martes, 24 de mayo de 2011

Sacerdocio femenino



Este tema es imposible de entender si sólo se contempla la Iglesia desde las categorías o criterios del s XX-XXI. Este tema es algo absolutamente ajeno a la Iglesia de los primerísimos siglos. La Iglesia no se lo ha planteado nunca, y ha vivido así desde los mismos comienzos del cristianismo. Dicho de otra manera, la Iglesia quiere ser fiel a sí misma, a Cristo. Sin fe, la Iglesia no se entiende. Fuera de la fe no será más que una manía de unos "señores". Para algunos, el hecho de que sea un planteamiento moderno no les ayuda a entender la negativa de la Iglesia en este tema, pero es, precisamente, un criterio de mucho peso, para verlo como ajeno a la voluntad de Dios. Pues la Iglesia no deja de mirarse al principio, y a lo largo de la historia, para entenderse mejor.

Veamos, muy someramente, algunos criterios...

Cristo eligió a sus discípulos. En aquélla época era justo al revés: los discípulos elegían al maestro...

No se puede decir que Cristo tuviese miedo, o calculase la respuesta de sus predicaciones... precisamente le dicen que habla sin temor a lo que digan de él "sin acepción de personas"...

Cristo eligió a hombres.

Los Doce eligieron también hombres.

La Iglesia subapostólica... eligió también hombres. Esto tiene mucha importancia. Si se argumenta que estaban condicionados por la cultura del momento... se puede afirmar, habrá que hacerlo, que lo estaban no sólo en ese aspecto, sino en todos, o en muchos más... es decir que el mensaje de Cristo ha sido modelado, condicionado, cercenado por la cultura..¿¡?
Esta demanda comienza con el llamado movimiento feminista, que ya ha llegado a afirmar que la sociedad de Cristo era 100% machista y que, por tanto, hay que rechazar todo el evangelio. Creo que si no se acepta el poder del Espíritu Santo, hay que admitir este argumento...pues ciertamente, eran machistas. Pero hay que hacerse más preguntas.

Cristo nos ha revelado que Dios es Padre. Para nada dice que es ¡madre! Hay algunos que lo afirman... sin bases escriturísticas. Si se cambian los contenidos de la revelación hay que afirmar las bases para hacerlo.

En otro orden de argumentos. No hay cultura en la que la mujer haya llegado más alto que en la cristiana. Sólo hay que hacer una comparativa con las culturas orientales...

La Iglesia ya ha afirmado que es un dato inmutable. Que no se va a cambiar...lo hizo Juan Pablo II, papa poco sospechoso de cobarde, opuso o timorato (entre sus escritos tiene teologías del cuerpo...)

Se pueden argüir más ideas, pero creo que están son claves.

Pensar que la Iglesia no "cede" por cualquier motivo ajeno a la misma fe (miedos, recelos, reservas, machismo...) afectará al vigor de nuestra fe en la Iglesia. Instrumento QUERIDO por Cristo para transmitirnos la fe.

En el Credo afirmamos que creemos "a" la Iglesia. Ahí actúa el Espíritu Santo. En otros sitios también actúa... pero no sabemos dónde o cuales son esos ámbitos.

3 comentarios:

  1. Se quiere reprochar a la Iglesia de todos los males, también de machismo.Claro que, con las ideologias de género lo van a tener muy fácil, no les van a bastar nuestros argumentos...No sé hasta que punto insistir en la dialéctica sirve de algo. Nosotros no somos de este mundo.
    Parece que algunos creyentes quieren hacer a toda costa una "modernización" de algunos puntos de nuestra fe y tradición para que encaje en esta sociedad, sociedad que ponen como patrón de todo lo que debe ser...

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  2. Me da mucha lástima que este tipo de problemas los tenga que tener Iglesia. La Iglesia sigue siendo fiel al Evangelio desde sus principios, y si prefiere ignorarlo, coger lo que la conviene, y "modernizarse" para atraer a la gente, ya no es Iglesia.
    No creo para nada que Cristo fue, mejor dicho no creo que es machista, ni Jesus, ni Dios ,ni el Espiritu Santo. Y si asi fuera no creo que Dios hubiera creado a la mujer. Jesus aceptó a mujeres entre sus discipulos y se aparecio a ellas antes que a los 11.

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  3. Yo no creo que sea cuestión de valentía o cobardía aceptar o negar el sacerdocio femenino. Pero no veo del todo claro (lo siento Íñigo) que las mujeres no puedan optar a este sacramento si lo consideramos una llamada de Dios y no una elección personal.
    Tampoco se trata de hacer comparaciones con otras culturas, sean de donde sean. Quisiera constatar con rigor que en la Sagrada Escritura se hace referencia a que las mujeres no puedan optar al sacerdocio, pues pienso que si por el Bautismo nos hacemos uno en Cristo, no hay razón por la que las mujeres no puedan ser llamadas a este ministerio. La Iglesia puede decir que es algo inmutable, pero debe hacerlo desde la revelación. También Jesús eligió sólo doce apóstoles y luego, por las necesidades que se plantearon al aumentar el número de seguidores, se eligieron a otros para que colaboraran con los elegidos inicialmente. Y no por eso el mensaje de Cristo se ha visto cercenado ni condicionado por la cultura. El mensaje de Cristo no cambió por eso, como no cambiaría tampoco porque las mujeres pudieran optar al matrimonio.
    No soy para nada feminista (más bien estoy en contra de tanto feminismo exagerado que nos quiere hacer iguales a todos en todo). Únicamente creo que las necesidades actuales de la comunidad cristiana son otras bien distintas a las de hace 2000 años y se plantean unos problemas organizativos que se podrían solucionar de forma más sencilla, sin querer con ello conseguir eliminar el machismo del mensaje de Jesús, que no es tal. Se trata de ser prácticos y de tratar de solucionar problemas de atención parroquial que ante la escasez de sacerdotes se han creado en nuestro siglo. Problemas en las parroquias pequeñas que nos hacen sentirnos desatendidos porque los sacerdotes no pueden dividirse ni llegar a más.
    ¿De verdad que no se podría llegar a una solución sin entrar en planteamientos feministas-machistas? Y eso no sería ir en contra de que Dios es Padre: para mí, Dios es Padre y seguirá siéndolo aunque hubiera mujeres sacerdotes. Creo que no se trata de que la Iglesia quiera o no quiera ceder. Y acceder a este planteamiento no va en contra de la fe. No sé cuáles pueden ser los argumentos que desde la fe se pueden dar para afirmar que hacerlo sería ir en contra de la misma.
    Siento haberme extendido tanto, pero no acabo de ver claro la negativa al sacerdocio femenino. No creo que sea ninguna herejía ni ningún ataque a los principios básicos de nuestra fe.

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