El Señor dijo, y sabía bien lo que decía, que "quien fiel en lo poco, es fiel en lo mucho" (Lc 16, 10). Hoy en día nos hemos conformado en que la gente haga lo que quiera en su vida privada, pero que trabaje bien... como si de dos personas distintas se tratasen... gran mentira o trampa.
Hemos cedido en que los políticos pueden hacer cualquier cosa en su vida privada, solo han de gobernar para todos... como si se pudiera separar con un bisturí tal cosa!
Y ahí tenemos políticos que hacen cualquier cosa por seguir en el poder, por dar gusto a todos, por no montar un escándalo... el precio de todo esto, que en principio no suena nada mal, es que la moral se difumina por de "no contristar" a este o ese grupo.
Y así, la única que sale perdiendo es la verdad, y con ella, necesariamente la justicia. Y acaban pagando lo s de siempre, los menos fuertes o influyentes.
En el caso que me ocupa las empresas pornográficas son muy poderosas y mueven mucho dinero... mucho, y los políticos no tienen lo que hay que tener para mover tantas y tantas páginas web al dominio xx, de tal manera que los ordenadores, fácilmente puedan discriminarlos. Por eso, de tiempo en tiempo salen algunas páginas en internet que no tendría nadie que verlas... ni un instantes, pues nunca fue su intención verlas. Estas, juegan con la trampa del agazaparse entre las normales y, así, captar ¿clientes?...¡dinero!
Por favor, reúnan toda esa MIER... y ¡tírenla en el cubo del domino xx!
Hola iñigo que tal estas me ha gustado mucho tus fotos y tu comentario
ResponderEliminarTotalmente cierto. Y ¿qué decir de los periódicos "serios", de noticias como El Correo, etc, etc,que a la vez de defender en sus líneas editoriales "principios morales" incluyen sin ningún pudor en sus páginas de anuncios todo tipo de ofertas inmorales, sexistas, pornográficas y escandalosas?. Poderoso caballero es don dinero..."todo esto te daré si me adoras". Y otro tanto podríamos decir de las tiendas de "chuches" y gasolineras donde ponen a la venta vídeos y revistas pornográficas sin importarles el que estén al libre acceso de la mirada de los niños. Pero de todo esto, pese a que en degradan a la mujer convirtiéndola en un objeto de consumo masculino, ni las feministas ni la progresía ni los conservadores dicen nada,. Pero sí podemos hacer algo nosotros, podemos negarnos a comprar perióodicos o productos en aquellos lugares en los que se venda y exponga pornografía y manifestarlo en los libros de reclamaciones para que se sepa. Decía el Hno Rafael, monje trapense y ya santo, que era muy difícil mantenerse casto en un burdel y hoy nuestra sociedad (tv, internet, prensa, moda, etc) se ha convertido en un gran lupanar que rinde adoración al dinero.
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