miércoles, 4 de enero de 2012
a los reyes...
Qué les pido a los Reyes Majos?
Pues me atrevo a pedir todo para mi Madre la Iglesia, a saber:
1º Un número cada vez mayor de curas que celebren con recia devoción la sagrada eucaristía.Que la amen, veneren y la defiendan como su vida.
2ºMiles y miles de hombres y mujeres que lleven a sus vidas cotidianas el testimonio de una vida superior, es decir, sobrenatural. Que hay un cielo esperándonos. Que no todo termina aquí. Que la vida plena es el cielo, no el éxito material, profesional o físico.
3º Cada vez más obispos que se atrevan a poner su vida espiritual antes que nada...incluidas ponencias, charlas, libros o programas.
4º Una gran multitud de laicos que se tomen en serio el Vaticano II, es decir, su llamada a la santidad, sin rebajas.
5º Instituciones que se definan como católicas...que realmente lo sean.
6º Cristianos que esten preparados a morir por su fe.
7º Mientras deseamos que la sociedad, las instituciones, los gobiernos sean más respetuosos con la fe...nosotros, los creyentes la vivamos en todos los estratos de la vida: privada, profesional, laboral...
8º Bueno,... y unos calcetines para el frío.
sábado, 31 de diciembre de 2011
Entre Dios y Elvis...
La madre Dolores transcurre las mañanas en el silencio, la oración y la contemplación. Rezar y trabajar, había escrito san Benito, por eso al rayar el alba ordeña la vaca y por las tardes cultiva el campo y cuida las hortalizas. Lo anterior sin descuidar la formación de sus novicias. El canto gregoriano es parte constitutiva de esta abadía femenina de la orden benedictina cuyas religiosas se despiertan con amor a mitad de cada noche para entonar himnos a Dios.
¿Y qué tiene que ver ella con Elvis Presey? Resulta que la vida de la madre Dolores no siempre fue ésta. Actriz famosa y reconocida en la década de los cincuentas y de los sesentas, con el nombre artístico de Dolores Hart -su verdadero apellido es Hicks-, compartió escena con los más famosos actores y cantantes de su época como Anthony Quinn, Gary Cooper, Ana Magnani o Elvis Presley. De hecho, en la película "Loving you" fue su primer papel, convirtiéndose en la primera actriz en ser la dama joven de Elvis Presley que también debutaba, con quien tiempo después filmaría, también, "King Creole", quedando así su imagen siempre ligada a ese cantante en la mente de los aficionados al cinematógrafo. Figuró en carteleras, revistas y anuncios publicitarios. No podía estar en lugares públicos ya que los admiradores hacían lo imposible por arrancarle un autógrafo. Curiosamente, Dolores estaba emparentada políticamente con el cantante y actor Mario Lanza, quien estaba casado con una tía de ella.
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Ver escenas de su primer film:
Al regresar de una gira de promoción de una de sus últimas películas, pide al chofer de su limousine dejarla delante de la abadía Regina Laudis, en Connecticut. Era el 13 de junio de 1963. La súper actriz de la Metro Goldwyn Mayer, Dolores Hart, dejaba el mundo del espectáculo e iniciaba ese otro mundo más pleno: el del seguimiento del llamado de Dios.
Fue un ícono en los filmes de Elvis
Claro que suponía un acto de abnegación de sus propios gustos y de muchos otras posibilidades abiertas. Tenía todo lo que podía desear: juventud, belleza, dinero, fama… Pero le faltaba esa paz que sólo se consigue cuando se es fiel a la conciencia. Le costó dejar a su novio, el emprendedor californiano Don Johnson, le costó dejar los foros, el maquillaje, los vestidos, le costó el nuevo anonimato. Le costó esa radicalidad que posiblemente hoy es menos comprendida por muchos creyentes católicos. Pero tenía viva la determinación de hacer la cosa justa, y eso fue lo que hizo: supo poner su corazón en el puesto justo o, mejor dicho, en Dios mismo.
Cuando del L´osservatore Romano (18 de julio de 2008) le preguntaron si era feliz, la madre Dolores respondió: “antes de haber cumplido veinte años, en el convento me di cuenta que trabajar en el cine me daba menos felicidad que la que me esperaba aquí”.
Ciertamente el itinerario de amor que ha seguido la hoy priora de novicias en la abadía Regina Laudis a Bethlehem, no ha sido un camino de rosas. En 1999 padeció una enfermedad neurológica poco común que la dejó sin posibilidad de caminar, hablar y comer por un tiempo. Pero tuvo fe, se tomó de la mano de Jesús y salió victoriosa.
La historia de la madre Dolores es de esas que llegan al fondo de nosotros mismos. Que nos pregunta y exige una respuesta reflexiva, honda, hecha práctica. Y es que, como ella misma dice “Una relación viva y personal con Cristo es necesaria para entender que su presencia es la única cosa verdaderamente real y verdaderamente hermosa en nuestra propia vida”.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Satanás zarandea la Iglesia...de verdad
Cuando Pablo VI dijo que el humo de Satanás se había filtrado en la Iglesia ya sabía lo que decía. Han sido Juan Pablo II y Benedicto XVI, en las homilías de Fátima, quienes dijeron que es "en" la Iglesia donde está su verdadero enemigo. Almas consagradas que parecen diablos vestidos de corderos...horroroso.
Por todo esto, siempre os dogo, rezad por la Iglesia, por los curas. Y muchos sacrificios, pequeños, pero reales...
Obispo y jefe de una “banda”. Se sospecha que el religioso Philippe Bär (que durante un decenio dirigió la diócesis más importante de los Países Bajos, de 1983 a 1993) ofreció apoyo organizativo a una asociación cuya finalidad era la de abusar sexualmente de menores. Además, habría formado parte de este nefasto grupo.
En 1993, el jefe de la diócesis de Rotterdam dejó improvisamente su puesto para retirarse en la abadía benedictina de Chevetogne, Bélgica. En Holanda, la tormenta sobre la Iglesia se abata con cada vez más fuerza. Después de la situación irlandesa, se añade la presencia de Holanda en el “clero infiel”. Antes las increíbles conclusiones de la comisión independiente sobre la pederastia (uno de cada cinco niños que entraron en contacto con insituciones eclesiásticas), ahora los cargos de abusos sexuales en contra del obispo emérito de Rotterdam.
Es decir, la Iglesia holandesa no logra a detener los escándalos. En agosto, una comisión había propuesto propuesto compensar a las víctimas y los obispos aprobaron con una votación las soluciones identificadas. El costo total de las indemnizaciones superará los 5 millones de euros. La indemnización será calculada «con base en la gravedad del abuso cometido», especifica el episcopado holandés. Desde hace dos años, la Iglesia de los Países Bajos está sufriendo graves heridas por el escándalo de la pederastia. Una investigación gobernativa censó miles de casos de abusos llevados a cabo dentro de las Isntituciones religiosas, muchos de los cuales han llegado a las aulas de los tribunales. A partir de los abusos de un colegio católico de la ciudad de 's-Heerenberg. Los obispos de los Países bajos reconocen públicamente que es necesario «recuperar la confianza», haciendo justicia para sanar a las víctimas. Los «grandes errores de la dirección de la Iglesia pueden haber minado la credibilidad», por ello «los obispos y los superiores de las órdenes deben asumir sus propias responsabilidades y afrontar las críticas». En total, están involucradas 137 personas, entre religiosos y religiosas. Las denuncias describen el ambiente de desamparo y de miedo que hacía difícil que las víctimas denunciaran públicamente los hechos. La Santa Sede pretende que el episcopado nacional establezca una línea completamente dirigida hacia la transparencia después de años de políticas poco claras en Holanda.
