No, no me he equivocado (esta vez). Tantos litros de tinta, tanto papel para este ¿buen? hombre... Y en contraste os presento a alguien muy distinto. Mujer, religiosa, discretísima, trabajando en un pueblito de Navarra, Lerín. No digo que ser presidente de EEUU es una bobada o que no es importante. Sólo quiero decir que a los ojos de Dios tiene el mismo valor....o ¡más! el que se realice con mayor amor y fe. A Dios no le seducen los puestos o cargos.Yo sé que esta buena hermana de la Caridad de Santa Ana, ha estado en este Lerín una barbaridad de años. A ojos humanos pueden parecer desperdiciados. Con los ojos de Dios son oro puro. Años de entrega, a lo María en Nazaret. Años de ser columna para la parroquia ...y para los sacerdotes que han pasado por allá (yo entre ellos)
No voy a decir que es mejor ser hermana que presidente de los EEUU, (entre otras cosas porque espero que un día llegue un buen presidente católico a lo EE UU) pero sí quiero recordarnos que no hemos de ser deslumbrados por el cargo, sino por cómo realizamos nuestro trabajo diario: la fe, la entrega, la caridad, la discreción...
Por mi parte sólo me quedad decir: ¡Gracias hermana Asunción por su entrega! Pues Barack no me ha ayudado ni la mínima parte que esta santa mujer.
Cierto, a su lado, Barack o cualquiera un nindungui... ¡Viva la Hermana Asunción!
ResponderEliminarDice Sofi: aprovechamos desde aquí para darle las gracias a la Hna. Asunción por todos los años de servicio a la parroquia. Nunca terminaremos de agradecérselo. ¡Que el Señor la bendiga y la fortalezca corporal y espiritualmente.
ResponderEliminar¡¡Gracias hermana Asunción!! a eso se le llama fidelidad, entrega y Amor.
ResponderEliminarFdo La hermana del cura que le ha visto funcionar
Es una persona que va en silencio por la vida pero que marca camino. Merece la pena seguir sus pasos. Gracías Hna Asunción.
ResponderEliminarEs una persona que va en silencio por la vida pero que marca camino. Merece la pena seguir sus pasos. Gracías Hna Asunción.
ResponderEliminarSi en el mundo hubiera más personas como ella, no estaríamos ahora en la situación que estamos en este superavanzado y moderno siglo XXI. Recemos para que Dios nos conceda más "hermanas Asunción" y para que el motivo que guíe a nuestros dirigentes sea el mismo que le guía a ella en su hacer anónimo del día a día.
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