia Católica que le sale tan provechoso para el estado español y conviene difundirlo para que lo sepamos todos. 
¿Cuántos comedores para indigentes y cuántos hospitales para enfermos terminales han abierto y/o mantienen los sindicatos, los partidos políticos de este país? ¿A cuántos enfermos de SIDA tratan?
¿A dónde puede ir un necesitado a pedir un bocadillo o comida para su familia y que sea atendido, a la sede de algún partido político o sindicato?
¡¡Pues todos estos y más viven del dinero de los católicos españoles!!

lunes, 26 de marzo de 2012

Tiempo, prisas, ansiedad

Quizás una de los grandes logros de hoy en día es la productividad. ¡Cuántas cosas hacemos, y en poco tiempo! Somos capaces de hacer mucho en poco... y podemos medir el tiempo en milésimas de segundo... o menos. Tenemos aparatos que nos avisan, de las horas, las medias horas, y los cuartos. Tenemos aparatos que nos despiertan cuando queremos. Y lo atamos a nuestra muñeca para recordarnos que el tiempo pasa... y rápido. Y la gente vive rápido, "aprovecha el tiempo"!!! Y la gente quiere aprovechar cada segundo, pues solo se es joven un a vez en la vida, y pasa deprisa muy deprisa. Nos dicen que el tiempo pasa. QUe hay que aprovecharlo. Que no lo malgastemos. QUe ya tendremos tiempo para lo aburrido, cuando seamos viejos, que ahora hay que sacarle jugo a la vida... Y así entramos en una dinámica de rapidez, de velocidad, de acumular experiencias, sin reflexión... que genera, ansiedad, vacío, y cierta vida no vivida genuinamente. Prisas que no nos ayudan a valorar lo importante, lo que debe ser respetado. Vidas rápidas... sin dirección. Vidas consumidas como la comida rápida, sin pausa, sin disfrute profundo, pues mayoritariamente se está pensando en la siguiente consumición... y así es, compra otra cosa más. Vive más comprando más. Y todo ello es por una falta de horizonte. Si la vida son X años... y ya está, entonces, experimenta todo lo que puedas, antes de desaparecer... o lo que sea eso de la muerte. Esto nos pasa porque no contemplamos las cosas, sino las consumimos. Nos disfrutamos de las cosas, sino las utilizamos. No somos, sino que nos agitamos como locos... Hemos de aprender a disfrutar, contemplando. Hemos de amar lo que tenemos, lo que somos, lo que nos rodea... y así ese huir corriendo de nosotros desaparecerá. Y saborearemos cada segundo, con sabor de eternidad. Y eso es lo que aporta el creyente, lo que tenemos, de verdad, es tiempo. Mucho tiempo. Tenemos toda la eternidad...pero no desde el momento en que muramos, sino desde YA MISMO. Ahora, ya! si estamos con Dios (en gracia) lo que hacemos tiene validez eterna. Lo de ahora cuenta para siempre. Ya estamos injertados en la eternidad. O la eternidad está con nosotros. Para qué correr? Agobiarse? Por qué?.. Ah, por que quieres más!! Si es así, estas perdido. Mejor te sería querer más, pero de ser mejor... de este modo te liberarás de correr, de comprar, de aparentar, de descansar del descanso, del eterno cambio por todo lo que te falta... y que te digo desde ya, que no lo conseguirás. Todo no se puede tener. Pero sí se puede SER en plenitud. Sólo hay que dejar que te posea. Déjale que entre en ti, y serás auténtico. Pues él es el camino, la Verdad, y la VIDA!!!!

viernes, 23 de marzo de 2012

Nuevos mandamientos

Creo que habría que volver a redactar los mandamientos... no porque sean inválidos, sino, porque no son lo suficientemente explícitos... o hay que hacer una nueva catequesis. Lo que queráis, vamos. 1º hay que ir a Misa los domingos. No es cuestión d rezar en casa "algo"... sino de acudir a la eucaristía. 2º la verdadera interpretación del evangelio subsiste en la Iglesia Católica. Y el Papa, o el Concilio, es el órgano divino, por el que lo conocemos. 3º la devoción a María no es superflua, ni accidental. Sino nuclear, e históricamente imprescindible. 4º el católico no se escandaliza del dolor, aunque se duela. 5º nunca le falla la alegría, aunque pueda empañarse, eso sí, pero la paz sigue latiendo en el fondo. Y esto, porque cree en la confesión sacramental, individual y secreta. 6º comienza y recomienza... pues sabe que el límite no lo pone él, sino lo marca Cristo: la santidad. 7º el divorcio no existe en su mentalidad... 8º rasca su bolsillo, de verdad, para ayudar a su Iglesia 9º es, rabiosamente, provida hasta el límite de comlicarse la vida por salvarlas. 10º la vejez es una bendición, no una pesadilla.