Así pues, el escándalo de la pederastia está ahogando a la Iglesia “liberal”, el laboratorio que, con su “catecismo ultramoderno” y con la interpretación progresista del Concilio Vaticano II, pretendía modernizar la fe y hacer que hubiera un poco de aire nuevo en los Palacios Sacros. De 1945 a 2010 en Holanda, decenas de miles de niños sufrieron abusos sexuales en instituciones eclesiásticas y centros católicos. La comisión de investigación independiente, dirigida por el exministro Wim Deetman, ha llegado a una conclusión impresionante: son 800 las personas que han sido identificadas como responsables de los abusos (sacerdotes y personal laico), de las que 150 siguen con vida. Un menor de cada cinco de los que tuvieron algún tipo de relación con las estructuras de la Iglesia holandesa entre 1945 y 2010 sufrió abusos.
Por ello, se cumple la “profecía” de Benedicto XVI. En la carta a los católicos de Irlanda, el Papa había indicado que entre las causas de los abusos está el alejarse de la Tradición: «Muy a menudo, las prácticas sacramentales y devocionales que sostienen la fe y la hacen capaz de crecer, como por ejemplo la recuente confesión, la oración cotidiana y los retiros anuales, han sido desatendidas. También fue determinante en este período la tendencia, incluso de sacerdotes y religiosos, de adoptar formas de pensar y de juzgar de las realidades seculares sin suficiente referencia al Evangelio».
Hace pocos días se hizo pública la noticia “shcok” del sacerdote salesiano holandés de 73 años (se conocen solo las iniciales: el padre van B.) que llegó a las páginas de los periódicos porque declaró que pertenecía a la Martijn, una asociación legalmente reconocida en Holanda y que sostiene las reladiones pederastas: «Son perfectamente legítimas», dicen, «aunque sean discriminadas en la socieda». Van B. no era el único que sostenía la legitimidad de la pederastia, sino también el padre Herman Spronck, superior de los salesianos en Holanda, cuya entrevista con Rtl News sigue haciendo enloquecer internet. El padre Spronck, en resumen, apoyaba a van B. y sostiene que, si el niño aprueba la relación sexual con un adulto, es legítima. Dice «Depende del niño. Nunca hay que entrar en el espacio personal del niño si este no lo consiente. Pero hay niños que indican, ellos mismos, que es admisible. En este caso incluso un contacto sexual es posible». El padre Spronck da detalles del seminario en el que él, con otros tantos sacerdotes holandeses, estudió durante los años 50 y 60. Dice que todos eran varones y que nunca veían chicas, «y, por ello, era normal que nacieran ciertas tendencias». La noticia llegó inmediatamente desde Holanda hasta Roma. Y provocó una dura reacción de la curia generalicia de los salesianos, que condenó las declaraciones de Spronck diciendo,en una nota, que «el pleno y total respeto de los niños, chicos y jóvenes sigue siendo, para nosotros, una elemento fundamental e irrenunciable». E incluso: «Ser miembro de tal asociación es absolutamente incompatible con los principios y los valores de la tradición salesiana». En la Iglesia holandesa hay pocos que apoyan la legitimidad de la postura de los dos salesianos holandeses. El debate está más abierto que nunca ( y cobra matices ásperos) sobre el génesis teológico e histórico de la postura de los religiosos. La pregunta es solo una: ¿cómo es posible que hombres de la Iglesia sostengan que la pederastia es algo legítimo?
El cardenal Bernard Jan Alfrink, arzobispo de Utrecht, fue el que publicó (con el apoyo de diferentes teólogos, como el dominico Edward Schillebeeckx) un nuevo catecismo con grandes aperturas en muchos temas: homosexualidad, aborto, prácticas anticonceptivas, sacerdocio para las mujeres, celibato de los sacerdotes. Para otros, en cambio, estas posturas (que no pueden ser compartidas de ninguna manera) indican a una Iglesia que no elude ciertos problemas y que quiere hablar al respecto.
Hasta hace pocos mesos, el principal intérprete de esta Iglesia abierta al mundo y a su espíritu era Adrianus Herman van Lyun, obispo de Rotterdam. El 18 de enero, el Papa aceptó su renuncia por haber cumplido el límite de edad. Mientras, el costo total de las indemnizaciones ya acordadas superará los 5 millones de euros
Felicidades!!!
Con este versión muy acertada (a mi parecer) os deseo, yo también: MUCHAS FELICIDADES!!!!!
Concilio Vaticano II
No tengáis miedo a la longitud del texto, pues es muy importante el tema. ¿De qué va? Pues del grado de adhesión que debemos al Concilio Vaticano II. Como no se os escapa, el Concilio fue una bendición, pero también a partir de él, y precisamente por la incorrecta recepción del mismo, han existido interpretaciones erróneas. Por tanto ¿cómo hemos de recibir el Concilio? Pues aquí tenéis:
El quincuagésimo aniversario, ya próximo, de la convocatoria del Concilio Vaticano II (25-XII-1961) es motivo de celebración, pero también de renovada reflexión sobre la recepción y aplicación de los documentos conciliares. Además de los aspectos directamente más prácticos de esta recepción y aplicación, con sus luces y sombras, parece oportuno recordar también la naturaleza de la debida adhesión intelectual a las enseñanzas del Concilio. Aún tratándose de doctrina bien conocida y de la que se dispone de abundante bibliografía, no es superfluo recordarla en sus rasgos esenciales, teniendo en cuenta la persistencia de perplejidades manifestadas, incluso en la opinión pública, en relación con la continuidad de algunas enseñanzas conciliares respecto a las precedentes enseñanzas del Magisterio de la Iglesia.
Ante todo no parece inútil recordar que la intención pastoral del Concilio no significa que éste no sea doctrinal. Las perspectivas pastorales de hecho se basan en la doctrina, como no podría ser de otro modo. Pero sobre todo es necesario recalcar que la doctrina se orienta a la salvación; su enseñanza es parte integrante de la pastoral. Además, en los documentos conciliares es obvio que existen muchas enseñanzas de naturaleza puramente doctrinal: sobre la Revelación divina, sobre la Iglesia, etcétera. Como escribió el beato Juan Pablo II, “con la ayuda de Dios, los padres conciliares, en cuatro años de trabajo, pudieron elaborar y ofrecer a toda la Iglesia un notable conjunto de exposiciones doctrinales y directrices pastorales” (Constitución Apostólica Fidei depositum, 11-X-1992, Introducción).
La debida adhesión al Magisterio
El Concilio Vaticano II no definió ningún dogma, en el sentido de que no propuso mediante acto definitivo ninguna doctrina. Sin embargo, el hecho de que un acto del Magisterio de la Iglesia no se ejerza mediante el carisma de la infalibilidad no significa que pueda considerarse “falible” el sentido de que transmita una “doctrina provisional” o bien “opiniones autorizadas”. Toda expresión de Magisterio auténtico hay que recibirla como lo que verdaderamente es: una enseñanza dada por los Pastores que, en la sucesión apostólica, hablan con el “carisma de la verdad” (Dei Verbum, n. 8), “revestidos de la autoridad de Cristo” (Lumen gentium, n. 25), “a la luz del Espíritu Santo” (ibid.).
Este carisma, autoridad y luz ciertamente estuvieron presentes en el Concilio Vaticano II; negar esto a todo el episcopado cum Petro y sub Petro, reunido para enseñar a la Iglesia universal, sería negar algo de la esencia misma de la Iglesia (cfr. Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Mysterium Ecclesiae, 24-VI-1973, nn. 2-5).
