sábado, 24 de septiembre de 2011

One, Uno 1!

¿Un solo modelo de hombre?

En un mundo de gigantescas compañías: McDonals; Levis; Coca-Cola, etc… que casi casi uniformizan los gustos de todos los habitantes de este bonito planeta, parece, sin embargo, que hay una infinita atomización de opiniones a las preguntas: ¿qué he de hace de bueno? , ¿qué tengo que hacer para ser feliz?, ¿qué es lo justo?...

La sola idea de querer presentar una moral universal, una para todos (a lo D´Artagnan) irrita a no pocos, que contraatacan con apelativos como: intransigentes, integristas, fundamentalistas… Parece una tarea imposible. Pero, sin embargo, por otro lado, se ven signos de “ciertas” normas que se ven como irrenunciables, o como grandes logros o avances “para todos”: derechos de las mujeres; derecho al aborto; de los homosexuales… todos estos, y otros (sin entrar a valorarlos) nos dan la pista de que efectivamente todos intuimos un “algo común” para todo ser humano. Y es que algunas normas las experimentamos como universales… Pero ¿cuáles?, y… ¿por qué esas?

Así como media humanidad no tiene escrúpulos en leer los mismos tabloides, escuchar la misma música, llevar el mismo peinado… (es más, de gente que lucha por exportar y llevar a lo más alto de la aceptación social sus ideas en estos campos) si de moral hablamos, aparece una enorme disparidad de ideas. Tantas como hombres existen. Mejor dicho, hay una norma aceptada tan vaga y genérica, que de hecho, no ayuda: ¡Que cada cual haga lo que quiera, sin molestar al otro! Esta parece ser la única norma que es aceptada. Parece, por tanto, que podemos ponernos de acuerdo en todo menos en quienes somos, o qué hemos de hacer… es decir, lo más importante.

2 comentarios:

  1. Que cada cual haga lo que quiera sin molestar al otro,vamos a cambiarla ,haz el bien y no mires a quien.

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