viernes, 21 de junio de 2013

Prudencia, caridad y política

Me da lástima, bastante. Creo, es solo una opinión personal y puedo estar equivocado, pero me da la impresión que se ha sustituido en nuestra Iglesia católica (no todos, eh!) la verdad, por la prudencia, y esta por la política eclesial... Me refiero a que, los cristianos, hemos de predicar la Verdad del evangelio, TODA ella. Y, por supuesto que a veces hay que ser prudentes en su predicación, pero NO para evitar temas espinosos, (políticamente incorrectos) sino para una progresiva y, por tanto, ADECUADA comprensión. Sin embargo, veo como los hay que entienden la prudencia de la predicación por un mero: no crear problemas...y por tanto hacen piruetas constantemente, para no afrontar toda la verdad del evangelio, apartando temas de la predicación constantemente: existencia del infierno, uso del preservativo, uniones homosexuales, pecados mortales y imposibilidad de comulgar sin confesión previa, necesidad del ayuno eucarístico, la castidad etc... Me da pena, no por los que se afanan en tal criterio (allá ellos y su responsabilidad ante Dios), sino por el pueblo fiel que se le priva de la Verdad del evangelio, quedando este, en la inteligencia de los fieles como algo absurdo, ilógico o incoherente, y por tanto arduo de seguir... ¿quién va a dar su vida por algo absurdo? La Verdad, sea ardua o no, tiene fuerza suficiente en nuestros corazones para que nos rindamos a ella, para que la sigamos. A los predicadores se nos pide hacer comprensible la verdad evangélica, no amordazarla o aguarla. La verdad católica, alimenta tanto nuestra cabeza, como nuestro corazón que satisface nuestros anhelos más profundos... e incógnitas más humanas (muerte, dolor...)

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Solamente la VERDAD nos hará libres. No las medias verdades, ni el "buenismo" en la predicación en la que a Dios se le ha convertido, en nombre de la Misericordia, en un monigote maleable al gusto de cada párroco o teólogo de turno. Creo que quien obra así es porque no está verdaderamente confiado de lo que ofrece, no cree en la inmensidad y misterio de su Ministerio y se deja llevar por sus temores humanos (Como Pedro cuando cantó el Gallo) y por lo que, en su opinión, no escandaliza al pueblo, no vaya a ser que se le vacíe la parroquia. Ha olvidado que él nada puede, que sólo es Dios quien lo puede todo y que estamos llamados a ser piedra de escándalo, porque creemos en un Dios Crucificado, flagelado, insultado y humillado. AUTÉNTICO ESCÁNDALO Ese es nuestro Rey, el rey que predicamos. La experiencia me ha demostrado que cuando un sacerdote vive su Ministerio con auténtico celo de almas, la Iglesia se le llena, pero que cuando se limita a decir sermones "sin sal" que no ofendan a nadie y dejen a todo el mundo tranquilo, acaban aburriendo y la gente se les va. ¿Se imaginan a un médico que solo les dijera que están siempre sanos, que van muy bien con la dieta y ocultase las enfermedades que padecen y, además, tienen cura (y esto en los dos sentidos)?.La Fe no te conduce al rededor de los problemas sino a través de ellos, haciéndoles frente con valor, honestidad y confianza en la Misericordia de Dios. Decía, como crítica, Karl Rahner que "Dios y el diablo se mueven en lo concreto mientras que la Iglesia, (yo diría una parte de ella) predica desde la abstracción". Y algo de razón no le falta. existe miedo a decir las cosas por su nombre; al aborto crimen, al deseo lujuria, a la falta de honestidad robo, al infierno infierno, etc. Decía San Gregorio, en definitiva, que "No hay peor escándalo que querer ocultar la verdad por miedo al escándalo". Por todo ello, y termino para no dar más la chapa, como dice el Padre Jesuita Toni Catalá, SJ "No creemos en un Dios de "rebajas" sino en un Dios que se "abaja".

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  2. En un mundo donde el relativismo y lo "políticamente correcto" lo impregna todo, donde a nadie le gusta oír lo que pueda contrariarle... tiene que ser muy difícil ejercer el ministerio sacerdotal. Por menos de nada la gente monta "un pollo" cuando se la contradice. Aunque eso ha debido pasar siempre. Lo que pasa que ahora puede llegar a salir en TV.
    Y lo cierto es que necesitamos que la Verdad resplandezca y se nos muestre con claridad por nuestros pastores(que somos ovejas, no "borregos"). Me pregunto si en este estado de cosas los mismos sacerdotes no se verán a veces un poco desconcertados y faltos de apoyo. Rezamos por ellos para que puedan ser auténticos pastores y que no se desanimen jamás.

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  3. Ciertamente, y como muy bien dice un refrán, "a los sacerdotes que no hacen oración el diablo les castiga con reuniones." Hoy pasa un poco de eso, tenemos a los sacerdotes metidos en mil comités, consejos parroquiales, etc etc y, mientras tanto, los confesionarios vacíos y las iglesias cerradas.

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