Naturalmente no todas las afirmaciones contenidas en los documentos conciliares tienen el mismo valor doctrinal y por lo tanto no todas requieren el mismo grado de adhesión. Los diversos grados de adhesión a las doctrinas propuestas por el Magisterio fueron recordados por el Vaticano II en el n. 25 de la Constitución Lumen gentium, y después sintetizados en los tres apartados añadidos al Símbolo niceoconstantinopolitano en la fórmula de la Professio fidei, publicada en 1989 por la Congregación para la Doctrina de la Fe con la aprobación de Juan Pablo II.
Las afirmaciones del Concilio Vaticano II que recuerdan verdades de fe requieren, obviamente, la adhesión de fe teologal, no porque hayan sido enseñadas por este Concilio, sino porque ya habían sido enseñadas infaliblemente como tales por la Iglesia, mediante un juicio solemne o mediante el Magisterio ordinario y universal. Así como requieren un asentimiento pleno y definitivo las otras doctrinas recordadas por el Vaticano II que ya habían sido propuestas con acto definitivo por precedentes intervenciones magisteriales.
Las demás enseñanzas doctrinales del Concilio requieren de los fieles el grado de adhesión denominado “religioso asentimiento de la voluntad y de la inteligencia”. Un asentimiento “religioso”, por lo tanto no fundado en motivaciones puramente racionales. Tal adhesión no se configura como un acto de fe, sino más bien de obediencia no sencillamente disciplinaria, mas enraizada en la confianza en la asistencia divina al Magisterio y, por ello, “en la lógica y bajo el impulso de la obediencia de la fe” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción Donum veritatis, 24-V-1990, n. 23). Esta obediencia al Magisterio de la Iglesia no constituye un límite puesto a la libertad; al contrario, es fuente de libertad. Las palabras de Cristo: “Quien a vosotros escucha, a mí me escucha” (Lc 10,16) se dirigen también a los sucesores de los Apóstoles; y escuchar a Cristo significa recibir en sí la verdad que hace libres (cfr. Jn 8,32).
En los documentos magisteriales puede haber también – como de hecho se hallan en el Concilio Vaticano II – elementos no propiamente doctrinales, de naturaleza más o menos circunstancial (descripciones del estado de las sociedades, sugerencias, exhortaciones, etc.). Tales elementos deben acogerse con respeto y gratitud, pero no requieren una adhesión intelectual en sentido propio (cfr. Instrucción Donum veritatis, nn. 24-31).
La interpretación de las enseñanzas
La unidad de la Iglesia y la unidad en la fe son inseparables, y esto comporta también la unidad del Magisterio de la Iglesia en todo tiempo en cuanto intérprete auténtico de la Revelación divina transmitida por la Sagrada Escritura y por la Tradición. Ello significa, entre otras cosas, que una característica esencial del Magisterio es su continuidad y homogeneidad en el tiempo. La continuidad no significa ausencia de desarrollo; la Iglesia, a lo largo de los siglos, progresa en el conocimiento, en la profundización y en la consiguiente enseñanza magisterial de la fe y moral católica.
En el Concilio Vaticano II hubo varias novedades de orden doctrinal: sobre la sacramentalidad del episcopado, sobre la colegialidad episcopal, sobre la libertad religiosa, etc. Si bien ante las novedades en materias relativas a la fe o a la moral no propuestas con acto definitivo es debido el religioso asentimiento de la voluntad y de la inteligencia, algunas de ellas fueron y siguen siendo objeto de controversias sobre su continuidad con el Magisterio precedente, o bien sobre su compatibilidad con la Tradición. Frente a las dificultades que pueden encontrarse para entender la continuidad de algunas enseñanzas conciliares con la Tradición, la actitud católica, teniendo en cuenta la unidad del Magisterio, es la de buscar una interpretación unitaria en la que los textos del Concilio Vaticano II y los documentos magisteriales precedentes se iluminen recíprocamente. No sólo hay que interpretar el Vaticano II a la luz de documentos magisteriales precedentes, sino que también algunos de éstos se comprenden mejor a la luz del Vaticano II. Ello no representa ninguna novedad en la historia de la Iglesia. Recuérdese, por ejemplo, que nociones importantes en la formulación de la fe trinitaria y cristológica (hypóstasis, ousía) empleadas en el Concilio I de Nicea se precisaron mucho en su significado por los Concilios posteriores.
La interpretación de las novedades enseñadas por el Vaticano II debe por ello rechazar, como dijo Benedicto XVI, la hermenéutica de la discontinuidad respecto a la Tradición, mientras que debe afirmar la hermenéutica de la reforma, de la renovación en la continuidad (Discurso, 22-XII-2005). Se trata de novedades en el sentido de que explicitan aspectos nuevos, hasta ese momento no formulados aún por el Magisterio, pero que no contradicen a nivel doctrinal los documentos magisteriales precedentes, si bien en algunos casos – por ejemplo, sobre la libertad religiosa – comporten también consecuencias muy distintas a nivel de las decisiones históricas sobre las aplicaciones jurídico-políticas, vistos los cambios en las condiciones históricas y sociales. Una interpretación auténtica de los textos conciliares puede realizarse sólo por el propio Magisterio de la Iglesia. Por ello en la labor teológica de interpretación de las partes que, en los textos conciliares, susciten interrogantes y parezcan presentar dificultades, es preciso sobre todo tener en cuenta el sentido según el cual las intervenciones magisteriales sucesivas hayan entendido tales partes. En cualquier caso, siguen siendo espacios legítimos de libertad teológica para explicar de uno u otro modo la no contradicción con la Tradición de algunas formulaciones presentes en los textos conciliares y, por ello, para explicar el significado mismo de algunas expresiones contenidas en esas partes.
Al respecto, no parece finalmente superfluo tener presente que ha pasado casi medio siglo desde la conclusión del Concilio Vaticano II, y que en estas décadas se han sucedido cuatro Romanos Pontífices en la cátedra de Pedro. Examinando el Magisterio de estos Papas y la correspondiente adhesión del Episcopado a él, una eventual situación de dificultad debería transformarse en serena y gozosa adhesión al Magisterio, intérprete auténtico de la doctrina de la fe. Esto debería ser posible y deseable aunque permanecieran aspectos racionalmente no comprendidos del todo, dejando abiertos en cualquier caso los legítimos espacios de libertad teológica para una labor de profundización siempre oportuna. Como ha escrito Benedicto XVI recientemente, “los contenidos esenciales que desde siglos constituyen el patrimonio de todos los creyentes tienen necesidad de ser confirmados, comprendidos y profundizados de manera siempre nueva, con el fin de dar un testimonio coherente en condiciones históricas distintas a las del pasado” (Motu propio Porta fidei, n. 4)
martes, 13 de diciembre de 2011
Villancico
Precioso este villancico que me han enviado un seguidor del Blog. Que lo disfrutéis.
NAVIDAD 2011 from sietefm on Vimeo.
viernes, 2 de diciembre de 2011
La verdad seduce
Otra vez! Sí, otra vez. he tenido el gozo de predicar a jóvenes... y como otras veces, son capaces de oír la verdad...aunque sea exigente! Y, es que la intuyen en el fondo de su corazón. Palabras tan evangélicas como: pureza, pobreza, sinceridad, adoración...Dios! resulta que están en el fondo de su corazón, y las reconocen como dentro de su propio patrimonio afectivo-intelectual.
Luego, es verdad, que no saben cómo llevarlo a la práctica...incluso les parece difícil... o muy difícil. Pero escuchan con atención e interés. Y reconocen una llamada original y genuina...