jueves, 22 de marzo de 2012

Sobre nuestros periodistas, principalmente...pero no exclusivamente

Un buen criterio para nuestras conversaciones lo da una anécdota que protagonizó nuestro conocido Sócrates. Un día, un conocido se encontró con el gran filósofo, y le dijo: - ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo? -Espera un minuto, replicó Sócrates. Antes de decirme nada, quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro. - ¿Triple filtro? , preguntó el otro. - Correcto, continúo Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el “Examen del triple filtro”... El primer filtro es la VERDAD. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto? - No, dijo el hombre, realmente sólo escuche sobre eso y... - Bien, dijo Sócrates, entonces realmente no sabes si es cierto ó no. - Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la BONDAD. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo? -No, por el contrario… -Entonces, deseas decirme algo malo de él, pero no estás seguro que sea cierto. Pero aún podría querer escucharlo porque queda un filtro, el filtro de la UTILIDAD. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo? - No, la verdad que no. -Bien, concluyó Sócrates. Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no me es útil, ... ¿para qué querría yo saberlo?

martes, 20 de marzo de 2012

Tirilla, hábito, etc...

Hoy me han vuelto a parar en la calle, por la tirilla. Es verdad que no es esencial, ni mucho menos, pero cada vez estoy más seguro de que hace bien a la gente... incluso cuando te insultan (que son las menos veces, pero las hay) Cuando blasfeman me acuerdo de las palabras de Simeon que dijo: "Este está puesto para que...de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones." Y cuando es para bien, pues sin más, me alegro de que sirva para alegrarse a un cristiano, sea quien sea. Se habla tanto de los signos!!! Y este (junto con el hábito) me parece que hablan por sí solos. Una monja joven, un religioso, un sacerdote... vestidos como la Iglesia manda, son un escándalo para esta sociedad tibia. Les ayuda a tomar parte en la cuestión de Dios.

lunes, 19 de marzo de 2012

La Misa

Quizás una de las notas que caracterizan a la cultura occidental sea el papel que tiene en ella el ocio. En una sociedad en la que el trabajo absorbe la mayor parte de las energías del día, de la vida de una persona, no es de extrañar que la gente busque descansar, más bien, liberarse o desahogarse del torbellino al que está sometido durante la semana. Un frenesí que no le permite, siquiera, dedicar las mejores energías a lo más importante: la familia. De ahí la sospecha de que el fin de semana, o los planes de descanso, son como poco una huída de lo cotidiano, como un querer olvidarse de lo cotidiano. Por esto el hombre cae en nuevas esclavitudes, como el consumismo, o el tummbing del fin de semana… como fórmulas de escape a la pesadilla en la que está metido de lunes a viernes. A lo que nos invita el Señor no es el escapismo del no hacer nada, o el de dejar a nuestros instintos desatados durante un par de días para luego volver a la anestesiante normalidad. Sino a una auténtica Celebración. Por celebración no se refiere la Iglesia a una fiesta de mayor calibre que las otras, a modo de las de fin de año. Que podría definirse como un fin de semana normal pero con el doble de gasto (vestido, cena y copas)… Sino a la conmemoración de “algo” que realmente sea fundante, ¡nuevo! para mi vida. Algo en lo que me pueda recrear. Volver sobre ello para edificar mi vida, como un momento de salvación. A nivel meramente humano, podría ser el cumpleaños, por el que doy gracias por el mero hecho de estar vivo. La fecha de la boda, en el que conmemoro el feliz encuentro con una persona que ha sido crucial para mi propia existencia. Una defunción, por la que agradezco haber conocido una persona, vital en mi vida… El Señor quiere que celebremos semanalmente la Fiesta de nuestra salvación. Aquella por la que podemos dar razón de lo más importante de nuestra vida: Dios me ama, Dios me busca, Dios me oye… No soy un puñado de tierra, sino algo divino. Efectivamente, recordar cada semana, que Dios me sondea y me conoce (cfr. Salmo 138), está conmigo todos los días de mi vida (cfr. Mt 28, 19)… por eso tu vara y tu cayado me sosiegan (cfr. Slamo 22)

viernes, 16 de marzo de 2012

Pegas?

