lunes, 4 de noviembre de 2013
La crisis y pautas de comportamiento.
No tengo ni idea de economía. Lo que sabía se me ha olvidado todo … o casi todo. Pero para lo que quiero decir no hace falta mucho conocimiento económico. Y es que hemos estado durante años imitándonos unos a otros en los hábitos de consumo, sin más reflexión que "lo hacen todos". No había más pensamientos que: "si fulanito a pedido un préstamo para tener un A5. Yo ¿por qué no?" Vamos, la imitación como criterio. Nadie se preguntaba si era ético (bueno o no) consumir por consumir. Sino "toooodos lo hacen".
Pues ese mismo criterio (erróneo) es con el que se manejan muchas personas en aspectos de iglesia: "como nadie se confiesa", "como todos comulgan", "como todos lo usan"… Es decir, la estulticia en grado supino. Si al menos la gente diera razones… pero es que las repiten sin más, sin pararse a reflexionar un momento.
Del mismo modo que han caído muchas economías por irreflexivas, así pasará con muchas almas, pues se han buscado maestros a su medida, que les enseñen lo que ellos solo quieren oír, ¡sus caprichos! (cfr. 2 Tim 4,3), para seguir con su vida cómoda y des-comprometida.
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Lo de como nadie va a misa yo tampoco puede ser un acto similar al "yo también hipoteca". Pero en mi opinión quienes van, ya van contra corriente, si luego son o no ejemplares no se, pero ir hoy a misa con frecuencia en nuestra sociedad me parece ya un acto de rebeldía social. Así que aunque pocos, quizás sean buenos "mimbres". ;o)
ResponderEliminarLo que debiera hacerse es arovechar que todavía va gente a Misa y no espantarles con sermones aburridos, aprendidos de memoria o que nada tengan que ver con la realidad de los asistentes. De la Misa debiéramos salir entusiasmados, con el corazón ardiendo, pero hace falta que el sacerdote viva realmente lo que estñá haciendo, lo crea y lo transmita. He visto tantas consagraciones como si fueran un acto meramente ritual que no puedo dejar de pensar en San Ignacio de Loyola cuando lloraba de emoción en cada consagración (Y San Ignacio era un hombre curtido en mil batallas). Cuando un sacerdote, misionero etc nos indica con el dedo el camino de la salvación, a quien miramos no es al dedo ni a su dirección, sino al sacerdote, a su semblante, a su mirada y a su credibilidad personal y solo si el nos convence miramos la dirección de su dedo.
ResponderEliminarpero… antes la gente iba más a Misa!!! Y no creo que cambiasen a las de ahora las homilías… ¿no?
ResponderEliminarSupongo que sí, que las homilías eran distintas. Algo tendrán que ver con eso "los tiempos", la formación de los sacerdotes en "homilética" (creo que se dice así) , las recomendaciones "papales" (me parece que BXVI dijo que "no más de 10 min" ¿no?). Yo recuerdo muy distintas las homilías del jesuita del colegio, del párroco, del "cura progre-obrero" que venía alguna vez a la parroquia a decir misa y parecía que venía de poner ladrillos en la obra, de un familiar mío (que tenía muy buena fama como predicador y lo cierto es que se las preparaba mucho), y del arzobispo que venía al colegio mayor y soltaba unos sermones que yo no pillaba (será que soy de ciencias). Y entonces dejé de ir a misa. Pero no fue culpa del arzobispo. Fue que le di más importancia en mi vida a salir con un novio que a ir a misa a las 11. Y poco a poco... no fui más. Han pasado.... más de 2 décadas y ahora Sí voy. Intento no fallar nunca. Porque si te encuentras con Cristo (mejor dicho: si te sale al encuentro) uno decide no fallarle más. E ir a misa (la mesa de la Palabra+la mesa de la Eucaristía) es la feliz posibilidad de encontrarte un ratito más con El y de compartir la fe con la comunidad cristiana. Qué menos que "santificar la fiesta" y dedicarle entre tres cuartos y una hora al Señor. Me parece que esta idea entronca con la "justicia" tal como la define Santo Tomás en la S.T pero dicho coloquialmente. Y uno va a misa "a gusto" , a pesar de que la misa sea "la de niños", y éstos lean tan mal las peticiones que no se entiendan muchas veces, o que el sacerdote diga unas palabras dedicadas a que los críos entiendan algo y les haga preguntas fáciles de primero de catecismo de nuestra EGB y demuestren los críos que salvo un par, los demás no tienen ni idea, o que las canciones sean una especie de "batucada" con tanto cajón de acompañamiento o que monten bastante revuelo en la paz (..."dejad que los niños se acerquen a Mí") o los bebés berreen infatigables...
ResponderEliminarAl final, la Misa es mucho más que una homilía....
Un saludo D. Iñigo y encantados de que haya vuelto a publicar su blog.
Carmen
El otro día leí este artículo en una web "Las cuatro razones por las que la gente deja de ir a la iglesia":
ResponderEliminarhttp://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=32054
Saludos.
Carmen
Antiguamente la gente iba mucho más a misa,ahora son pocos los que van y sobre todo gente mayor,habrá que hacer un examen de conciencia y asumir responsabilidades y digo yo,los curas tendrán algo de culpa,por no decir toda.
ResponderEliminarYO si tengo un negocio y funciona de maravilla,con un montón de clientela y luego esa clientela deja de entrar y consumir,tendré que analizar que es lo que estoy haciendo mal YO,en que me estoy equivocando YO.
Vamos que no hay más ciego que el que no quiere ver,he dicho.
Decía Karl Rahner que "Dios y e diablo se mueven en lo concreto mientras que la Iglesia predica desde la abstracción". Creo que algo de razón tiene. La gente volverá a misa cuando durante la misma no tenga la sensación de asistir a un ritual aburrido y repetitivo, sino que encuentre respuestas concretas a sus preguntas y dudas reales y sobre todo, cuando se propicie durante la Misa el contacto personal, íntimo y real con Jesucristo. Esto es y debiera ser lo único importante. A veces me asusta la de gente que va a comulgar, casi por costumbre, sin haberse confesado antes, durantes meses, y sin conciencia de a quien van a recibir. Al rey de reyes que quiere entrar en sus almas lleno de regalos y a quien se le recibe sin ningún respeto ni amor. Pero hay de todo. Lo triste es la falta de jóvenes.
ResponderEliminarDecía Vd. D.Íñigo:
ResponderEliminar... "toooodos lo hacen". Pues ese mismo criterio (erróneo) es con el que se manejan muchas personas en aspectos de iglesia: "como nadie se confiesa", "como todos comulgan", "como todos lo usan"… "
Pues precisamente, ante tanta "mentira repetida convertida finalmente en verdad a base de repetirla", los sacerdotes deberían "aclarar" qué está bien y qué está mal. Porque a la gente, las cosas aprendidas en el catecismo se le olvidan... o nunca las han sabido...
Lo que pasa es que "aclarar las cosas" puede llegar a ser muy políticamente incorrecto, disuasorio, fuente de problemas... Y no les arrendaría yo la ganancia a Vds. los sacerdotes, sinceramente, aunque la misión de un buen cura ha de ser ganar almas para Cristo (¿o no?).Tendrán que ser mansos-sagaces cual paloma-serpentina para llevar al rebaño al redil.
Conste que no me refiero a Vd. en ningún momento, pues una vez que le oí predicar un retiro me gustó.
Saludos
Carmen