sábado, 31 de marzo de 2012

Paso

Generalmente vemos las cosas como un paso más. Un paso más hacia ... Depende de dónde estemos nos fijaremos en el siguiente. Hacia la universidad, hacia el matrimonio, hacia la ancianidad, hacia la muerte... Todo depende del momento vital. En el mejor de ellos, podremos ver un paso hacia algo grande (nacimiento de un hijo). Sin embargo nos damos cuenta que todos ellos son pasos pequeños, y que nos encaminamos hacia el gran paso: la muerte. Pero esto no es del todo cierto. El gran paso, el que de verdad hemos de dar es de la muerte a la vida, y no me refiero a la muerte biológica. Sino que, de alguna manera, ahora, sin Cristo, estamos muertos, y se nos invita, cada año, en Semana Santa y Pascua, a VIVIR. No según el mundo, sino según CRISTO. Esta es la novedad de Cristo: pasar a la vida. Pues creemos que estamos vivos, pero no. Para vivir de verdad, hemos de abandonar la mentira, el egoísmo, el miedo, las apariencias, el afán de poseer, de aparentar, de enjuiciar... Y, entonces, sólo entonces, viviremos de verdad. Este es el gran paso al que nos invita Cristo: a que vivamos. La gran apariencia es pensar que ya estamos vivos. Cristo usó la expresión de "sepulcros blanqueados", ¿qué otra cosa somos sino apariencias y sombras? Con Cristo estamos realmente vivos, y además, por los siglos de los siglos.

viernes, 30 de marzo de 2012

Tiempos recios

Fue santa Teresa la que acuñó la expresión "tiempos recios". Y es que es así. Estamos viviendo, en la Iglesia, tiempos recios. Nunca en su historia había vivido tal destrucción de ordenes, de seminarios, de vocaciones... tal desorientación y desobediencia interna, de manera premeditada. Al Papa, a los obispos, a los sacerdotes se les desobedece y desautoriza a la cara... quizás porque eso es lo que se ha predicado desde dentro de la misma Iglesia: homilías incendiarias, cartas de cristianos a los periódicos, cartas de sacerdotes a los periódicos, ... la desobediencia ha dejado de ser pecado, para ser, casi casi, no solo derecho, sino virtud. Y mucha gente buena confundida. Muy confundida sin saber dar el diagnóstico acertado de la situación. Y lo achacan a "los tiempos". ¡Pero si los tiempos no entienden de nada!! ¿Cómo pueden ser ellos? Los tiempos los hacemos nosotros, ¡los hombres! Y, no hay que ser muy astuto para ver cómo Satanás hace de las suyas: Iglesias vacías; seminarios vacíos; doctrina desconocida... y por supuesto, no vivida; una historia de la Iglesia -con millares de santos, mártires y congregaciones- gigante desconocida o sepultada como vergonzante; adoración de otras culturas, ideologías políticas o religiones, en el senos mismo de la misma Iglesia... todo de locos, absurdo... a no ser que Satanás exista. Y la gente, las gentes de Dios, muerta de hambre espiritual. Aborto por doquier. Separaciones. Adulterio. Vidas insípidas y rotas a los que no se les da el alimento de Cristo (su Cuerpo y su Palabra) porque los eclesiásticos están demasiado ocupados en ... en sus cosas. Tiempos recios. Ya lo dijo Cristo: "cuando venga el Hijo del hombre sobre la tierra, ¿encontrará fe en ella? Antes con dejarse llevar valía para ser cristiano (si no bueno, sí cristiano sin más) Ahora no. Ya no. Hay que aferrarse muy fuerte a Cristo si no quieres ser arrastrado muy lejos de Cristo. Hay que hacerse mucha violencia para ser fiel. Es casi, un martirio en vida. También dijo el Señor que rezáramos para que se abreviase el tiempo de la prueba... pues son tiempos recios.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Cuentas

Como otras veces, presentamos las cuentas de la Iglesia. No porque se jacte de ello, sino para defenderse de los que la acusan de ser un parásito. Con las cifras en mano, se demuestra que las acusaciones son falsas y que denotan una brutal carga ideológica, o lo que es lo mismo, sectarismo (a diferencia de la Iglesia, que no pide carnet de nada, -ni de ser de la misma religión- para ayudar) 
5.141 Centros de enseñanza: 990.774 alumnos. Ahorran al Estado 3 millones de euros por centro al año.
 