Hemos de no tener miedo a predicar "todo" el evangelio. No sólo lo que pensamos que caerá bien. Sino todo. Es verdad que a los mayores hay coas que no les gusta oír (no a los jóvenes). Pero si no les gusta porque, precisamente, ya han elegido en su corazón: no se puede...y viven en el descontento o la resignación de no haber saboreado esa riqueza tan, tan...evangélica.
lunes, 28 de noviembre de 2011
Incoherencia

Y es que es el mal endémico de esta sociedad. Cree que piensa... pero en verdad lo que hace es "sentir". Es decir, em vez de razonar con ideas, claras y distintas, opina según la impresión que le cause algo... es decir, según lo agradable o desagradable que le parezca algo... que es legítimo... siempre que no se revista de "razonamiento", o "intelectualidad".
La cosa es que hace poco alguien me dijo que a tal persona había que respetarla (su opción de vida) pues era lo que su conciencia le dictaba....y que yo no era quién para decir si era adecuada o no (vaya por delante que yo no juzgo con mis criterios, sino con los de la Iglesia...que puestos a opinar, me parecen válidos, acertados y ciertos). Y, hete aquí, que se me dice ahora que (en una determinada cuestión, que no voy a sacar a relucir) he de obedecer a la mayoría... ¿En qué quedamos? ¿mayoría?, ¿conciencia?, o ¿magisterio?...
Viva el caos!!
A los misioneros
En este pequeño vídeo se puede ver lo peligroso de muchas de las carreteras que frecuentan los misioneros. En este caso es de día, no ha llovido y no hay mucho tránsito...pero hay situaciones bien peligrosas. Situaciones de oscuridad, hielo, o enormes (sobretodo en esas carreteras) en las que se la juegan... sólo, por ir a predicar el evangelio.
No es el primero que se ha despeñado por una de esas laderas, que, si te caes, pasan horas larguísimas hasta que te rescatan...y otras tantas, hasta que te llevan a un lugar adecuado a tus necesidades...
No es el primero que se ha despeñado por una de esas laderas, que, si te caes, pasan horas larguísimas hasta que te rescatan...y otras tantas, hasta que te llevan a un lugar adecuado a tus necesidades...
martes, 1 de noviembre de 2011
Im-presionante
Creo que ya os he puesto algo de este personajillo. Este vídeo tiene más metraje, y cunde más. Que or aproveche. Yo me voy unos días a predicar por ahí, a lo s Francisco Javier: Jeep y caminos de Dios...Rezad un poquillo eh
domingo, 23 de octubre de 2011
Domund
Hoy celebrábamos el Domund. Que significa el domingo mundial de la propagación de la fe (nombre que cada vez lo oigo menos). Y es, precisamente eso, propagación de la fe. Es verdad que se pide dinero, pero es secundario. Quiero decir... La gente piensa que es sólo recoger dinero para ayudar a gente necesitada...y es verdad, pero no es ni lo único ni lo principal, sin por eso decir que no es importante...pues lo es.
La Iglesia, a la vez que humaniza, predica el evangelio, a la vez que predica el evangelio ayuda a los hermanos. No son dos momentos separados...sólo en nuestra cabeza. En la realidad están unidos.
Me dicía una persona que no entendía eso de las vocaciones contemplativas...que lo que hay que hacer es, precisamente, eso: hacer...y mucho. Esto último es verdad, pero no quita ni un ápice que lo principal es la oración. La gente tendemos al activismo... pero es secundario (insisto: importante) Sin oración no hay nada.
La fe, tiene como parte nuclear la oración. Son las vocaciones contemplativas las que mueven el mundo...aunque no lo parezca!
La Iglesia, a la vez que humaniza, predica el evangelio, a la vez que predica el evangelio ayuda a los hermanos. No son dos momentos separados...sólo en nuestra cabeza. En la realidad están unidos.
Me dicía una persona que no entendía eso de las vocaciones contemplativas...que lo que hay que hacer es, precisamente, eso: hacer...y mucho. Esto último es verdad, pero no quita ni un ápice que lo principal es la oración. La gente tendemos al activismo... pero es secundario (insisto: importante) Sin oración no hay nada.
La fe, tiene como parte nuclear la oración. Son las vocaciones contemplativas las que mueven el mundo...aunque no lo parezca!
viernes, 21 de octubre de 2011
Mártires anónimos

Con ocasión de la publicación de la versión italiana del libro “Los Justos. Los héroes desconocidos del Holocausto”, del historiador británico sir Martin Gilbert, el Secretario de Estado Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, se refirió a la apertura del proceso de beatificación de matrimonio Jósef y Wiktoria Ulma, en la diócesis de Przemsyl (Polonia). El matrimonio y sus seis hijos (foto) fueron asesinados por los gendarmes nazis el 24 de marzo de 1944 en el pueblo de Markowa, por haber escondido en su casa a ocho judíos. A los verdugos no importó que Wiktoria se encontrara en avanzado estado de gestación de su séptimo hijo.
Es uno de los ejemplos de los miles de “justos”, muchos de ellos desconocidos, que –según subraya el autor del libro- “rompiendo las cadenas de la indiferencia, del egoísmo, del individualismo, salvaron a un gran número de judíos del exterminio nazi, arriesgando la propia vida y la de sus familiares”. Sir Martin Gilbert, biógrafo oficial de Wilston Churchill y considerado uno de los mayores expertos en la Segunda Guerra Mundial y en la Shoah, dedica su libro a documentar los hechos de quienes se dedicaron a esta tarea en las diversas regiones de Europa controladas por el terror nazi.
“Como historiador hebreo, afirmó en una entrevista, desde hace tiempo he sentido la necesidad de dar a conocer plenamente el hecho de la ayuda cristiana a los hebreos en la Segunda Guerra Mundial, tanto de las personas individuales como de los gobiernos”. Gilbert observa que muchos –“especialmente los más ruidosos a la hora de criticar a sus predecesores”- no saben hoy lo que significa vivir bajo una dictadura totalitaria: “las represalias nazis eran continuas y terribles. Se capturaba y asesinaba a un gran número de salvadores, o presuntos tales. Lo que me asombra es, a pesar de ello, que el instinto salvador nunca pudo ser destruido totalmente”.
No sé si conocéis el fenómeno de Iesu Communio. Es muy reciente, pero constante (a Dios pedimos que continúe) A parte del Espíritu Santo, protagonista principal del acontecimiento Iesu Communio, tenemos a otra, en este caso sor Verónica.
Por otro lado el Papa B 16, ha pedido desde hace unos meses, colaboración a diversas personas e identidades, que le ayuden y aconsejen en lo que ha denominado una nueva evangelización. Una de las colaboraciones es la de Iesu Communio.
Aquí os dejo con la aportación de sor Verónica. Espero que os guste. La calidad no es muy buena, pero creo que es suficientemente audible... Que os aproveche!!
Por otro lado el Papa B 16, ha pedido desde hace unos meses, colaboración a diversas personas e identidades, que le ayuden y aconsejen en lo que ha denominado una nueva evangelización. Una de las colaboraciones es la de Iesu Communio.
Aquí os dejo con la aportación de sor Verónica. Espero que os guste. La calidad no es muy buena, pero creo que es suficientemente audible... Que os aproveche!!
martes, 18 de octubre de 2011
Entre vecinos y semáforos
Creo que "de visita" todos somos encantadores. Sonreímos, ayudamos, seguimos la conversación, no gritamos, ni mucho menos insultamos... y siempre damos la razón a nuestro interlocutor... o muy matizadamente exponemos "alguna" pega...
Pero creo que ese yo de papel cartón se cae en las reuniones de vecinos y a la hora de coger un volante. Y, es que, la gente se transforma, ¡y de qué forma! Grita, insulta, se mofa... que pierde los papeles vamos.