Alucino con algunos, de verdad. Si no fuera porque conozco el modo de ser del hombre, no entendería nada de nada. Algunos le han querido sacar tres pies al gato y se han metido con este vídeo promocional del sacerdocio, ¿!? No entiendo, ciertamente. Se muestra unos curas orgullosos de serlo, de mostrarlo, y, con juegos de palabras (nunca falsos) hablan de qué es el sacerdocio... Espero que os guste ..

jueves, 15 de marzo de 2012

Iglesia carismática o ¿la otra?...

Vaya por delante que sólo hay una Iglesia...para evitar errores. Lo que quiero sugerir con el título es que, veamos. En la Iglesia hay elementos cambiables...que no fueron instituidos por Cristo, y por lo tanto son susceptibles de mejorar, suprimir o cambiarse. Aquí caben muchas cosas. Una de las que me parece que se han creado para ayudar, pero a veces no lo consigue son las oficinas y departamentos etc.. En Vaticano II, quiso modernizar la Iglesia, muy bien. Para ello creó los Sínodos, Conferencia Episcopales, y se crearon a rebufo del Concilio, un montón de departamentos en los obispados... Todos ellos no son ni buenos ni malos, en sí mismos. La idea era ayudar a los obispos, y a los curas a trabajar mejor y ser más eficaces apostólicamente. Pues también, muy bien. Muchas veces he oído, en ciertos sectores, que la Iglesia es demasiado jerárquica, y debe ser más carismática. Pues, también estoy de acuerdo (siempre que se entienda bien esta última afirmación, claro. Pero, a menudo, se cae en la contradicción de pedir mayor carismatísmo, y a la vez, someter con mil normas estériles, subjetivas y arbitrarias a personas alejadas de la Iglesia, a las cuales hay que atraer...poco a poco. Joseph Ratzinguer apuntaba un vicio que estaban cogiendo algunos obispos, que era el delegar los problemas a Roma, cuando son ellos mismos los que tienen la potestad para muchísimos asuntos. Se hace con las Conferencias Episcopales al presentarlos como un órgano similar a las Cortes... cosa en absoluto cierta. Pues el obispo conserva toda su potestad en la diócesis, y las Conferencias Episcopales sólo son ayudas... no un órgano de gobierno colegial para la iglesia de un país o zona... Imprimiendo cada uno de ellos, una personalidad a su diócesis.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Mentiras toleradas

El mundo civil también tiene sus dogmas que esparce por los mass media, y que insisten en convencernos de que somos dueños de todo, y que todo podemos manipular a nuestro antojo. Esto que quiero decir se ve claramente en la ciencia. Para el avance de la misma, hemos de conocer, (des-cubrir) con leyes dadas en la naturaleza. Son normas que el hombre se encuentra, pero nunca crearlas. Procesos que el hombre puede estudiar, comprender y utilizar a su favor, pero no cambiarlas (la ley de la gravedad será siempre la misma, aunque, eso sí, la podemos aprovechar a nuestro beneficio). Se puede recordar aquí, también, cómo un uso arbitrario o al margen de los recursos de la naturaleza puede provocar el colapso de la misma. Precisamente, por no respetarla, e intentar forzarla a nuestro capricho, como si pudiese comportarse como quisiéramos. Y, en esta línea, se enraíza la respuesta a nuestra pregunta: ¿cómo acertar con mi vida?, ¿qué he de hacer de bueno? Y lo que precisamente quiero mostrar, es que, la respuesta no lo creamos nosotros, como he dicho antes. Pero sí que está en nosotros. La encontramos “puesta” en nosotros. Sólo tenemos la posibilidad de buscarla -y encontrarla-. Muy distinto a fabricárnosla. La verdad sobre quién soy no lo manufacturo yo, sino que lo descubro. Vamos, que no es “made in me”

