En la Historia de la Salvación, narrada en la Biblia, hay varios momentos que son cruciales. Abraham, Moisés... y María. No por despreciar a los demás, sino por que estos tienen la fuerza de la respuesta personal ante un reto sin precedentes; cada cual en un nivel distinto.
Abraham s nuestro padre en la fe. Él salió de Ur de los Caldeos, dejándolo todo, cultura, amigos, posesiones, comodidades... para seguir la invitación de un Dios nuevo.
Moisés posee la fuerza del valor. Retoma la tradición difuminada en la historia, y ha de enfrentarse contra el poder dominante: el Farón.
Todo ocurrió en la oscuridad de la historia, donde los testigos no existían, allá en los ancestros de nuestros antepasados. Cuando las culturas eran aún, muy rudimentarias. Sin embargo el hombre era capaz de oír y obedecer a Dios.
Es precisamente en esta escucha donde nos acercamos en este vídeo. Es el mismo que os puse más abajo, pero siendo más fiel; exactamente en la lengua en que debió ocurrir: Hebreo. De este modo nos acercamos con más fidelidad a aquél momento extraordinario y sobrenatural. Así sonaría la voz del Señor y la de Moisés.
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