107 Hospitales. Ahorran al Estado 50 millones de euros por hospital al año.
 
1.004 centros, entre ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y de enfermos terminales de Sida, un total de 51.312 camas. Ahorran al Estado 4 millones de euros por centro al año.
 
Gastos de Cáritas : 155 millones de euros al año , salidos de los bolsillos de los católicos españoles.

Gastos de Manos Unidas: 43 millones de euros al año, salidos de los bolsillos de los católicos españoles. 
Gastos de las Obras Missionales Pontificias:
Domund: 21 millones de euros, que también salen de los bolsillos de los católicos españoles.
365 Centros de reeducación para marginados sociales: exprostitutas, expresidiarios y extoxicómanos; 53.140 personas. Ahorran al Estado medio millón de euros por centro al año.
937 orfanatos: 10.835 niños abandonados. Ahorran al Estado Cien mil euros por Centro.
El 80% del gasto de Conservación y mantenimiento del Patrimonio Histórico Artístico. Se cálcula un ahorro al Estado entre 32.000 y 36.000 millones de euros al año.

A todo esto tenemos que sumar que casi todas las personas que trabajan, colaboran, etc. con Cáritas, Manos Unidas, u otras organizaciones de la Iglesia Católica son voluntarias sin sueldo alguno. Son personas que ayudan a los demás sin pedir nada a cambio. ¿En que cifra se puede tasar esta colaboración si el Estado tuviera que hacerse cargo de ella.?
Esta es la razón por la cual el estado sigue dando un poco de ayuda a la Iglesia Católica, ¡porque le sale muy barato!.
Muy pocos conocen este maravilloso trabajo hacia la ciudadanía española de la Iglesia Católica que le sale tan provechoso para el estado español y conviene difundirlo para que lo sepamos todos. 
¿Cuántos comedores para indigentes y cuántos hospitales para enfermos terminales han abierto y/o mantienen los sindicatos, los partidos políticos de este país? ¿A cuántos enfermos de SIDA tratan?
¿A dónde puede ir un necesitado a pedir un bocadillo o comida para su familia y que sea atendido, a la sede de algún partido político o sindicato?
¡¡Pues todos estos y más viven del dinero de los católicos españoles!!

lunes, 26 de marzo de 2012

Tiempo, prisas, ansiedad

Quizás una de los grandes logros de hoy en día es la productividad. ¡Cuántas cosas hacemos, y en poco tiempo! Somos capaces de hacer mucho en poco... y podemos medir el tiempo en milésimas de segundo... o menos. Tenemos aparatos que nos avisan, de las horas, las medias horas, y los cuartos. Tenemos aparatos que nos despiertan cuando queremos. Y lo atamos a nuestra muñeca para recordarnos que el tiempo pasa... y rápido. Y la gente vive rápido, "aprovecha el tiempo"!!! Y la gente quiere aprovechar cada segundo, pues solo se es joven un a vez en la vida, y pasa deprisa muy deprisa. Nos dicen que el tiempo pasa. QUe hay que aprovecharlo. Que no lo malgastemos. QUe ya tendremos tiempo para lo aburrido, cuando seamos viejos, que ahora hay que sacarle jugo a la vida... Y así entramos en una dinámica de rapidez, de velocidad, de acumular experiencias, sin reflexión... que genera, ansiedad, vacío, y cierta vida no vivida genuinamente. Prisas que no nos ayudan a valorar lo importante, lo que debe ser respetado. Vidas rápidas... sin dirección. Vidas consumidas como la comida rápida, sin pausa, sin disfrute profundo, pues mayoritariamente se está pensando en la siguiente consumición... y así es, compra otra cosa más. Vive más comprando más. Y todo ello es por una falta de horizonte. Si la vida son X años... y ya está, entonces, experimenta todo lo que puedas, antes de desaparecer... o lo que sea eso de la muerte. Esto nos pasa porque no contemplamos las cosas, sino las consumimos. Nos disfrutamos de las cosas, sino las utilizamos. No somos, sino que nos agitamos como locos... Hemos de aprender a disfrutar, contemplando. Hemos de amar lo que tenemos, lo que somos, lo que nos rodea... y así ese huir corriendo de nosotros desaparecerá. Y saborearemos cada segundo, con sabor de eternidad. Y eso es lo que aporta el creyente, lo que tenemos, de verdad, es tiempo. Mucho tiempo. Tenemos toda la eternidad...pero no desde el momento en que muramos, sino desde YA MISMO. Ahora, ya! si estamos con Dios (en gracia) lo que hacemos tiene validez eterna. Lo de ahora cuenta para siempre. Ya estamos injertados en la eternidad. O la eternidad está con nosotros. Para qué correr? Agobiarse? Por qué?.. Ah, por que quieres más!! Si es así, estas perdido. Mejor te sería querer más, pero de ser mejor... de este modo te liberarás de correr, de comprar, de aparentar, de descansar del descanso, del eterno cambio por todo lo que te falta... y que te digo desde ya, que no lo conseguirás. Todo no se puede tener. Pero sí se puede SER en plenitud. Sólo hay que dejar que te posea. Déjale que entre en ti, y serás auténtico. Pues él es el camino, la Verdad, y la VIDA!!!!