martes, 13 de marzo de 2012

Un poco de humor

Lo he copiado de otro blog..muy bueno. Que lo disfrutéis. Querido nieto, El otro día tuve una experiencia religiosa increíble y que quiero compartir contigo. Fui a la librería cristiana y allí encontré una calcomanía para el auto que decía:’TOCA LA BOCINA SI AMAS A DIOS’. Dado que había tenido un día muy malo, decidí comprarla y pegarla en el parachoques de mi coche. Al salir conduciendo, llegué a un cruce de dos avenidas que estaba muy complicado, con muchos vehículos. La temperatura exterior era de 37 grados y era la hora de salida de las oficinas. Allí me quedé parada (porque la luz estaba roja), pensando en el Señor y en todas las cosas buenas que nos ha dado. No me di cuenta que la luz se había puesto en verde, pero descubrí que muchos otros aman al Señor porque inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas…. Fue maravilloso! La persona que estaba detrás de mi auto era sin duda muy religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y gritaba: ‘Dale, por el amor de Dios…!!!’. Dirigidos por él, todos hacían sonar la bocina. Yo les sonreí y los saludaba con la mano a través de la ventanilla, totalmente emocionada. Vi que otro muchacho me saludaba de una manera muy particular levantando solo el dedo medio de la mano. Le pregunté a Betito mi otro nieto, que estaba conmigo, qué quería decir ese saludo. Me contesto que era ‘un saludo hawaiano’ de buena suerte. Entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé a todos de la misma manera. Mi nieto se doblaba de la risa, supongo que por la bella experiencia Religiosa que estaba viviendo. Dos hombres de un auto cercano se bajaron y comenzaron a caminar hacia mi coche, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a qué templo voy, pero en ese momento fue cuando vi que la luz estaba verde. Entonces, saludé a todos mis hermanos y hermanas y pasé el semáforo. Después de cruzar, noté que el único auto que había podido pasar era el mío, ya que la luz volvió a ponerse en rojo, y me sentí triste de dejarlos allí después de todo el amor que habíamos compartido. Por lo tanto, paré el coche, me bajé, saludé a todos con el saludo hawaiano por última vez y me fui. Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres. Besos, tu abuela

sábado, 10 de marzo de 2012

Fuentes de la Moral

A veces pensamos que hemos descubierto la rueda. Pero, ya está descubierta. Y es que llevamos, más o menos, 40 siglos de cultura, y eso son muchos millones de personas pensando, investigando, reflexionando… ¡y escribiendo! Por eso, solo hace falta seleccionar bien lo que leemos. Las preguntas que nos hacemos, las importantes digo, se la han hecho todos (o la inmensa mayoría, ¡espero!): ¿quién soy yo?, ¿de dónde vengo?, ¿qué hay más allá de la muerte?, ¿de dónde viene el sufrimiento?, ¿existe Dios?... En estas preguntas coincidimos millones de personas, de cualquier tempo, cultura y condición. Esto se debe a que todos tenemos un misma inquietud interior. Un mundo invisible a los ojos de los demás, que está vivo y quiere, ¡necesita!, que se le atienda. Una persona que no cuide esa dimensión interna (¿conciencia?, ¿espíritu?, ¿alma?) fracasará estrepitosamente, pues esta cualidad es lo específicamente humano, lo que nos hace ser lo que somos: personas (no simplemente seres vivos). Es decir, poseedores de una instancia interior, que es, a la vez, testigo de nuestras propias obras, y un permanente buscador de sentido, es decir, responder a la eterna pregunta ¿por qué “esto”? Y, es que, ni animales, ni vegetales, necesitan preguntarse sobre las cosas, o los acontecimientos que los rodean. Nosotros sí. Y necesitamos comprender su sentido. Es decir, poder responder a la pregunta sobre su significado. Una de esas preguntas capitales es: ¿cómo acertar con mi vida? Que en el fondo se reduce a decir, qué es lo bueno y lo malo. Cómo puedo saber qué es lo bueno; qué he de hacer, o lo malo a evitar. Y, a esta pregunta sobre la moralidad de las obras, caben, solamente, dos respuestas. Una: Yo elijo lo que es bueno y malo, es decir, vivo mi vida según el criterio que yo mismo me forjo. En definitiva, yo soy el juez absoluto de mi vida, y juzgo todo según mi opinión. El criterio por el que decido si algo es bueno, o malo, -me conviene o no-, estaría en última instancia en mi mano. Lo dispongo yo. Y puedo elegir un criterio de oportunidad: me viene bien. Como de utilidad: me sirve. O, también, según las consecuencias del obrar mismo: si no se entera nadie… lo hago, si se enteran, no lo hago. Caben otros, en desuso, como el recurrir a una tradición recibida: es lo que mis padres me han enseñado, y por eso lo haré (o no). Todos ellos parecen diferentes, pero tienen el mismo punto común: soy yo, quien decide qué es lo bueno y qué es lo malo. Con un criterio diferente cada uno… pero, yo en definitiva. Y, por ser este, el común denominador, es decir, ser yo la fuente de criterio por la que se decide la bondad o maldad de los actos es por lo que no sirven,

