martes, 20 de julio de 2010

Gracias por su Misa!



En estos años de sacerdocio me han dicho muchas cosas, unas buenas y otras...mejores. Unos me han intentado alagar (se agradece) pero con elogios erróneos, a mi parecer: sobre cosas accidentales: juventud (pasará....ya ha pasado), lo afortunado de una homilía (otras muchas habrán tenido que soportar), sobre lo acertado de un acto concreto (otras erraremos) etc...
Creo que la que da en el clavo, sn peligro de adular al sacerdote, es la que he oído por estos lares, varias veces: ¡Gracias por su sacerdocio!, ¡Gracias por su Misa! (no por lo bien o acertado de esta, sino, sin más, por la Misa)

4 comentarios:

  1. Una vez un sacerdote anciano de pueblo, parecido al Don Camilo de la novela (Sotana raída y bicicleta), me dijo una gran verdad. Dijo que el sacerdote es como el caño de una fuente. Unos son de oro, otros de bronce, otros de plástico, otros de humilde chapa, pero todos dejan pasar el mismo agua. Y la gente cuando acude a ellos es para beber y apagar su sed (de Dios). De esta forma, tan hermosa y profunda, se quitaba el complejo de no ser un gran orador ni un gran teólogo reafirmando la importancia de su sacerdocio-humilde- y su ansia de "dar de beber",
    Creo que este sacerdote entendía a la perfección su Ministerio y su vocación

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  2. "Cracias,perdón"son palabras que siempre hemos de decirles.
    QUE POCO ES UNA VIDA, PARA OFRECERLA A DIOS!
    Preciosa fraseeeee,

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  3. Es de buen nacido ser agradecido y en el sacerdocio como en otra profesion,hay que agradecer siempre lo bien hecho.En este caso,
    "Eskerrik asko zure pozez eta zorionak zure lanagatik"

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  4. El sacerdote se consagra a Dios, se ofrece a Él, y le sirve con entrega y generosidad en el servicio a nosotros, su rebaño.
    Por tanto y bueno: gracias por su Servicio.

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