Y, es que en el fondo, no sabemos comportarnos, por que los modales son para las 24 horas, no sólo de visita. Bueno, creo. Pues si no estaríamos en la más pura hipocresía, el mundo de las formas. Hay que "ser" educado y cortés...y si se "es" se "es" siempre..de otro modo uno "se hace" el educado...pero no lo es. Yo me he reído mucho con las actitudes de algunos, qué modales! Y para qué tanta educación de papel cartón, si no son verdad.
Hay un ámbito, que como soy cura, no lo conozco, pero me imagino lo peor: el trabajo. Ahí muchos cristianos piensan que están eximidos de vivir como tales...
Pero creo que ese yo de papel cartón se cae en las reuniones de vecinos y a la hora de coger un volante. Y, es que, la gente se transforma, ¡y de qué forma! Grita, insulta, se mofa... que pierde los papeles vamos.
Y, es que en el fondo, no sabemos comportarnos, por que los modales son para las 24 horas, no sólo de visita. Bueno, creo. Pues si no estaríamos en la más pura hipocresía, el mundo de las formas. Hay que "ser" educado y cortés...y si se "es" se "es" siempre..de otro modo uno "se hace" el educado...pero no lo es. Yo me he reído mucho con las actitudes de algunos, qué modales! Y para qué tanta educación de papel cartón, si no son verdad.
Hay un ámbito, que como soy cura, no lo conozco, pero me imagino lo peor: el trabajo. Ahí muchos cristianos piensan que están eximidos de vivir como tales...
viernes, 14 de octubre de 2011
Aniversario

Un día como hoy no debe pasar desapercibido. El 13 de octubre de 1917 el sol bailó ante miles de testigos. Y Portugal se estremeció. No en vano el 13 de octubre será recordado como el día del milagro del sol. Y así lo sintieron las portadas de periódicos portugueses de la época. Desde un primer momento la gente pedía un milagro para poder creer en las apariciones de Fátima. Y la pequeña Lucia así lo demandaba a la Señora, apenada de que ante mensaje tan grave de conversión solicitado por la misma Madre de Dios, pocos fueran los que creyeran. “Haga un milagro, para que todos crean”. “Sí, lo haré”. Y ese día fue el 13 de octubre. Y entonces bailó el sol, cambiando de colores, para después ante una atemorizada multitud lanzarse en zigzag en caída libre sobre la tierra. Pero se detuvo, para alivio de todos, y nuevamente zigzagueando recuperó su posición original.
Tanto da cómo ocurrió aquello, en qué consistió el milagro. Lo milagroso no sólo rompe las reglas ordinarias, sino que las descabala. Ningún observatorio astronómico percibió alteración en el sol, ni las órbitas de los planetas se vieron afectadas. Pero una multitud inmensa de personas (de 70.000 a 100.000 según los medios) llegó empapada por la pertinaz lluvia de octubre (cuando en octubre llovía) y en cuestión de minutos el astro sol no sólo jugó con su vista sino que secó casi instantáneamente sus ropas. Espectáculo sorprendente debió ser. Hasta los masones que lo presenciaron no pudieron dejar de admirarse. Luego llegaría aquella psicología barata a la que se acude para explicar lo inexplicable: delirio colectivo. Tanto da. El milagro se hizo para fortalecer la fe. Y lo consiguió. Luego fue el boca a boca, la prensa, las tertulias de café. Y los testigos que no olvidarían nunca lo que vieron.
jueves, 13 de octubre de 2011
PIs
Hoy me ha pasado algo simpático (no para el protagonista). El susodicho tendría ¿8?, ¿9? no más, y quizás menos. Pues bien, el jovencilo se había hecho ¡pis! y se acercó al cura y le dijo: ¿puede llamara a X?. ¿Pero si te has hecho pis!! Sí, sí es que....bla bla bla (explicación larguísima) La respuesta fue. "pues coge el pantalón de deporte!". No porque tengo que entrar a clase, y me verán. Pues llama al tutor! No, porque me echará la bronca... Pero quiero que me ayude X!
De todo esto me hace gracia lo maquiavélicos que son los críos, y nosotros los tratamos como lelos. A todas las posibilidades que le he ido dando, él ya la había pensado!!! Y había sopesado las consecuencias... y yo era el modo de llegar a X, sin que se enterara nadie... je je
Y es que tratamos a los críos, no como niños, sino como incapaces; ellos se percatan y¡zas! se acomodan en ese rol, hasta que la vida les da dos "leches".
De todo esto me hace gracia lo maquiavélicos que son los críos, y nosotros los tratamos como lelos. A todas las posibilidades que le he ido dando, él ya la había pensado!!! Y había sopesado las consecuencias... y yo era el modo de llegar a X, sin que se enterara nadie... je je
Y es que tratamos a los críos, no como niños, sino como incapaces; ellos se percatan y¡zas! se acomodan en ese rol, hasta que la vida les da dos "leches".
miércoles, 12 de octubre de 2011
Pilar

La devoción a la Virgen del Pilar, me parece que es sumamente sugerente, sobretodo en nuestros días. La idea de haber desterrado la fe como "pilar" de nuestras vidas, y pasar a ser algo "postizo", "opinable", "prescindible"... hace que la cultura occidental esté de capa caída. Europa desaparece en sentido estricto, se muere.
En 50 años ha pasado de exportar misioneros a agonizar. En breve hemos pasado a ver cómo en escuelas alemanas y francesas hay más inmigrantes que de la propia tierra... no nacen los suficientes niños...
La fe era... ES un poderoso aliado del hombre mismo, que en cuanto se desprecia, se perciben sus efectos: egoísmo, miedos, avaricias, ansiedades, inquietudes...
La fe única, la verdadera, da sosiego y calma, paz y alegría...si falta algo de esto en nuestras vidas es una buena llamada de atención a nuestra fe, y repensar si la estamos viviendo correctamente.
viernes, 7 de octubre de 2011
Reacciona
Cortometraje "Reacciona" from Regnum Christi on Vimeo.
A ver qué os parece este video. Se trata de desapoltronar a la gente que está dormida ante la vida que pasa. Puede ser útil para chavales adolescentes, y hacer un debate o cine forum.
lunes, 3 de octubre de 2011
Miedo

El miedo es verdad que paraliza. El miedo recorta la libertad, a más miedo, menos libertad...y menos posibilidad de ejercer todas nuestras capacidades y potencialidades de modo eficaz. Lo contrario al miedo es la valentía, o el arrojo... es verdad, pero quien lo posea para unas cosas le puede faltar para otras...o puede tener arrojo para cosas no importantes, y sí para las importantes. De todas todas necesitamos cierta valentía, para que la vida (no los negocios) no nos coma.
Hay un antídoto que se ha despreciado durante estas últimas décadas, y que, poco a poco se va viendo lo importante y necesario que era, y me refiero a la esperanza que otorgaba la fe. La esperanza es la convicción de que no pasa nada nunca,...aunque pase!! pues Dios está con nosotros.
Hemos ido quitando poco a poco a Dios de nuestras vidas y, cada día más, se va apoderando el miedo de la gente...creo que no exagero.
Hay miedo a la vida, miedo a las consecuencias de la fidelidad, hay miedo a la enfermedad y a la muerte...hay miedo al sufrimiento....y todo esto hace que la calidad de vida sea mala, baja.
La oración, la fe en Cristo, sin darnos cuenta, nos hacía vivir todas estas realidades de un modo absolutamente distinto...con más sosiego. Hoy no. La gente sufre por sólo pensar que va ha sufrir...