lunes, 5 de marzo de 2012

una aportación CONCRETA para salir de la crisis

Todo el mundo habla de la maldita crisis. Pero se oyen pocos diagnósticos sensatos, y por tanto soluciones viables. Aquí os dejo un vídeo muy bueno, que ayuda a repensar todo un poco más, y, lo más importante, aportar soluciones, más allá de culpar a todos menos a uno mismo. Es un poco largo, pero merece, de verdad, la pena. Ánimo.

viernes, 2 de marzo de 2012

Concentraciones/ Procesiones

No sé por qué, pero dicen que no están de moda las procesiones...no creo. La gente las ve encantadas. Y muchas, a veces, alejadas del aIglesia, participan en ellas. Es un momento para muchos, de ver una imagen religiosa, un canto piadoso. Otros, de vivirlas cara a Dios, de profundizar, o refrescar su fe. No es tontería que se potencien y se cultiven. Sin embargo, hay cada vez más, una progresiva sustitución de estas, en concentraciones: por las mujeres, por los hambrientos, por la justicia de tal cosa, por la .... Lejos de ser malos objetivos, la cosa es ¿ha la Iglesia de prestarse a eso?, ¿por qué se potencia unas en detrimento de otras?, ¿no hemos caído en la tentación de sustituir la fe por el activismo? Sabiendo que la auténtica fe lleva a la acción...pero la acción no significa presencia de fe. Creo que es un síntoma más de secularización, más que de evangelización.

celibato y sacerdocio (III)

