domingo, 1 de agosto de 2010

Y a mí ... ¿Quién me protege del gobierno?


Y si el Gobierno comienza a creerse dios, y a legislar injustamente...¿quién me protegerá de él? Si decide quien tiene derecho a seleccionar las vidas de otros seres humanos ¿quién me protegerá de él? Si comienza a sanear las cuentas a base de ahorrar en medicinas para los enfermos crónicos ¿quién me protegerá de él? Si el Gobierno decide que él debe educar a nuestros hijos...¿quién le parará los pies?

El Gobierno es nuestro servidor. El Gobierno está al servicio de los ciudadanos. No es nuestro tutor ni nuestro mentor. Hay libertades que son inegociables. Intocables. Para todos. Es decir: ¡Sagradas!

Los Gobiernos están yendo demasiado lejos...

Alguno me dirá que en las elecciones...pero resulta que no se da una marcha atrás en muchos temas esenciales para construir una sociedad justa: aborto, legislación sobre la familia o la educación... El siguiente gobierno no quiere nunca hacerse cargo de lo anterior, y deja pasar...

5 comentarios:

  1. Nunca habra un gobierno a gusto de todos,es imposible.

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  2. Ya, de acuerdo que nunca llueve a gusto de todos. Pero lo que de verdad molesta es que, gobiernos que presumen de demócratas y de respeto a las libertades de las PERSONAS, sean los más autoritarios y dictadores, imponiendo su criterio enmascarados en la democracia. Nos utilizan y nos manejan según les conviene. Y me viene otra vez a la mente el comentario que hice en la entrada del 27 de Julio, al hilo de la publicación de Íñigo sobre cultura del aborto y fe católica. Me siento utilizada y manejada por un gobierno, que con una ley me dice que yo no puedo impedir que mi hija menor de edad mate a un bebé que lleva en su seno, simplemente con que ella diga que no hay entendimiento con sus padres y con otra ley apela a nuestra responsabilidad como padres y nos pide autorización para que mi hijo de 15 años utilice un autobús (llamado "voy vengo") para ir a las fiestas de los pueblos cercanos y contribuir así a la siniestralidad en la carretera. ¡Seamos coherentes! ¿Soy madre para autorizar o no a mi hija menor a que coja un autobús (que me parece bien si realmente es para evitar accidentes) y no soy madre para ayudarle, aconsejarle y evitar que mate a un niño que pueda llevar en su seno, con las consecuencias que eso conlleva no tengo nada que decir? Señores gobernantes, déjense de tonterías, respeten las libertades principales y ocúpense realmente de gobernar democráticamente.

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  3. Perdón, en el comentario anterior quise decir "contribuir así a evitar la siniestralidad en la carretera"

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  4. Totalmente de acuerdo Nieves!!!

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  5. Un gobierno que niegue y legisle contra la dimensión moral y espiritual del hombre es un gobierno inhumano e injusto. No somos esclavos del Estado, somos ciudadanos y, además, hijos de Dios, por tanto titulares de unos derechos inalienables e irrenunciables que ningún gobernante puede ultrajar. El Estado quiere ser dios, quiere gobernar nuestras vidas y someternos a su ideología. Ahí está el germen del mal, "non serviam", el diablo dijo a Dios "no te serviré" porque él mismo quería ser como Dios. Hoy el Estado también le dice a Dios "no te serviré", "porque yo soy ahora el camino, la verdad y la vida. Yo legislo, yo condeno y yo santifico. Desterremos a Dios".
    Frente a tal despropósito debemos OPONERNOS, y frente al non servian digamos a Dios como María "he aquí la esclava del Señor".

    Meditemos con cuidado a quién votamos porque vendrán los lobos con pieles de cordero.

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