viernes, 23 de marzo de 2012

Nuevos mandamientos

Creo que habría que volver a redactar los mandamientos... no porque sean inválidos, sino, porque no son lo suficientemente explícitos... o hay que hacer una nueva catequesis. Lo que queráis, vamos. 1º hay que ir a Misa los domingos. No es cuestión d rezar en casa "algo"... sino de acudir a la eucaristía. 2º la verdadera interpretación del evangelio subsiste en la Iglesia Católica. Y el Papa, o el Concilio, es el órgano divino, por el que lo conocemos. 3º la devoción a María no es superflua, ni accidental. Sino nuclear, e históricamente imprescindible. 4º el católico no se escandaliza del dolor, aunque se duela. 5º nunca le falla la alegría, aunque pueda empañarse, eso sí, pero la paz sigue latiendo en el fondo. Y esto, porque cree en la confesión sacramental, individual y secreta. 6º comienza y recomienza... pues sabe que el límite no lo pone él, sino lo marca Cristo: la santidad. 7º el divorcio no existe en su mentalidad... 8º rasca su bolsillo, de verdad, para ayudar a su Iglesia 9º es, rabiosamente, provida hasta el límite de comlicarse la vida por salvarlas. 10º la vejez es una bendición, no una pesadilla.

jueves, 22 de marzo de 2012

Sobre nuestros periodistas, principalmente...pero no exclusivamente

Un buen criterio para nuestras conversaciones lo da una anécdota que protagonizó nuestro conocido Sócrates. Un día, un conocido se encontró con el gran filósofo, y le dijo: - ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo? -Espera un minuto, replicó Sócrates. Antes de decirme nada, quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro. - ¿Triple filtro? , preguntó el otro. - Correcto, continúo Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el “Examen del triple filtro”... El primer filtro es la VERDAD. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto? - No, dijo el hombre, realmente sólo escuche sobre eso y... - Bien, dijo Sócrates, entonces realmente no sabes si es cierto ó no. - Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la BONDAD. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo? -No, por el contrario… -Entonces, deseas decirme algo malo de él, pero no estás seguro que sea cierto. Pero aún podría querer escucharlo porque queda un filtro, el filtro de la UTILIDAD. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo? - No, la verdad que no. -Bien, concluyó Sócrates. Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no me es útil, ... ¿para qué querría yo saberlo?

martes, 20 de marzo de 2012

Tirilla, hábito, etc...

Hoy me han vuelto a parar en la calle, por la tirilla. Es verdad que no es esencial, ni mucho menos, pero cada vez estoy más seguro de que hace bien a la gente... incluso cuando te insultan (que son las menos veces, pero las hay) Cuando blasfeman me acuerdo de las palabras de Simeon que dijo: "Este está puesto para que...de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones." Y cuando es para bien, pues sin más, me alegro de que sirva para alegrarse a un cristiano, sea quien sea. Se habla tanto de los signos!!! Y este (junto con el hábito) me parece que hablan por sí solos. Una monja joven, un religioso, un sacerdote... vestidos como la Iglesia manda, son un escándalo para esta sociedad tibia. Les ayuda a tomar parte en la cuestión de Dios.

