viernes, 7 de junio de 2013
Viviendo esta fiesta de verdad, nos consagramos
Para qué no sea otra fiesta litúrgica más, aprovechamos a consagrar os al sagrado corazón de Jesús. Y a todos los nuestros:
Yo, __________, me doy y consagro al Sagrado Corazon de Nuestro Señor Jesucristo, mi persona y mi vida, mis oraciones, penas y sufrimientos, para no querer servirme de ninguna parte de mi ser sino para honrarlo, amarlo y glorificarlo. Es mi voluntad irrevocable ser todo de El y hacer todo por su amor, renunciando de todo corazón a todo lo que pueda disgustarle.
Yo os tomo, pues, Oh Sagrado Corazón, por el único objeto de mi amor, el protector de mi vida, la seguridad de mi salvación, el remedio de mi fragilidad y de mi inconstancia, el reparador de todos los defectos de mi vida, y mi asilo en la hora de mi muerte.
Sed, por tanto, ¡Oh Corazón de bondad! mi justificación para con Dios vuestro Padre, y alejad de mi los rayos de su justa cólera. ¡Oh Corazón de amor! yo pongo toda mi confianza en vos, pues todo lo temo de mi malicia y de mi debilidad, pero todo espero de vuestra bondad. ¡Extinguid pues en mí todo lo que os pueda desagradar o resistir! Que vuestro puro amor os imprima con tanta presteza en mi corazón que no pueda jamás olvidaros, ni estar separado de vos, a quien conjuro, por todas vuestras bondades, que mi nombre sea escrito en vos, pues yo quiero hacer construir mi gloria en vivir y morir en calidad de esclavo vuestro. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío
ResponderEliminarMuchas gracias por la oración D, Iñigo. La acabo de hacer para consagrarme a mi y a todos mis seres queridos a su Sagrado Corazón que arde en amor por las almas. !Cuánta riqueza tiene la tradición de la Iglesia en oraciones, jaculatorias, devociones, etc que hemos ido perdiendo y olvidando para acabar en un no sé qué abstracto e intangible que lejos de ayudarnos nos dificulta nuestro amor a Dios y a los hermanos.
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