La liturgia es, en nuestros días, la gran desconocida. Son el conjunto de oraciones, gestos, silencios por los que Dios se manifiesta en las celebraciones sacramentales. Todos ellos tienen raigambre bíblica, no son "arbitrarios". Y si alguno gesto, oración... ha aparecido de forma tardía en la Iglesia es, para subrayar y unir lo que se estaba perdiendo, como puede ser la elevación del cuerpo de Cristo después de la consagración... que quiere reforzar la adoración al Señor a quién solo a Él hemos de adorar, amar...
Pero me parece que en nuestros días hay un gran desconocimiento de la liturgia y lo único que se busca es lo estético, sin más criterio que esta. Sin conexión con la gran tradición de la Iglesia. Y se ven cada cosa...
Cuidar la liturgia, tal y como la Iglesia dispone es, entre muchas cosas, ayudar a los fieles a comprender lo que es, la eucaristía: las genuflexiones, los besos, los silencios o inclinaciones de cabeza... todo ayuda para que el centro sea Cristo... no el cura, ni los asistentes. Todos han de mirar hacia Cristo, hacia nadie más.
Ciertamente, en algunas Iglesias nos asombramos con las "mutaciones" que están experimentando la liturgia y el CREDO. cAadavez se tiende más a que las oraciones propias y exclusivas del sacerdote las recen los fieles usurpando así una función en la liturgia que no les corresponde. ¿Por qué se consiente y en la mayoría d elas veces se anima?. Estamos perdiendo el concepto de lo Sagrado haciendo de la misa una reunión exclusiva de hombres, una terapia de grupo o una catequesis, pero no lo que es y debe ser la Santa Misa.
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