En el Concilio de Trento, los expertos de la comisión teológica encargada de estudiar las tesis luteranas sobre el matrimonio de los clérigos lo introdujeron en sus informes. Pío IV, por su lado, piensa no poder hacer mejor cosa que citarlo para explicar a los príncipes alemanes su rechazo a renunciar a la ley del celibato. En seguida, numerosos teólogos e historiadores del periodo post-tridentino lo mencionan en sus estudios . En el "siglo de las luces" el jesuita F.A. Zaccaria, basa entre otros, también sobre este texto una investigación profunda que se remonta al origen apostólico del celibato de los clérigos . Lo mismo hace el continuador del P. Bollando de Amberes Jean Stiltinck . Agustín de Roskovany y Gustavo Bickell, en el siglo XI, recurrirán en su oportunidad al documento africano del año 390 para sostener las mismas conclusiones . Todos están íntimamente persuadidos que sea legítimo y necesario pasar por Cartago para proceder son seguridad en la búsqueda histórica del origen de la disciplina del celibato sacerdotal. Y veremos también a Pío XI, en los tiempos modernos, hacernos todavía una autorizada referencia en la Encíclica Ad catholici sacerdotii fastigium, del 20 de diciembre de 1935. En esta óptica se puede comprender mejor por qué Pío XI, precisamente, no había dudado en decir que el Concilio de Elvira, lejos de ser un principio absoluto en la historia de la disciplina del celibato, demuestra "que el asunto estaba sin duda desde hace mucho tiempo en las costumbres" y que la ley española tenía su principio en el Evangelio y en la enseñanza de los Apóstoles. Leamos nuevamente este texto: "Ha parecido bien prohibir en modo absoluto a los obispos, a los sacerdotes y a los diáconos, a saber (también) a todos los clérigos comprometidos en el ministerio, tener relaciones (conyugales) con sus esposas y procrear hijos; si alguno lo hace que sea excluido del clericato". Un examen atento del documento muestra claramente una pre-historia, contrariamente a aquello que se han apresurado en afirmar los historiadores que querían encontrar la prueba de un origen tardío de la disciplina del celibato-continencia . En efecto, nada se dice sobre la libertad de servirse del matrimonio que habrían tenido hasta ahora los clérigos casados. Ahora bien, en la reflexión sobre la naturaleza de las exigencias impuestas, el silencio de los legisladores en este punto se comprende más fácilmente en el caso en que ellos repitan y confirmen una práctica ya en vigor antes que en el caso contrario. No se impone bruscamente a dos esposos la ruda ascesis de la continencia perfecta, sin decir por qué eso que hasta ahora estaba permitido se prohíbe de improviso. Sobre todo, como en este caso, si se preveen penas canónicas para los contraventores. En cambio, si se trata de remediar las infracciones de una regla ya antigua, se comprende que los obispos españoles no hayan sentido la necesidad de justificar una medida tan severa . Suponiendo también que el decreto de Elvira sea el primero cronológicamente hablando, esto no significa que la práctica anterior de la Iglesia haya sido diferente. Numerosísimos puntos concernientes a la doctrina y a la disciplina no han sido al inicio objeto de una explicación. Es tan sólo con el correr del tiempo, y bajo la presión de circunstancias inéditas, que las verdades de la fe inicialmente admitidas por todos fueron objeto de definiciones dogmáticas y que las tradiciones observadas desde los orígenes de la Iglesia asumieron una forma canónica. Este principio clarísimo de la metodología general sobre la formación de las normas jurídicas de la Iglesia puede aclarar correctamente la historia precedente al Concilio de Elvira. El primer Concilio ecuménico que se tiene en Nicea en 325 para expresar un juicio sobre el arrianismo, votó una lista de veinte cánones disciplinarios. El tercero de estos cánones titulado "Mujeres que conviven con los clérigos", trata un argumento que examina la historia del celibato eclesiástico: "El gran Concilio ha prohibido absolutamente a los obispos, a los sacerdotes y a los diáconos, y en pocas palabras a todos los miembros del clero, tener consigo una mujer introducida con él para el servicio, a menos que se trate de una madre, una hermana, una tía o en fin sólo aquella persona que se sustrae a cualquier sospecha". Obsérvese que el Concilio no menciona la esposa entre las mujeres que los miembros del clero están autorizados a admitir bajo el mismo techo, lo que es quizá una señal indicadora que la decisión de Nicea sobrentiende la disciplina de la continencia perfecta. Eso es todavía más plausible si se piensa que los obispos nombrados en primer lugar, han estado siempre sometidos a la ley del celibato-continencia, ya sea en Oriente o en Occidente, sin ninguna excepción. Otro indicio es que el tercer canon de Nicea ha sido permanentemente interpretado de la misma manera por los Papas y por los concilios particulares: colocar a los obispos, los sacerdotes y los diáconos, obligados a la continencia perfecta, al abrigo de las tentaciones femeninas y asegurar su reputación. Cuando mencionan el caso de la esposa, es generalmente para autorizarla a vivir con el marido ordenado, pero con la condición que también ella haya hecho voto de continencia. En este caso ella reingresa a la categoría de mujeres "que se sustraen a cualquier sospecha".