Una pena. El Señor había pensado todo cuando nos regalaba la fe...pero nosotros hemos pensado que lo podíamos mejorar... Cmo no puede ser de otro modo es un grandísimo error intentar corregir al Creador.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Santa Teresa
En este mundo, cada vez más tecnificado, se hace más y más raro hablar de lo espiritual (que no de lo psicológico). Hablar de lo espiritual es hablar de Dios, de oración, de búsqueda, de seguimiento, de interioridad, de esfuerzo, de Verdad, de entrega de todo, por conquistar al TODO!
Creo que es muy, pero que muy recomendable, pedir a la gente el esfuerzo de leer a la sta de Ávila. Es un pozo de sabiduría. Seguir los consejos de la doctora de la Iglesia es luz para la propia vida, grandes consejos para lograr una vida genuina.
Las moradas. Libro en el que la santa nos introduce en el camino del encuentro con Dios. es un camino que podemos seguir. O que al menos, hemos de comenzar...nos da luces para no caer en las trampas que tantas personas... y nosotros mismos, hemos caído tantas veces. Da certezas para asegurar el paso y la marcha al encuentro con Dios.
Creo que es muy, pero que muy recomendable, pedir a la gente el esfuerzo de leer a la sta de Ávila. Es un pozo de sabiduría. Seguir los consejos de la doctora de la Iglesia es luz para la propia vida, grandes consejos para lograr una vida genuina.
Las moradas. Libro en el que la santa nos introduce en el camino del encuentro con Dios. es un camino que podemos seguir. O que al menos, hemos de comenzar...nos da luces para no caer en las trampas que tantas personas... y nosotros mismos, hemos caído tantas veces. Da certezas para asegurar el paso y la marcha al encuentro con Dios.
sábado, 24 de septiembre de 2011
One, Uno 1!
¿Un solo modelo de hombre?
En un mundo de gigantescas compañías: McDonals; Levis; Coca-Cola, etc… que casi casi uniformizan los gustos de todos los habitantes de este bonito planeta, parece, sin embargo, que hay una infinita atomización de opiniones a las preguntas: ¿qué he de hace de bueno? , ¿qué tengo que hacer para ser feliz?, ¿qué es lo justo?...
La sola idea de querer presentar una moral universal, una para todos (a lo D´Artagnan) irrita a no pocos, que contraatacan con apelativos como: intransigentes, integristas, fundamentalistas… Parece una tarea imposible. Pero, sin embargo, por otro lado, se ven signos de “ciertas” normas que se ven como irrenunciables, o como grandes logros o avances “para todos”: derechos de las mujeres; derecho al aborto; de los homosexuales… todos estos, y otros (sin entrar a valorarlos) nos dan la pista de que efectivamente todos intuimos un “algo común” para todo ser humano. Y es que algunas normas las experimentamos como universales… Pero ¿cuáles?, y… ¿por qué esas?
Así como media humanidad no tiene escrúpulos en leer los mismos tabloides, escuchar la misma música, llevar el mismo peinado… (es más, de gente que lucha por exportar y llevar a lo más alto de la aceptación social sus ideas en estos campos) si de moral hablamos, aparece una enorme disparidad de ideas. Tantas como hombres existen. Mejor dicho, hay una norma aceptada tan vaga y genérica, que de hecho, no ayuda: ¡Que cada cual haga lo que quiera, sin molestar al otro! Esta parece ser la única norma que es aceptada. Parece, por tanto, que podemos ponernos de acuerdo en todo menos en quienes somos, o qué hemos de hacer… es decir, lo más importante.
En un mundo de gigantescas compañías: McDonals; Levis; Coca-Cola, etc… que casi casi uniformizan los gustos de todos los habitantes de este bonito planeta, parece, sin embargo, que hay una infinita atomización de opiniones a las preguntas: ¿qué he de hace de bueno? , ¿qué tengo que hacer para ser feliz?, ¿qué es lo justo?...
La sola idea de querer presentar una moral universal, una para todos (a lo D´Artagnan) irrita a no pocos, que contraatacan con apelativos como: intransigentes, integristas, fundamentalistas… Parece una tarea imposible. Pero, sin embargo, por otro lado, se ven signos de “ciertas” normas que se ven como irrenunciables, o como grandes logros o avances “para todos”: derechos de las mujeres; derecho al aborto; de los homosexuales… todos estos, y otros (sin entrar a valorarlos) nos dan la pista de que efectivamente todos intuimos un “algo común” para todo ser humano. Y es que algunas normas las experimentamos como universales… Pero ¿cuáles?, y… ¿por qué esas?
Así como media humanidad no tiene escrúpulos en leer los mismos tabloides, escuchar la misma música, llevar el mismo peinado… (es más, de gente que lucha por exportar y llevar a lo más alto de la aceptación social sus ideas en estos campos) si de moral hablamos, aparece una enorme disparidad de ideas. Tantas como hombres existen. Mejor dicho, hay una norma aceptada tan vaga y genérica, que de hecho, no ayuda: ¡Que cada cual haga lo que quiera, sin molestar al otro! Esta parece ser la única norma que es aceptada. Parece, por tanto, que podemos ponernos de acuerdo en todo menos en quienes somos, o qué hemos de hacer… es decir, lo más importante.
jueves, 22 de septiembre de 2011
Discurso de Benedicto XVI

Ha sido brillante. Dedicad unos minutos a este pedazo discurso!! Amuebla la cabeza!!
Ilustre Señor Presidente
Señor Presidente del BundestagSeñora Canciller Federal
Señor Presidente del BundestagSeñoras y Señores
Es para mi un honor y una alegría hablar ante está Cámara alta, ante el Parlamento de mi Patria alemana, que se reúne aquí como representación del pueblo, elegida democráticamente, para trabajar por el bien común de la República Federal de Alemania. Agradezco al Señor Presidente del Bundestag su invitación a tener este discurso, así como también sus gentiles palabras de bienvenida y aprecio con las que me ha acogido. Me dirijo en esté momento a ustedes, estimados señores y señoras, ciertamente también como un connacional que está vinculado de por vida, por sus orígenes, y sigue con particular atención los acontecimientos de la Patria alemana. Pero la invitación a tener este discurso se me ha hecho en cuanto Papa, en cuanto Obispo de Roma, que tiene la suprema responsabilidad sobre los cristianos católicos. De este modo, ustedes reconocen el papel que le corresponde a la Santa Sede como miembro dentro de la Comunidad de los Pueblos y de los Estados. Desde mi responsabilidad internacional, quisiera proponerles algunas consideraciones sobre los fundamentos del estado liberal de derecho.
