miércoles, 28 de marzo de 2012

Cuentas

Como otras veces, presentamos las cuentas de la Iglesia. No porque se jacte de ello, sino para defenderse de los que la acusan de ser un parásito. Con las cifras en mano, se demuestra que las acusaciones son falsas y que denotan una brutal carga ideológica, o lo que es lo mismo, sectarismo (a diferencia de la Iglesia, que no pide carnet de nada, -ni de ser de la misma religión- para ayudar) 
5.141 Centros de enseñanza: 990.774 alumnos. Ahorran al Estado 3 millones de euros por centro al año.
 
107 Hospitales. Ahorran al Estado 50 millones de euros por hospital al año.
 
1.004 centros, entre ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y de enfermos terminales de Sida, un total de 51.312 camas. Ahorran al Estado 4 millones de euros por centro al año.
 
Gastos de Cáritas : 155 millones de euros al año , salidos de los bolsillos de los católicos españoles.

Gastos de Manos Unidas: 43 millones de euros al año, salidos de los bolsillos de los católicos españoles. 
Gastos de las Obras Missionales Pontificias:
Domund: 21 millones de euros, que también salen de los bolsillos de los católicos españoles.
365 Centros de reeducación para marginados sociales: exprostitutas, expresidiarios y extoxicómanos; 53.140 personas. Ahorran al Estado medio millón de euros por centro al año.
937 orfanatos: 10.835 niños abandonados. Ahorran al Estado Cien mil euros por Centro.
El 80% del gasto de Conservación y mantenimiento del Patrimonio Histórico Artístico. Se cálcula un ahorro al Estado entre 32.000 y 36.000 millones de euros al año.

A todo esto tenemos que sumar que casi todas las personas que trabajan, colaboran, etc. con Cáritas, Manos Unidas, u otras organizaciones de la Iglesia Católica son voluntarias sin sueldo alguno. Son personas que ayudan a los demás sin pedir nada a cambio. ¿En que cifra se puede tasar esta colaboración si el Estado tuviera que hacerse cargo de ella.?
Esta es la razón por la cual el estado sigue dando un poco de ayuda a la Iglesia Católica, ¡porque le sale muy barato!.
Muy pocos conocen este maravilloso trabajo hacia la ciudadanía española de la Iglesia Católica que le sale tan provechoso para el estado español y conviene difundirlo para que lo sepamos todos. 
¿Cuántos comedores para indigentes y cuántos hospitales para enfermos terminales han abierto y/o mantienen los sindicatos, los partidos políticos de este país? ¿A cuántos enfermos de SIDA tratan?
¿A dónde puede ir un necesitado a pedir un bocadillo o comida para su familia y que sea atendido, a la sede de algún partido político o sindicato?
¡¡Pues todos estos y más viven del dinero de los católicos españoles!!

lunes, 26 de marzo de 2012

Tiempo, prisas, ansiedad

Quizás una de los grandes logros de hoy en día es la productividad. ¡Cuántas cosas hacemos, y en poco tiempo! Somos capaces de hacer mucho en poco... y podemos medir el tiempo en milésimas de segundo... o menos. Tenemos aparatos que nos avisan, de las horas, las medias horas, y los cuartos. Tenemos aparatos que nos despiertan cuando queremos. Y lo atamos a nuestra muñeca para recordarnos que el tiempo pasa... y rápido. Y la gente vive rápido, "aprovecha el tiempo"!!! Y la gente quiere aprovechar cada segundo, pues solo se es joven un a vez en la vida, y pasa deprisa muy deprisa. Nos dicen que el tiempo pasa. QUe hay que aprovecharlo. Que no lo malgastemos. QUe ya tendremos tiempo para lo aburrido, cuando seamos viejos, que ahora hay que sacarle jugo a la vida... Y así entramos en una dinámica de rapidez, de velocidad, de acumular experiencias, sin reflexión... que genera, ansiedad, vacío, y cierta vida no vivida genuinamente. Prisas que no nos ayudan a valorar lo importante, lo que debe ser respetado. Vidas rápidas... sin dirección. Vidas consumidas como la comida rápida, sin pausa, sin disfrute profundo, pues mayoritariamente se está pensando en la siguiente consumición... y así es, compra otra cosa más. Vive más comprando más. Y todo ello es por una falta de horizonte. Si la vida son X años... y ya está, entonces, experimenta todo lo que puedas, antes de desaparecer... o lo que sea eso de la muerte. Esto nos pasa porque no contemplamos las cosas, sino las consumimos. Nos disfrutamos de las cosas, sino las utilizamos. No somos, sino que nos agitamos como locos... Hemos de aprender a disfrutar, contemplando. Hemos de amar lo que tenemos, lo que somos, lo que nos rodea... y así ese huir corriendo de nosotros desaparecerá. Y saborearemos cada segundo, con sabor de eternidad. Y eso es lo que aporta el creyente, lo que tenemos, de verdad, es tiempo. Mucho tiempo. Tenemos toda la eternidad...pero no desde el momento en que muramos, sino desde YA MISMO. Ahora, ya! si estamos con Dios (en gracia) lo que hacemos tiene validez eterna. Lo de ahora cuenta para siempre. Ya estamos injertados en la eternidad. O la eternidad está con nosotros. Para qué correr? Agobiarse? Por qué?.. Ah, por que quieres más!! Si es así, estas perdido. Mejor te sería querer más, pero de ser mejor... de este modo te liberarás de correr, de comprar, de aparentar, de descansar del descanso, del eterno cambio por todo lo que te falta... y que te digo desde ya, que no lo conseguirás. Todo no se puede tener. Pero sí se puede SER en plenitud. Sólo hay que dejar que te posea. Déjale que entre en ti, y serás auténtico. Pues él es el camino, la Verdad, y la VIDA!!!!

viernes, 23 de marzo de 2012

Nuevos mandamientos

Creo que habría que volver a redactar los mandamientos... no porque sean inválidos, sino, porque no son lo suficientemente explícitos... o hay que hacer una nueva catequesis. Lo que queráis, vamos. 1º hay que ir a Misa los domingos. No es cuestión d rezar en casa "algo"... sino de acudir a la eucaristía. 2º la verdadera interpretación del evangelio subsiste en la Iglesia Católica. Y el Papa, o el Concilio, es el órgano divino, por el que lo conocemos. 3º la devoción a María no es superflua, ni accidental. Sino nuclear, e históricamente imprescindible. 4º el católico no se escandaliza del dolor, aunque se duela. 5º nunca le falla la alegría, aunque pueda empañarse, eso sí, pero la paz sigue latiendo en el fondo. Y esto, porque cree en la confesión sacramental, individual y secreta. 6º comienza y recomienza... pues sabe que el límite no lo pone él, sino lo marca Cristo: la santidad. 7º el divorcio no existe en su mentalidad... 8º rasca su bolsillo, de verdad, para ayudar a su Iglesia 9º es, rabiosamente, provida hasta el límite de comlicarse la vida por salvarlas. 10º la vejez es una bendición, no una pesadilla.

jueves, 22 de marzo de 2012

Sobre nuestros periodistas, principalmente...pero no exclusivamente

Un buen criterio para nuestras conversaciones lo da una anécdota que protagonizó nuestro conocido Sócrates. Un día, un conocido se encontró con el gran filósofo, y le dijo: - ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo? -Espera un minuto, replicó Sócrates. Antes de decirme nada, quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro. - ¿Triple filtro? , preguntó el otro. - Correcto, continúo Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el “Examen del triple filtro”... El primer filtro es la VERDAD. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto? - No, dijo el hombre, realmente sólo escuche sobre eso y... - Bien, dijo Sócrates, entonces realmente no sabes si es cierto ó no. - Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la BONDAD. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo? -No, por el contrario… -Entonces, deseas decirme algo malo de él, pero no estás seguro que sea cierto. Pero aún podría querer escucharlo porque queda un filtro, el filtro de la UTILIDAD. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo? - No, la verdad que no. -Bien, concluyó Sócrates. Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no me es útil, ... ¿para qué querría yo saberlo?

martes, 20 de marzo de 2012

Tirilla, hábito, etc...

Hoy me han vuelto a parar en la calle, por la tirilla. Es verdad que no es esencial, ni mucho menos, pero cada vez estoy más seguro de que hace bien a la gente... incluso cuando te insultan (que son las menos veces, pero las hay) Cuando blasfeman me acuerdo de las palabras de Simeon que dijo: "Este está puesto para que...de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones." Y cuando es para bien, pues sin más, me alegro de que sirva para alegrarse a un cristiano, sea quien sea. Se habla tanto de los signos!!! Y este (junto con el hábito) me parece que hablan por sí solos. Una monja joven, un religioso, un sacerdote... vestidos como la Iglesia manda, son un escándalo para esta sociedad tibia. Les ayuda a tomar parte en la cuestión de Dios.

lunes, 19 de marzo de 2012

La Misa

Quizás una de las notas que caracterizan a la cultura occidental sea el papel que tiene en ella el ocio. En una sociedad en la que el trabajo absorbe la mayor parte de las energías del día, de la vida de una persona, no es de extrañar que la gente busque descansar, más bien, liberarse o desahogarse del torbellino al que está sometido durante la semana. Un frenesí que no le permite, siquiera, dedicar las mejores energías a lo más importante: la familia. De ahí la sospecha de que el fin de semana, o los planes de descanso, son como poco una huída de lo cotidiano, como un querer olvidarse de lo cotidiano. Por esto el hombre cae en nuevas esclavitudes, como el consumismo, o el tummbing del fin de semana… como fórmulas de escape a la pesadilla en la que está metido de lunes a viernes. A lo que nos invita el Señor no es el escapismo del no hacer nada, o el de dejar a nuestros instintos desatados durante un par de días para luego volver a la anestesiante normalidad. Sino a una auténtica Celebración. Por celebración no se refiere la Iglesia a una fiesta de mayor calibre que las otras, a modo de las de fin de año. Que podría definirse como un fin de semana normal pero con el doble de gasto (vestido, cena y copas)… Sino a la conmemoración de “algo” que realmente sea fundante, ¡nuevo! para mi vida. Algo en lo que me pueda recrear. Volver sobre ello para edificar mi vida, como un momento de salvación. A nivel meramente humano, podría ser el cumpleaños, por el que doy gracias por el mero hecho de estar vivo. La fecha de la boda, en el que conmemoro el feliz encuentro con una persona que ha sido crucial para mi propia existencia. Una defunción, por la que agradezco haber conocido una persona, vital en mi vida… El Señor quiere que celebremos semanalmente la Fiesta de nuestra salvación. Aquella por la que podemos dar razón de lo más importante de nuestra vida: Dios me ama, Dios me busca, Dios me oye… No soy un puñado de tierra, sino algo divino. Efectivamente, recordar cada semana, que Dios me sondea y me conoce (cfr. Salmo 138), está conmigo todos los días de mi vida (cfr. Mt 28, 19)… por eso tu vara y tu cayado me sosiegan (cfr. Slamo 22)

viernes, 16 de marzo de 2012

Pegas?

Alucino con algunos, de verdad. Si no fuera porque conozco el modo de ser del hombre, no entendería nada de nada. Algunos le han querido sacar tres pies al gato y se han metido con este vídeo promocional del sacerdocio, ¿!? No entiendo, ciertamente. Se muestra unos curas orgullosos de serlo, de mostrarlo, y, con juegos de palabras (nunca falsos) hablan de qué es el sacerdocio... Espero que os guste ..

jueves, 15 de marzo de 2012

Iglesia carismática o ¿la otra?...