lunes, 19 de marzo de 2012

La Misa

Quizás una de las notas que caracterizan a la cultura occidental sea el papel que tiene en ella el ocio. En una sociedad en la que el trabajo absorbe la mayor parte de las energías del día, de la vida de una persona, no es de extrañar que la gente busque descansar, más bien, liberarse o desahogarse del torbellino al que está sometido durante la semana. Un frenesí que no le permite, siquiera, dedicar las mejores energías a lo más importante: la familia. De ahí la sospecha de que el fin de semana, o los planes de descanso, son como poco una huída de lo cotidiano, como un querer olvidarse de lo cotidiano. Por esto el hombre cae en nuevas esclavitudes, como el consumismo, o el tummbing del fin de semana… como fórmulas de escape a la pesadilla en la que está metido de lunes a viernes. A lo que nos invita el Señor no es el escapismo del no hacer nada, o el de dejar a nuestros instintos desatados durante un par de días para luego volver a la anestesiante normalidad. Sino a una auténtica Celebración. Por celebración no se refiere la Iglesia a una fiesta de mayor calibre que las otras, a modo de las de fin de año. Que podría definirse como un fin de semana normal pero con el doble de gasto (vestido, cena y copas)… Sino a la conmemoración de “algo” que realmente sea fundante, ¡nuevo! para mi vida. Algo en lo que me pueda recrear. Volver sobre ello para edificar mi vida, como un momento de salvación. A nivel meramente humano, podría ser el cumpleaños, por el que doy gracias por el mero hecho de estar vivo. La fecha de la boda, en el que conmemoro el feliz encuentro con una persona que ha sido crucial para mi propia existencia. Una defunción, por la que agradezco haber conocido una persona, vital en mi vida… El Señor quiere que celebremos semanalmente la Fiesta de nuestra salvación. Aquella por la que podemos dar razón de lo más importante de nuestra vida: Dios me ama, Dios me busca, Dios me oye… No soy un puñado de tierra, sino algo divino. Efectivamente, recordar cada semana, que Dios me sondea y me conoce (cfr. Salmo 138), está conmigo todos los días de mi vida (cfr. Mt 28, 19)… por eso tu vara y tu cayado me sosiegan (cfr. Slamo 22)

viernes, 16 de marzo de 2012

Pegas?

Alucino con algunos, de verdad. Si no fuera porque conozco el modo de ser del hombre, no entendería nada de nada. Algunos le han querido sacar tres pies al gato y se han metido con este vídeo promocional del sacerdocio, ¿!? No entiendo, ciertamente. Se muestra unos curas orgullosos de serlo, de mostrarlo, y, con juegos de palabras (nunca falsos) hablan de qué es el sacerdocio... Espero que os guste ..

jueves, 15 de marzo de 2012

Iglesia carismática o ¿la otra?...

Vaya por delante que sólo hay una Iglesia...para evitar errores. Lo que quiero sugerir con el título es que, veamos. En la Iglesia hay elementos cambiables...que no fueron instituidos por Cristo, y por lo tanto son susceptibles de mejorar, suprimir o cambiarse. Aquí caben muchas cosas. Una de las que me parece que se han creado para ayudar, pero a veces no lo consigue son las oficinas y departamentos etc.. En Vaticano II, quiso modernizar la Iglesia, muy bien. Para ello creó los Sínodos, Conferencia Episcopales, y se crearon a rebufo del Concilio, un montón de departamentos en los obispados... Todos ellos no son ni buenos ni malos, en sí mismos. La idea era ayudar a los obispos, y a los curas a trabajar mejor y ser más eficaces apostólicamente. Pues también, muy bien. Muchas veces he oído, en ciertos sectores, que la Iglesia es demasiado jerárquica, y debe ser más carismática. Pues, también estoy de acuerdo (siempre que se entienda bien esta última afirmación, claro. Pero, a menudo, se cae en la contradicción de pedir mayor carismatísmo, y a la vez, someter con mil normas estériles, subjetivas y arbitrarias a personas alejadas de la Iglesia, a las cuales hay que atraer...poco a poco. Joseph Ratzinguer apuntaba un vicio que estaban cogiendo algunos obispos, que era el delegar los problemas a Roma, cuando son ellos mismos los que tienen la potestad para muchísimos asuntos. Se hace con las Conferencias Episcopales al presentarlos como un órgano similar a las Cortes... cosa en absoluto cierta. Pues el obispo conserva toda su potestad en la diócesis, y las Conferencias Episcopales sólo son ayudas... no un órgano de gobierno colegial para la iglesia de un país o zona... Imprimiendo cada uno de ellos, una personalidad a su diócesis.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Mentiras toleradas

