Se ha producido un secuestro y nadie le echa de menos. Se lleva diciendo nos sé cuánto tiempo: si te gusta, hazlo! Pero con esta medida nos han robado la esencia del hombre: hacer lo que debemos, libremente, sin coacciones. Es decir, por amor.... El apetito, mi placer coincide muy pocas veces con mis obligaciones, con lo justo.
Nos han secuestrado al hombre. Ahora ser hombre es ser una especie de animal, pues estos sí se guían por lo que les apetece: los instintos. Sin embargo nosotros tenemos otras facultades: la inteligencia que nos guía por la selva del placer, para llegar al destino de lo debido, lo adecuado, lo que debía ser hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario