Nos han repetido tantas veces que NO se puede sufrir, que nos lo hemos creído. Y cuando vemos a otros que se ríen del sufrimiento: malformaciones, limitaciones, feísmos, handicaps... los tomamos por locos. Sin embargo a mi me parecen valientes.
Aquí hay una familia que se ríe de lo que al mundo le atormenta. Lo que en tantos lugares es excusa para deshacerse de una vida, ellos lo acogen, lo valoran, lo custodian... lo quieren, aunque lo tengan que coger de la basura.
¡Qué tíos!
El sufrimiento es una realidad, y creo que más que reir o llorar por él, hay que preguntarse por su "sentido". El pensamiento cristiano "clásico" lo ha explicado siempre, pero hace tiempo que el consenso general lo ha convertido en algo "inútil", en un sinsentido del que debemos huir (me viene a la mente un "bestseller" archipresente en librerías y programas radiofónicos de la psicóloga Mª Jesús Alava Reyes titulado "La inutilidad del sufrimiento").
ResponderEliminarSaludos.Carmen
Se merecen un aplauso.
ResponderEliminarYo también les aplaudo a la vez que me avergüenzo de mi aburguesamiento y mi poco compromiso. Para Kiko Argüello, fundador, de los neocatecumenales, es precisamente ésta una de las cuestiones en las que más insiste en sus reflexiones; el valor inmenso ante Dios del "sufrimiento de los inocentes". Nosotros no lo entendemos, como tampoco entendemos el por qué la redención del hombre implicó la cruz de Cristo. Lo cierto es que el sufrimiento nos hace más sabios, más reflexivos, más humildes y comprensibles con los demás. "Porque con mayor dolor, prueba con mayor amor a las almas que más quiere" (Pemán). Todo un escándalo para el mundo de hoy y un mensaje liberador que los católicos podemos ofrecer al mundo, diciéndoles, ánimo, que vuestro sufrimiento, no es inútil, no pasa desapercibido para Dios sino que os está abriendo el cielo. No rechacéis vuestra cruz, abrazaros a ella porque es vuestra/nuestra tabla de salvación en este mundo hedonista. La fe no nos quita el sufrimiento pero lo sublima y le da sentido. Un saludo. Shalom!!
ResponderEliminarSchlomo, ha mencionado uno de mis poemas favoritos: "Resignación" de Pemán. Una joya: Bendito seas, Señor, por tu infinita bondad, porque pones con amor, sobre espinas de dolor, rosas de conformidad...
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