Europa ya no tiene alma. Su alma era el cristianismo, del cual ha renunciado. Europa se muere, perdón, se suicida! Ha renegado de sus raíces, de sus padres... ha escupido al cielo de modo soberbio... pero su soberbio escupitajo le va a caer encima.
Es duro el comentario que haces pero es tolalmente cierto. La pena es que las consecuencias no las pagaremos los padres, sino lo hijos y los nietos. Aunque TODOS las estamos ya sufriendo y la evidencia nos está pegando ya en la cara...
En el programa "Contraste" se ha abordado el tema de la sentencia en Italia sobre la retirada de crucifijos de las escuelas, y ha surgido una pregunta: Si se quitan todos los signos visibles religiosos, una profesora cristiana de un centro público ¿podrá llevar ella crucifijo? Realmente vamos de progres pero dando palos de ciego... Y yo pregunto: ¿esta ley da más libertad o realmente tiende a quitarla? ¿a esto llamamos progreso? Realmente nos caerá el escupitajo encima, a no tardar mucho...
De acuerdo con el anónimo, pero el mal ya está hecho. La política de reducción demográfica, que empezó hace tres o cuatro décadas, la estamos pagando ahora y, por lo que se ve, no hay intención de remediarlo. Nos han vendido que los hijos cohartan las posibilidades de las mujeres a la hora de acceder al mercado laboral y reducen libertades; y con la política que se sigue, en realidad es así. Además, el hedonismo actual está alcanzando cotas insospechadas. Sólo pensamos en nosotros mismos y en el máximo de placer. Pensando así, los hijos, siempre se considerarán un estorbo. Por eso ahora, nos estamos dejando usurpar un espacio que nosotros, conscientemente, hemos dejado vacío.
Quizas haya que plantearse la situacion de otra manera.Estamos en tierra de mision,tambien aqui, es cuestion de cristianizar el entorno, aunque no lo tengamos facil, tampoco lo tuvieron los primeros.
Aquí y ahora está más difícil que cuando los primeros. Re-cristianizar es más complicado. La moda ahora consisten en no creer en la religión y nos esforzamos por que no se nos note. Aunque yo creo que hay mucho cristiano de puertas para adentro pero, en el fondo, tememos que nos señalen con el dedo...
Es duro el comentario que haces pero es tolalmente cierto. La pena es que las consecuencias no las pagaremos los padres, sino lo hijos y los nietos. Aunque TODOS las estamos ya sufriendo y la evidencia nos está pegando ya en la cara...
ResponderEliminarEn el programa "Contraste" se ha abordado el tema de la sentencia en Italia sobre la retirada de crucifijos de las escuelas, y ha surgido una pregunta: Si se quitan todos los signos visibles religiosos, una profesora cristiana de un centro público ¿podrá llevar ella crucifijo?
ResponderEliminarRealmente vamos de progres pero dando palos de ciego...
Y yo pregunto: ¿esta ley da más libertad o realmente tiende a quitarla? ¿a esto llamamos progreso? Realmente nos caerá el escupitajo encima, a no tardar mucho...
yo creo que no esta todo el problema en la immigración,lo que sí hay que concienciar y incentivar a los padres,para que tengan mas hijos
ResponderEliminarDe acuerdo con el anónimo, pero el mal ya está hecho. La política de reducción demográfica, que empezó hace tres o cuatro décadas, la estamos pagando ahora y, por lo que se ve, no hay intención de remediarlo.
ResponderEliminarNos han vendido que los hijos cohartan las posibilidades de las mujeres a la hora de acceder al mercado laboral y reducen libertades; y con la política que se sigue, en realidad es así.
Además, el hedonismo actual está alcanzando cotas insospechadas. Sólo pensamos en nosotros mismos y en el máximo de placer. Pensando así, los hijos, siempre se considerarán un estorbo. Por eso ahora, nos estamos dejando usurpar un espacio que nosotros, conscientemente, hemos dejado vacío.
Quizas haya que plantearse la situacion de otra manera.Estamos en tierra de mision,tambien aqui, es cuestion de cristianizar el entorno, aunque no lo tengamos facil, tampoco lo tuvieron los primeros.
ResponderEliminarAquí y ahora está más difícil que cuando los primeros.
ResponderEliminarRe-cristianizar es más complicado.
La moda ahora consisten en no creer en la religión y nos esforzamos por que no se nos note. Aunque yo creo que hay mucho cristiano de puertas para adentro pero, en el fondo, tememos que nos señalen con el dedo...