Vaya por delante que sólo hay una Iglesia...para evitar errores. Lo que quiero sugerir con el título es que, veamos. En la Iglesia hay elementos cambiables...que no fueron instituidos por Cristo, y por lo tanto son susceptibles de mejorar, suprimir o cambiarse. Aquí caben muchas cosas. Una de las que me parece que se han creado para ayudar, pero a veces no lo consigue son las oficinas y departamentos etc.. En Vaticano II, quiso modernizar la Iglesia, muy bien. Para ello creó los Sínodos, Conferencia Episcopales, y se crearon a rebufo del Concilio, un montón de departamentos en los obispados... Todos ellos no son ni buenos ni malos, en sí mismos. La idea era ayudar a los obispos, y a los curas a trabajar mejor y ser más eficaces apostólicamente. Pues también, muy bien. Muchas veces he oído, en ciertos sectores, que la Iglesia es demasiado jerárquica, y debe ser más carismática. Pues, también estoy de acuerdo (siempre que se entienda bien esta última afirmación, claro. Pero, a menudo, se cae en la contradicción de pedir mayor carismatísmo, y a la vez, someter con mil normas estériles, subjetivas y arbitrarias a personas alejadas de la Iglesia, a las cuales hay que atraer...poco a poco. Joseph Ratzinguer apuntaba un vicio que estaban cogiendo algunos obispos, que era el delegar los problemas a Roma, cuando son ellos mismos los que tienen la potestad para muchísimos asuntos. Se hace con las Conferencias Episcopales al presentarlos como un órgano similar a las Cortes... cosa en absoluto cierta. Pues el obispo conserva toda su potestad en la diócesis, y las Conferencias Episcopales sólo son ayudas... no un órgano de gobierno colegial para la iglesia de un país o zona... Imprimiendo cada uno de ellos, una personalidad a su diócesis.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Mentiras toleradas

El mundo civil también tiene sus dogmas que esparce por los mass media, y que insisten en convencernos de que somos dueños de todo, y que todo podemos manipular a nuestro antojo. Esto que quiero decir se ve claramente en la ciencia. Para el avance de la misma, hemos de conocer, (des-cubrir) con leyes dadas en la naturaleza. Son normas que el hombre se encuentra, pero nunca crearlas. Procesos que el hombre puede estudiar, comprender y utilizar a su favor, pero no cambiarlas (la ley de la gravedad será siempre la misma, aunque, eso sí, la podemos aprovechar a nuestro beneficio). Se puede recordar aquí, también, cómo un uso arbitrario o al margen de los recursos de la naturaleza puede provocar el colapso de la misma. Precisamente, por no respetarla, e intentar forzarla a nuestro capricho, como si pudiese comportarse como quisiéramos. Y, en esta línea, se enraíza la respuesta a nuestra pregunta: ¿cómo acertar con mi vida?, ¿qué he de hacer de bueno? Y lo que precisamente quiero mostrar, es que, la respuesta no lo creamos nosotros, como he dicho antes. Pero sí que está en nosotros. La encontramos “puesta” en nosotros. Sólo tenemos la posibilidad de buscarla -y encontrarla-. Muy distinto a fabricárnosla. La verdad sobre quién soy no lo manufacturo yo, sino que lo descubro. Vamos, que no es “made in me”

martes, 13 de marzo de 2012

Un poco de humor

Lo he copiado de otro blog..muy bueno. Que lo disfrutéis. Querido nieto, El otro día tuve una experiencia religiosa increíble y que quiero compartir contigo. Fui a la librería cristiana y allí encontré una calcomanía para el auto que decía:’TOCA LA BOCINA SI AMAS A DIOS’. Dado que había tenido un día muy malo, decidí comprarla y pegarla en el parachoques de mi coche. Al salir conduciendo, llegué a un cruce de dos avenidas que estaba muy complicado, con muchos vehículos. La temperatura exterior era de 37 grados y era la hora de salida de las oficinas. Allí me quedé parada (porque la luz estaba roja), pensando en el Señor y en todas las cosas buenas que nos ha dado. No me di cuenta que la luz se había puesto en verde, pero descubrí que muchos otros aman al Señor porque inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas…. Fue maravilloso! La persona que estaba detrás de mi auto era sin duda muy religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y gritaba: ‘Dale, por el amor de Dios…!!!’. Dirigidos por él, todos hacían sonar la bocina. Yo les sonreí y los saludaba con la mano a través de la ventanilla, totalmente emocionada. Vi que otro muchacho me saludaba de una manera muy particular levantando solo el dedo medio de la mano. Le pregunté a Betito mi otro nieto, que estaba conmigo, qué quería decir ese saludo. Me contesto que era ‘un saludo hawaiano’ de buena suerte. Entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé a todos de la misma manera. Mi nieto se doblaba de la risa, supongo que por la bella experiencia Religiosa que estaba viviendo. Dos hombres de un auto cercano se bajaron y comenzaron a caminar hacia mi coche, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a qué templo voy, pero en ese momento fue cuando vi que la luz estaba verde. Entonces, saludé a todos mis hermanos y hermanas y pasé el semáforo. Después de cruzar, noté que el único auto que había podido pasar era el mío, ya que la luz volvió a ponerse en rojo, y me sentí triste de dejarlos allí después de todo el amor que habíamos compartido. Por lo tanto, paré el coche, me bajé, saludé a todos con el saludo hawaiano por última vez y me fui. Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres. Besos, tu abuela