Permítanme que comience mis reflexiones sobre los fundamentos del derecho con un breve relato tomado de la Sagrada Escritura. En el primer Libro de los Reyes, se dice que Dios concedió al joven rey Salomón, con ocasión de su entronización, formular una petición. ¿Qué pedirá el joven soberano en este importante momento? ¿Éxito, riqueza, una larga vida, la eliminación de los enemigos? Nada pide de todo esto. Suplica en cambio: “Concede a tu siervo un corazón dócil, para que sepa juzgar a tu pueblo y distinguir entre el bien y mal” (1 R 3,9). Con este relato, la Biblia quiere indicarnos lo que debe ser importante en definitiva para un político. Su criterio último y la motivación para su trabajo como político no debe ser el éxito y mucho menos el beneficio material. La política debe ser un compromiso por la justicia y crear así las condiciones básicas para la paz. Naturalmente, un político buscará el éxito, que de por sí le abre la posibilidad a la actividad política efectiva. Pero el éxito está subordinado al criterio de la justicia, a la voluntad de aplicar el derecho y a la comprensión del derecho. El éxito puede ser también una seducción y, de esta forma, abre la puerta a la desvirtuación del derecho, a la destrucción de la justicia. “Quita el derecho y, entonces, ¿qué distingue el Estado de una gran banda de bandidos?”, dijo en cierta ocasión San Agustín. Nosotros, los alemanes, sabemos por experiencia que estas palabras no son una mera quimera. Hemos experimentado cómo el poder se separó del derecho, se enfrentó contra el derecho; cómo se ha pisoteado el derecho, de manera que el Estado se convirtió en el instrumento para la destrucción del derecho; se transformó en una cuadrilla de bandidos muy bien organizada, que podía amenazar el mundo entero y empujarlo hasta el borde del abismo. Servir al derecho y combatir el dominio de la injusticia es y sigue siendo el deber fundamental del político. En un momento histórico, en el cual el hombre ha adquirido un poder hasta ahora inimaginable, este deber se convierte en algo particularmente urgente. El hombre tiene la capacidad de destruir el mundo. Se puede manipular a sí mismo. Puede, por decirlo así, hacer seres humanos y privar de su humanidad a otros seres humanos que sean hombres. ¿Cómo podemos reconocer lo que es justo? ¿Cómo podemos distinguir entre el bien y el mal, entre el derecho verdadero y el derecho sólo aparente? La petición salomónica sigue siendo la cuestión decisiva ante la que se encuentra también hoy el político y la política misma.Para gran parte de la materia que se ha de regular jurídicamente, el criterio de la mayoría puede ser un criterio suficiente. Pero es evidente que en las cuestiones fundamentales del derecho, en las cuales está en juego la dignidad del hombre y de la humanidad, el principio de la mayoría no basta: en el proceso de formación del derecho, una persona responsable debe buscar los criterios de su orientación. En el siglo III, el gran teólogo Orígenes justificó así la resistencia de los cristianos a determinados ordenamientos jurídicos en vigor: “Si uno se encontrara entre los escitas, cuyas leyes van contra la ley divina, y se viera obligado a vivir entre ellos…, con razón formaría por amor a la verdad, que, para los escitas, es ilegalidad, alianza con quienes sintieran como él contra lo que aquellos tienen por ley…”
Basados en esta convicción, los combatientes de la resistencia han actuado contra el régimen nazi y contra otros regímenes totalitarios, prestando así un servicio al derecho y a toda la humanidad. Para ellos era evidente, de modo irrefutable, que el derecho vigente era en realidad una injusticia. Pero en las decisiones de un político democrático no es tan evidente la cuestión sobre lo que ahora corresponde a la ley de la verdad, lo que es verdaderamente justo y puede transformarse en ley. Hoy no es de modo alguno evidente de por sí lo que es justo respecto a las cuestiones antropológicas fundamentales y pueda convertirse en derecho vigente. A la pregunta de cómo se puede reconocer lo que es verdaderamente justo, y servir así a la justicia en la legislación, nunca ha sido fácil encontrar la respuesta y hoy, con la abundancia de nuestros conocimientos y de nuestras capacidades, dicha cuestión se ha hecho todavía más difícil.¿Cómo se reconoce lo que es justo? En la historia, los ordenamientos jurídicos han estado casi siempre motivados en modo religioso: sobre la base de una referencia a la voluntad divina, se decide aquello que es justo entre los hombres. Contrariamente a otras grandes religiones, el cristianismo nunca ha impuesto al Estado y a la sociedad un derecho revelado, un ordenamiento jurídico derivado de una revelación. En cambio, se ha referido a la naturaleza y a la razón como verdaderas fuentes del derecho, se ha referido a la armonía entre razón objetiva y subjetiva, una armonía que, sin embargo, presupone que ambas esferas estén fundadas en la Razón creadora de Dios. Así, los teólogos cristianos se sumaron a un movimiento filosófico y jurídico que se había formado en el siglo II a. C. En la primera mitad del siglo segundo precristiano, se produjo un encuentro entre el derecho natural social desarrollado por los filósofos estoicos y notorios maestros del derecho romano. De este contacto, nació la cultura jurídica occidental, que ha sido y sigue siendo de una importancia determinante para la cultura jurídica de la humanidad. A partir de este vínculo precristiano entre derecho y filosofía inicia el camino que lleva, a través de la Edad Media cristiana, al desarrollo jurídico del Iluminismo, hasta la Declaración de los derechos humanos y hasta nuestra Ley Fundamental Alemana, con la que nuestro pueblo reconoció en 1949 “los inviolables e inalienables derechos del hombre como fundamento de toda comunidad humana, de la paz y de la justicia en el mundo”.
Para el desarrollo del derecho, y para el desarrollo de la humanidad, ha sido decisivo que los teólogos cristianos hayan tomado posición contra el derecho religioso, requerido de la fe en la divinidad, y se hayan puesto de parte de la filosofía, reconociendo la razón y la naturaleza en su mutua relación como fuente jurídica válida para todos. Esta opción la había tomado ya san Pablo cuando, en su Carta a los Romanos, afirma: “Cuando los paganos, que no tienen ley [la Torá de Israel], cumplen naturalmente las exigencias de la ley, ellos… son ley para sí mismos. Esos tales muestran que tienen escrita en su corazón las exigencias de la ley; contando con el testimonio de su conciencia…” (Rm 2,14s). Aquí aparecen los dos conceptos fundamentales de naturaleza y conciencia, en los que conciencia no es otra cosa que el “corazón dócil” de Salomón, la razón abierta al lenguaje del ser. Si con esto, hasta la época del Iluminismo, de la Declaración de los Derechos humanos, después de la Segunda Guerra mundial, y hasta la formación de nuestra Ley Fundamental, la cuestión sobre los fundamentos de la legislación parecía clara, en el último medio siglo se dio un cambio dramático de la situación. La idea del derecho natural se considera hoy una doctrina católica más bien singular, sobre la que no vale la pena discutir fuera del ámbito católico, de modo que casi nos avergüenza hasta la sola mención del término. Quisiera indicar brevemente cómo se llegó a esta situación. Es fundamental, sobre todo, la tesis según la cual entre ser y deber ser existe un abismo infranqueable. Del ser no se podría derivar un deber, porque se trataría de dos ámbitos absolutamente distintos. La base de dicha opinión es la concepción positivista, adoptada hoy casi generalmente, de naturaleza y razón. Si se considera la naturaleza – con palabras de Hans Kelsen - “un conjunto de datos objetivos, unidos los unos a los otros como causas y efectos”, entonces no se puede derivar de ella realmente ninguna indicación que sea de modo alguno de carácter ético. Una concepción positivista de la naturaleza, que comprende la naturaleza en modo puramente funcional, como las ciencias naturales la explican, no puede crear ningún puente hacia el Ethos y el derecho, sino suscitar nuevamente sólo respuestas funcionales. Sin embargo, lo mismo vale también para la razón en una visión positivista, que muchos consideran como la única visión científica. En ella, aquello que no es verificable o falsable no entra en el ámbito de la razón en sentido estricto. Por eso, el ethos y la religión se deben reducir al ámbito de lo subjetivo y caen fuera del ámbito de la razón en sentido estricto de la palabra. Donde rige el dominio exclusivo de la razón positivista – y este es en gran parte el caso de nuestra conciencia pública – las fuentes clásicas de conocimiento del ethos y del derecho quedan fuera de juego. Ésta es una situación dramática que interesa a todos y sobre la cual es necesaria una discusión pública; una intención esencial de este discurso es invitar urgentemente a ella.El concepto positivista de naturaleza y razón, la visión positivista del mundo es en su conjunto una parte grandiosa del conocimiento humano y de la capacidad humana, a la cual de modo alguno debemos renunciar en ningún caso. Pero ella misma, en su conjunto, no es una cultura que corresponda y sea suficiente al ser hombres en toda su amplitud. Donde la razón positivista se retiene como la única cultura suficiente, relegando todas las otras realidades culturales a la condición de subculturas, ésta reduce al hombre, más todavía, amenaza su humanidad. Lo digo especialmente mirando a Europa, donde en muchos ambientes se trata de reconocer solamente el positivismo como cultura común o como fundamento común para la formación del derecho, mientras que todas las otras convicciones y los otros valores de nuestra cultura quedan reducidos al nivel de subcultura. Con esto, Europa se sitúa, ante otras culturas del mundo, en una condición de falta de cultura y se suscitan, al mismo tiempo, corrientes extremistas y radicales. La razón positivista, que se presenta de modo exclusivista y que no es capaz de percibir nada más que aquello que es funcional, se parece a los edificios de cemento armado sin ventanas, en los que logramos el clima y la luz por nosotros mismos, y sin querer recibir ya ambas cosas del gran mundo de Dios. Y, sin embargo, no podemos negar que en este mundo auto construido recurrimos en secreto igualmente a los “recursos” de Dios, que transformamos en productos nuestros. Es necesario volver a abrir las ventanas, hemos de ver nuevamente la inmensidad del mundo, el cielo y la tierra, y aprender a usar todo esto de modo justo.