El mundo civil también tiene sus dogmas que esparce por los mass media, y que insisten en convencernos de que somos dueños de todo, y que todo podemos manipular a nuestro antojo. Esto que quiero decir se ve claramente en la ciencia. Para el avance de la misma, hemos de conocer, (des-cubrir) con leyes dadas en la naturaleza. Son normas que el hombre se encuentra, pero nunca crearlas. Procesos que el hombre puede estudiar, comprender y utilizar a su favor, pero no cambiarlas (la ley de la gravedad será siempre la misma, aunque, eso sí, la podemos aprovechar a nuestro beneficio). Se puede recordar aquí, también, cómo un uso arbitrario o al margen de los recursos de la naturaleza puede provocar el colapso de la misma. Precisamente, por no respetarla, e intentar forzarla a nuestro capricho, como si pudiese comportarse como quisiéramos. Y, en esta línea, se enraíza la respuesta a nuestra pregunta: ¿cómo acertar con mi vida?, ¿qué he de hacer de bueno? Y lo que precisamente quiero mostrar, es que, la respuesta no lo creamos nosotros, como he dicho antes. Pero sí que está en nosotros. La encontramos “puesta” en nosotros. Sólo tenemos la posibilidad de buscarla -y encontrarla-. Muy distinto a fabricárnosla. La verdad sobre quién soy no lo manufacturo yo, sino que lo descubro. Vamos, que no es “made in me”

martes, 13 de marzo de 2012

Un poco de humor

Lo he copiado de otro blog..muy bueno. Que lo disfrutéis. Querido nieto, El otro día tuve una experiencia religiosa increíble y que quiero compartir contigo. Fui a la librería cristiana y allí encontré una calcomanía para el auto que decía:’TOCA LA BOCINA SI AMAS A DIOS’. Dado que había tenido un día muy malo, decidí comprarla y pegarla en el parachoques de mi coche. Al salir conduciendo, llegué a un cruce de dos avenidas que estaba muy complicado, con muchos vehículos. La temperatura exterior era de 37 grados y era la hora de salida de las oficinas. Allí me quedé parada (porque la luz estaba roja), pensando en el Señor y en todas las cosas buenas que nos ha dado. No me di cuenta que la luz se había puesto en verde, pero descubrí que muchos otros aman al Señor porque inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas…. Fue maravilloso! La persona que estaba detrás de mi auto era sin duda muy religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y gritaba: ‘Dale, por el amor de Dios…!!!’. Dirigidos por él, todos hacían sonar la bocina. Yo les sonreí y los saludaba con la mano a través de la ventanilla, totalmente emocionada. Vi que otro muchacho me saludaba de una manera muy particular levantando solo el dedo medio de la mano. Le pregunté a Betito mi otro nieto, que estaba conmigo, qué quería decir ese saludo. Me contesto que era ‘un saludo hawaiano’ de buena suerte. Entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé a todos de la misma manera. Mi nieto se doblaba de la risa, supongo que por la bella experiencia Religiosa que estaba viviendo. Dos hombres de un auto cercano se bajaron y comenzaron a caminar hacia mi coche, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a qué templo voy, pero en ese momento fue cuando vi que la luz estaba verde. Entonces, saludé a todos mis hermanos y hermanas y pasé el semáforo. Después de cruzar, noté que el único auto que había podido pasar era el mío, ya que la luz volvió a ponerse en rojo, y me sentí triste de dejarlos allí después de todo el amor que habíamos compartido. Por lo tanto, paré el coche, me bajé, saludé a todos con el saludo hawaiano por última vez y me fui. Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres. Besos, tu abuela

