La noción de pecado ha desaparecido casi completamente. Quizás quedan algunos: robar, matar, mentir ... Y poco más.
Pero de los poco que se habla de este tema casi nunca se habla de los pecados intelectuales. Los de la soberbia, el no creer, la cabezoneria, renegar de la fe...
Y, precismente, estos son los más difíciles de detectar... por nosotros mismos. Somos presa fácil de nuestras propias pasiones, miedos, rencores, seguridades etc... Es a mi entender, imposible no caer en este campo... a no ser que obedezcamos, de este modo saldremos indemnes de las trampas.
Para esto es muy importante la formación necesaria y distinguir entre lo que puedo opinar y lo que he de creer.
Decía un santo que "es muy difícil mantenerse casto en un burdel". Creo que ahora nos pasa un poco de esto. La sociedad relativista, hedonista y consumista, la publicidad permanente, la Televisión y sus ataques permanentes a la moral y a la Iglesia, la permisividad, la falta de valores etc, no ayudan a que nuestra juventud y nosotros mismos tengamos una conciencia clara de lo que está bien y de lo que está mal. Ahora la disyuntiva parece ser, si lo hace todo el mundo entonces está bien. Todo esto es consecuencia de haber desterrado a Dios de nuestras vidas, nuestra sociedad y nuestra cultura. Hace falta una nueva evangelización de Europa. Nos hemos vuelto a convertir en tierra de misiones.
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