Estos, sí que tienen clara sus raíces. Europa se deshace oco a poco a falta de un buen cimiento que la haga subsistir. De este peligro parece que sólo se da cuenta la Iglesia. Los Romanos, en sus estertores, echaron la cúlpa de sus males a la Iglesia. Esta sobrevivió, y Roma murió. Algo así pasará con esta Europa descreída y soberbia; pasará y la Iglesia "prevalecerá hasta el fin de los tiempos".
Miren hacia dentro y preguntense que estan haciendo mal,porque desde luego toda la culpa no es nuestra,ustedes tendran su parte de culpa.
ResponderEliminarCorrijan su mal y prediquen con el ejemplo,que sin lugar a dudas,es la mejor enseñanza.
cierto...eso ha de hacerse siempre
ResponderEliminarDel llamado del Papa Juan Pablo II, en el Acto Europeo en Santiago de Compostela el 9 de noviembre de 1982
ResponderEliminar“Yo, Sucesor de Pedro en la Sede de Roma, una Sede que Cristo quiso colocar en Europa y que ama por su esfuerzo en la difusión del cristianismo en todo el mundo. Yo, Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal, desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Revive aquellos valores auténticos que hicieron gloriosa tu historia y benéfica tu presencia en los demás continentes. Reconstruye tu unidad espiritual, en un clima de pleno respeto a las otras religiones y a las genuinas libertades. Da al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. No te enorgullezcas por tus conquistas hasta olvidar sus posibles consecuencias negativas. No te deprimas por la pérdida cuantitativa de tu grandeza en el mundo o por las crisis sociales y culturales que te afectan ahora. Tú puedes ser todavía faro de civilización y estímulo de progreso para el mundo.