sábado, 10 de marzo de 2012

Fuentes de la Moral

A veces pensamos que hemos descubierto la rueda. Pero, ya está descubierta. Y es que llevamos, más o menos, 40 siglos de cultura, y eso son muchos millones de personas pensando, investigando, reflexionando… ¡y escribiendo! Por eso, solo hace falta seleccionar bien lo que leemos. Las preguntas que nos hacemos, las importantes digo, se la han hecho todos (o la inmensa mayoría, ¡espero!): ¿quién soy yo?, ¿de dónde vengo?, ¿qué hay más allá de la muerte?, ¿de dónde viene el sufrimiento?, ¿existe Dios?... En estas preguntas coincidimos millones de personas, de cualquier tempo, cultura y condición. Esto se debe a que todos tenemos un misma inquietud interior. Un mundo invisible a los ojos de los demás, que está vivo y quiere, ¡necesita!, que se le atienda. Una persona que no cuide esa dimensión interna (¿conciencia?, ¿espíritu?, ¿alma?) fracasará estrepitosamente, pues esta cualidad es lo específicamente humano, lo que nos hace ser lo que somos: personas (no simplemente seres vivos). Es decir, poseedores de una instancia interior, que es, a la vez, testigo de nuestras propias obras, y un permanente buscador de sentido, es decir, responder a la eterna pregunta ¿por qué “esto”? Y, es que, ni animales, ni vegetales, necesitan preguntarse sobre las cosas, o los acontecimientos que los rodean. Nosotros sí. Y necesitamos comprender su sentido. Es decir, poder responder a la pregunta sobre su significado. Una de esas preguntas capitales es: ¿cómo acertar con mi vida? Que en el fondo se reduce a decir, qué es lo bueno y lo malo. Cómo puedo saber qué es lo bueno; qué he de hacer, o lo malo a evitar. Y, a esta pregunta sobre la moralidad de las obras, caben, solamente, dos respuestas. Una: Yo elijo lo que es bueno y malo, es decir, vivo mi vida según el criterio que yo mismo me forjo. En definitiva, yo soy el juez absoluto de mi vida, y juzgo todo según mi opinión. El criterio por el que decido si algo es bueno, o malo, -me conviene o no-, estaría en última instancia en mi mano. Lo dispongo yo. Y puedo elegir un criterio de oportunidad: me viene bien. Como de utilidad: me sirve. O, también, según las consecuencias del obrar mismo: si no se entera nadie… lo hago, si se enteran, no lo hago. Caben otros, en desuso, como el recurrir a una tradición recibida: es lo que mis padres me han enseñado, y por eso lo haré (o no). Todos ellos parecen diferentes, pero tienen el mismo punto común: soy yo, quien decide qué es lo bueno y qué es lo malo. Con un criterio diferente cada uno… pero, yo en definitiva. Y, por ser este, el común denominador, es decir, ser yo la fuente de criterio por la que se decide la bondad o maldad de los actos es por lo que no sirven,

lunes, 5 de marzo de 2012

una aportación CONCRETA para salir de la crisis

Todo el mundo habla de la maldita crisis. Pero se oyen pocos diagnósticos sensatos, y por tanto soluciones viables. Aquí os dejo un vídeo muy bueno, que ayuda a repensar todo un poco más, y, lo más importante, aportar soluciones, más allá de culpar a todos menos a uno mismo. Es un poco largo, pero merece, de verdad, la pena. Ánimo.

viernes, 2 de marzo de 2012

Concentraciones/ Procesiones

No sé por qué, pero dicen que no están de moda las procesiones...no creo. La gente las ve encantadas. Y muchas, a veces, alejadas del aIglesia, participan en ellas. Es un momento para muchos, de ver una imagen religiosa, un canto piadoso. Otros, de vivirlas cara a Dios, de profundizar, o refrescar su fe. No es tontería que se potencien y se cultiven. Sin embargo, hay cada vez más, una progresiva sustitución de estas, en concentraciones: por las mujeres, por los hambrientos, por la justicia de tal cosa, por la .... Lejos de ser malos objetivos, la cosa es ¿ha la Iglesia de prestarse a eso?, ¿por qué se potencia unas en detrimento de otras?, ¿no hemos caído en la tentación de sustituir la fe por el activismo? Sabiendo que la auténtica fe lleva a la acción...pero la acción no significa presencia de fe. Creo que es un síntoma más de secularización, más que de evangelización.

celibato y sacerdocio (III)

