viernes, 2 de diciembre de 2011

La verdad seduce

Otra vez! Sí, otra vez. he tenido el gozo de predicar a jóvenes... y como otras veces, son capaces de oír la verdad...aunque sea exigente! Y, es que la intuyen en el fondo de su corazón. Palabras tan evangélicas como: pureza, pobreza, sinceridad, adoración...Dios! resulta que están en el fondo de su corazón, y las reconocen como dentro de su propio patrimonio afectivo-intelectual. Luego, es verdad, que no saben cómo llevarlo a la práctica...incluso les parece difícil... o muy difícil. Pero escuchan con atención e interés. Y reconocen una llamada original y genuina... Hemos de no tener miedo a predicar "todo" el evangelio. No sólo lo que pensamos que caerá bien. Sino todo. Es verdad que a los mayores hay coas que no les gusta oír (no a los jóvenes). Pero si no les gusta porque, precisamente, ya han elegido en su corazón: no se puede...y viven en el descontento o la resignación de no haber saboreado esa riqueza tan, tan...evangélica.

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