martes, 28 de febrero de 2012

Celibato y sacerdocio II

Estas tres decretales son de una importancia fundamental para la historia de los orígenes del celibato de los clérigos. Ellas presuponen como cosa normal y legítima, la ordenación de numerosos hombres casados. Estos últimos, a partir del diaconado, no están menos obligados a la continencia perfecta con sus esposas, en caso que ellas estén todavía en este mundo, y la infracción a esta disciplina, frecuente en aquel tiempo en algunas provincias lejanas de Roma, como España y Galia, se censura en cuanto contraria a la tradición apostólica. Los impugnadores de estas regiones invocan el Antiguo Testamento como apoyo a su causa, pero la continencia temporal de los levitas de Israel prueba que a fortiori los sacerdotes de la Nueva Alianza deben observar una continencia perpetua. Una. objeción sacada de la carta de san Pablo les parece decisiva a algunos: ¿acaso el Apóstol no ha solicitado que el obispo, el presbítero o el diácono sea "el hombre de una sola mujer" (unius uxoris vir) autorizando de tal modo la elección de candidatos casados? Sin duda, responde Siricio, pero esta consigna ha sido dada propter continentiam .futuram, en vista de la continencia que estos hombres casa dos debían haber practicado desde el día de su ordenación. Si ellos deben ser los hombres de una sola mujer, es porque la experiencia de fidelidad a la propia esposa representa una garantía de castidad para el futuro. Esta exégesis de 1Tim 3,2 y Tt 1,6 se olvida generalmente en nuestros días; ella es, sin embargo, una piedra angular de la argumentación de Siricio y de numerosos escritores patrísticos para fundamentar la disciplina del "celibato-continencia" con las Escrituras. Si se quiere apreciar adecuadamente la importancia de estas tres decretales, no hay que olvidar que la Iglesia de Roma ha gozado muy pronto de una posición absolutamente única como testigo de la Tradición procedente de los Apóstoles. San Ireneo lo ha expresado con una fórmula inolvidable: "Con esta Iglesia, en consideración de su origen excelente, debe necesariamente concordar toda la Iglesia, vale decir, los fieles de todo lugar; en ella, a beneficio de esta gente de todo lugar, ha sido siempre conservada la Tradición que viene de los Apóstoles". Admitir esta posición privilegiada de la Sede "apostólica", significa al mismo tiempo reconocer que los Pontífices romanos de fines del siglo IV se han hecho garantes en nombre de toda la Iglesia de una tradición de "celibato-continencia" para el clero superior que se remonta a los Apóstoles, y han conservado en esta afirmación toda su credibilidad. Las cartas decretales que apenas hemos visto no son de ningún modo los únicos documentos que atestiguan la antigüedad de la continencia perfecta de los clérigos casados. En la misma época, el 16 de junio de 390, un Concilio en Cartago votaba un canon con el texto siguiente: Epigone, obispo de Bulla la Real dice: "En un Concilio precedente, se ha discutido acerca de la regla de la continencia y de la castidad. Que se enteren pues (ahora) con más energía los tres órdenes que, en virtud de su consagración, están vinculados por la misma obligación a la castidad, quiero decir, el obispo, el sacerdote y el diácono, y que se les enseñe a ellos a conservar la pureza". El obispo Genethlius dice: "Como habíamos dicho anteriormente, es oportuno que los santos obispos y sacerdotes de Dios, así como los levitas, o sea aquellos que están al servicio de los sacramentos divinos, observen continencia perfecta, a fin de poder obtener con toda naturalidad aquello que ellos piden a Dios; aquello que enseñaron los Apóstoles y aquello que la misma antigüedad ha observado, veamos nosotros mismos el modo de atenernos a ello". En unanimidad, los obispos han declarado: "Se ha admitido con agrado el hecho que el obispo, el sacerdote y el diácono, guardianes de la pureza, se abstengan de sus esposas, a fin de que aquellos que están al servicio del altar conserven una castidad perfecta". Este canon confirma indirectamente, a su vez, la presencia de numerosos hombres casados en las filas del clero. Los sujetos de la ley son los diáconos, los sacerdotes y los obispos, a saber, los miembros de las tres órdenes superiores del clericato a las cuales se accede mediante consagraciones. Estas últimas colocan al hombre aparte, para el desarrollo de las funciones que conciernen a lo divino. El servicio de la eucaristía es aquí el fundamento específico de la continencia exigida a los ministros. A esto se añade un segundo motivo que evidencia la finalidad de la obligación: "A fin de que puedan obtener con toda naturalidad aquello que ellos piden a Dios" (quo possint simpliciter quod a Deo postulant impetrare). Aquel que está al servicio de los misterios cristianos es un mediador entre Dios y los hombres y, en cuanto tal, debe asegurarse las condiciones necesarias para una oración de intercesión eficaz. Sin la castidad el ministro estaría privado de una cualidad esencial en el momento de presentar a Dios el pedido de sus hermanos y se privaría en cierto sentido de la libertad de palabra. Con ella, en cambio, entra en relaciones muy "sencillas" con el Señor, relaciones que son una garantía de que su pedido sea escuchado. El mejor comentario sobre este canon lo ha hecho el gran canonista bizantino del siglo XII, Juan Zonaras: "Estos son, en efecto, intercesores entre Dios y los hombres, que, instaurando un vínculo entre la divinidad y el resto de los fieles, piden para todo el mundo la salvación y la paz. Por eso, si ellos se ejercitan, como dice el canon, en la práctica de todas las virtudes y dialogan así con toda confianza con Dios, obtendrán sin dificultad aquello que han pedido. Pero si estos mismos hombres se privan, por su culpa, de la libertad de palabra, ¿en qué modo podrán desvincularse de su oficio de intercesores por los otros?" .