En el Concilio de Trento, los expertos de la comisión teológica encargada de estudiar las tesis luteranas sobre el matrimonio de los clérigos lo introdujeron en sus informes. Pío IV, por su lado, piensa no poder hacer mejor cosa que citarlo para explicar a los príncipes alemanes su rechazo a renunciar a la ley del celibato. En seguida, numerosos teólogos e historiadores del periodo post-tridentino lo mencionan en sus estudios . En el "siglo de las luces" el jesuita F.A. Zaccaria, basa entre otros, también sobre este texto una investigación profunda que se remonta al origen apostólico del celibato de los clérigos . Lo mismo hace el continuador del P. Bollando de Amberes Jean Stiltinck . Agustín de Roskovany y Gustavo Bickell, en el siglo XI, recurrirán en su oportunidad al documento africano del año 390 para sostener las mismas conclusiones . Todos están íntimamente persuadidos que sea legítimo y necesario pasar por Cartago para proceder son seguridad en la búsqueda histórica del origen de la disciplina del celibato sacerdotal. Y veremos también a Pío XI, en los tiempos modernos, hacernos todavía una autorizada referencia en la Encíclica Ad catholici sacerdotii fastigium, del 20 de diciembre de 1935. En esta óptica se puede comprender mejor por qué Pío XI, precisamente, no había dudado en decir que el Concilio de Elvira, lejos de ser un principio absoluto en la historia de la disciplina del celibato, demuestra "que el asunto estaba sin duda desde hace mucho tiempo en las costumbres" y que la ley española tenía su principio en el Evangelio y en la enseñanza de los Apóstoles. Leamos nuevamente este texto: "Ha parecido bien prohibir en modo absoluto a los obispos, a los sacerdotes y a los diáconos, a saber (también) a todos los clérigos comprometidos en el ministerio, tener relaciones (conyugales) con sus esposas y procrear hijos; si alguno lo hace que sea excluido del clericato". Un examen atento del documento muestra claramente una pre-historia, contrariamente a aquello que se han apresurado en afirmar los historiadores que querían encontrar la prueba de un origen tardío de la disciplina del celibato-continencia . En efecto, nada se dice sobre la libertad de servirse del matrimonio que habrían tenido hasta ahora los clérigos casados. Ahora bien, en la reflexión sobre la naturaleza de las exigencias impuestas, el silencio de los legisladores en este punto se comprende más fácilmente en el caso en que ellos repitan y confirmen una práctica ya en vigor antes que en el caso contrario. No se impone bruscamente a dos esposos la ruda ascesis de la continencia perfecta, sin decir por qué eso que hasta ahora estaba permitido se prohíbe de improviso. Sobre todo, como en este caso, si se preveen penas canónicas para los contraventores. En cambio, si se trata de remediar las infracciones de una regla ya antigua, se comprende que los obispos españoles no hayan sentido la necesidad de justificar una medida tan severa . Suponiendo también que el decreto de Elvira sea el primero cronológicamente hablando, esto no significa que la práctica anterior de la Iglesia haya sido diferente. Numerosísimos puntos concernientes a la doctrina y a la disciplina no han sido al inicio objeto de una explicación. Es tan sólo con el correr del tiempo, y bajo la presión de circunstancias inéditas, que las verdades de la fe inicialmente admitidas por todos fueron objeto de definiciones dogmáticas y que las tradiciones observadas desde los orígenes de la Iglesia asumieron una forma canónica. Este principio clarísimo de la metodología general sobre la formación de las normas jurídicas de la Iglesia puede aclarar correctamente la historia precedente al Concilio de Elvira. El primer Concilio ecuménico que se tiene en Nicea en 325 para expresar un juicio sobre el arrianismo, votó una lista de veinte cánones disciplinarios. El tercero de estos cánones titulado "Mujeres que conviven con los clérigos", trata un argumento que examina la historia del celibato eclesiástico: "El gran Concilio ha prohibido absolutamente a los obispos, a los sacerdotes y a los diáconos, y en pocas palabras a todos los miembros del clero, tener consigo una mujer introducida con él para el servicio, a menos que se trate de una madre, una hermana, una tía o en fin sólo aquella persona que se sustrae a cualquier sospecha". Obsérvese que el Concilio no menciona la esposa entre las mujeres que los miembros del clero están autorizados a admitir bajo el mismo techo, lo que es quizá una señal indicadora que la decisión de Nicea sobrentiende la disciplina de la continencia perfecta. Eso es todavía más plausible si se piensa que los obispos nombrados en primer lugar, han estado siempre sometidos a la ley del celibato-continencia, ya sea en Oriente o en Occidente, sin ninguna excepción. Otro indicio es que el tercer canon de Nicea ha sido permanentemente interpretado de la misma manera por los Papas y por los concilios particulares: colocar a los obispos, los sacerdotes y los diáconos, obligados a la continencia perfecta, al abrigo de las tentaciones femeninas y asegurar su reputación. Cuando mencionan el caso de la esposa, es generalmente para autorizarla a vivir con el marido ordenado, pero con la condición que también ella haya hecho voto de continencia. En este caso ella reingresa a la categoría de mujeres "que se sustraen a cualquier sospecha".