A estas alturas ¿se le ocurre a alguien en vocaciones al carmelo? Pues sí. Aquí tenéis una prueba de ello. Se llama Rafa y es uno de los jovencísimos carmelitas de España. ¿Bien no? Estuve hablando con él, bien amable, y sin vergüenza de ir como lo que es: carmelita descalzo, por tanto con sus correspondientes sandalias, ¡lástima que no salen!
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