Pero ¿cómo se lleva a cabo esto? ¿Cómo encontramos la entrada a la inmensidad o la globalidad? ¿Cómo puede la razón volver a encontrar su grandeza sin deslizarse en la irracionalidad? ¿Cómo puede la naturaleza aparecer nuevamente en su profundidad, con sus exigencias y con sus indicaciones? Recuerdo un fenómeno de la historia política reciente, esperando no ser demasiado malentendido ni suscitar excesivas polémicas unilaterales. Diría que la aparición del movimiento ecologista en la política alemana a partir de los años setenta, aunque quizás no haya abierto las ventanas, ha sido y es sin embargo un grito que anhela aire fresco, un grito que no se puede ignorar ni relegar, porque se percibe en él demasiada irracionalidad. Gente joven se dio cuenta que en nuestras relaciones con la naturaleza existía algo que no funcionaba; que la materia no es solamente un material para nuestro uso, sino que la tierra tiene en sí misma su dignidad y nosotros debemos seguir sus indicaciones. Es evidente que no hago propaganda por un determinado partido político, nada me es más lejano de eso. Cuando en nuestra relación con la realidad hay algo que no funciona, entonces debemos reflexionar todos seriamente sobre el conjunto, y todos estamos invitados a volver sobre la cuestión sobre los fundamentos de nuestra propia cultura. Permitidme detenerme todavía un momento sobre este punto. La importancia de la ecología es hoy indiscutible. Debemos escuchar el lenguaje de la naturaleza y responder a él coherentemente. Sin embargo, quisiera afrontar todavía seriamente un punto que, tanto hoy como ayer, se ha olvidado demasiado: existe también la ecología del hombre. También el hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no puede manipular a su antojo arbitrariamente. El hombre no es solamente una libertad que él se crea por sí solo. El hombre no se crea a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza, y su voluntad es justa cuando escucha la naturaleza, la respeta y cuando se acepta como lo que es, y que no se ha creado a sí mismo. Así, y sólo de esta manera, se realiza la verdadera libertad humana.Volvamos a los conceptos fundamentales de naturaleza y razón, de los cuales habíamos partido. El gran teórico del positivismo jurídico, Kelsen, a la edad de 84 años – en 1965 – abandonó el dualismo de ser y de deber ser. Había dicho que las normas podían derivar solamente de la voluntad. En consecuencia, la naturaleza podría contener en sí normas sólo si una voluntad hubiese puesto estas normas en ella. Esto, por otra parte, supondría un Dios creador, cuya voluntad ha entrado en la naturaleza. “Discutir sobre la verdad de esta fe es algo absolutamente vana”, afirma a este respecto. ¿Lo es verdaderamente?, quisiera preguntar. ¿Carece verdaderamente de sentido reflexionar sobre si la razón objetiva que se manifiesta en la naturaleza no presuponga una razón creativa, un Creator Spiritus?
A este punto, debería venir en nuestra ayuda el patrimonio cultural de Europa. Sobre la base de la convicción sobre la existencia de un Dios creador, se ha desarrollado el concepto de los derechos humanos, la idea de la igualdad de todos los hombres ante la ley, la conciencia de la inviolabilidad de la dignidad humana de cada persona y el reconocimiento de la responsabilidad de los hombres por su conducta. Estos conocimientos de la razón constituyen nuestra memoria cultural. Ignorarla o considerarla como mero pasado sería una amputación de nuestra cultura en su conjunto y la privaría de su totalidad. La cultura de Europa nació del encuentro entre Jerusalén, Atenas y Roma – del encuentro entre la fe en el Dios de Israel, la razón filosófica de los griegos y el pensamiento jurídico de Roma. Este triple encuentro configura la íntima identidad de Europa. Con la certeza de la responsabilidad del hombre ante Dios y reconociendo la dignidad inviolable del hombre, de cada hombre, este encuentro ha fijado los criterios del derecho; defenderlos es nuestro deber en este momento histórico.Al joven rey Salomón, a la hora de asumir el poder, se le concedió lo que pedía. ¿Qué sucedería si nosotros, legisladores de hoy, se nos concediese formular una petición? ¿Qué pediríamos? En último término, pienso que, también hoy, no podríamos desear otra cosa que un corazón dócil: la capacidad de distinguir el bien del mal, y así establecer un verdadero derecho, de servir a la justicia y la paz. Gracias por su atención.
domingo, 18 de septiembre de 2011
Resurrección

Generalmente hablamos de la resurrección en sentido único. El de Cristo hace 1980 años, más o menos. Y es cierto. Es la mayor manifestación del poder de Dios, el de levantar a alguien de las cenizas... Pero si este es el mayor, quiere decir que puede los menores, como por ejemplo, sacarnos de nuestros pecados habituales, de nuestros miedos y temores, de nuestras incomprensiones y cálculos, de nuestra entrega fría y comedida...
No podemos dejar de afirmar esta gran verdad. Cristo resucitó y los apóstoles lo vieron y dieron sus vidas como muestra de que era real. Fue un acontecimiento único. Por eso mismo, porque fue único, no ha pasado, sigue vigente hoy en día.
No podemos dejar que las menudencias diarias puedan con la gran Verdad de que Cristo ha vencido a la muerte... y si Cristo está con nosotros..¿quién contra nosotros?
viernes, 16 de septiembre de 2011
JMJ 2
Creo que merece la pena refrescar la memoria, no dejar que se nos olvide estos testimonios tan genuino y frescos...¡Y REALES!
Ojalá, nosotros empleemos la misma ilusión, empeño y decisión, que estros neófitos...
Lanzo aquí una sospecha (no puedo probarlo) de que la TV pública "pisó" los comentarios de los voluntarios porque eran demasiado directos, puros, creyentes...de lo que un oído mundano, quiera escuchar... Insisto que son sospechas.
JMJ

Después de tanto tiempo de sequía bloggiana, quería detenerme por un momento en esta imagen de la JMJ, y lo que ella significa, al menos para mi.
No tengo por qué decir que los medios de comunicación no son cristianos. No es que tengan que serlo, sino que son opuestos al mismo, lo combaten. En las series no aparecen cristianos normales, el las noticias nunca aparece Cáritas como ONG siempre son otras las que se llevan la noticia... Pues lo que manifiesta esta foto es precisamente que la Iglesia lo está haciendo bien. Que los medios no son termómetro ni criterio para la Iglesia...se ve que trabaja discreta, pero eficazmente.
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