sábado, 10 de marzo de 2012

Fuentes de la Moral

A veces pensamos que hemos descubierto la rueda. Pero, ya está descubierta. Y es que llevamos, más o menos, 40 siglos de cultura, y eso son muchos millones de personas pensando, investigando, reflexionando… ¡y escribiendo! Por eso, solo hace falta seleccionar bien lo que leemos. Las preguntas que nos hacemos, las importantes digo, se la han hecho todos (o la inmensa mayoría, ¡espero!): ¿quién soy yo?, ¿de dónde vengo?, ¿qué hay más allá de la muerte?, ¿de dónde viene el sufrimiento?, ¿existe Dios?... En estas preguntas coincidimos millones de personas, de cualquier tempo, cultura y condición. Esto se debe a que todos tenemos un misma inquietud interior. Un mundo invisible a los ojos de los demás, que está vivo y quiere, ¡necesita!, que se le atienda. Una persona que no cuide esa dimensión interna (¿conciencia?, ¿espíritu?, ¿alma?) fracasará estrepitosamente, pues esta cualidad es lo específicamente humano, lo que nos hace ser lo que somos: personas (no simplemente seres vivos). Es decir, poseedores de una instancia interior, que es, a la vez, testigo de nuestras propias obras, y un permanente buscador de sentido, es decir, responder a la eterna pregunta ¿por qué “esto”? Y, es que, ni animales, ni vegetales, necesitan preguntarse sobre las cosas, o los acontecimientos que los rodean. Nosotros sí. Y necesitamos comprender su sentido. Es decir, poder responder a la pregunta sobre su significado. Una de esas preguntas capitales es: ¿cómo acertar con mi vida? Que en el fondo se reduce a decir, qué es lo bueno y lo malo. Cómo puedo saber qué es lo bueno; qué he de hacer, o lo malo a evitar. Y, a esta pregunta sobre la moralidad de las obras, caben, solamente, dos respuestas. Una: Yo elijo lo que es bueno y malo, es decir, vivo mi vida según el criterio que yo mismo me forjo. En definitiva, yo soy el juez absoluto de mi vida, y juzgo todo según mi opinión. El criterio por el que decido si algo es bueno, o malo, -me conviene o no-, estaría en última instancia en mi mano. Lo dispongo yo. Y puedo elegir un criterio de oportunidad: me viene bien. Como de utilidad: me sirve. O, también, según las consecuencias del obrar mismo: si no se entera nadie… lo hago, si se enteran, no lo hago. Caben otros, en desuso, como el recurrir a una tradición recibida: es lo que mis padres me han enseñado, y por eso lo haré (o no). Todos ellos parecen diferentes, pero tienen el mismo punto común: soy yo, quien decide qué es lo bueno y qué es lo malo. Con un criterio diferente cada uno… pero, yo en definitiva. Y, por ser este, el común denominador, es decir, ser yo la fuente de criterio por la que se decide la bondad o maldad de los actos es por lo que no sirven,

lunes, 5 de marzo de 2012

una aportación CONCRETA para salir de la crisis

Todo el mundo habla de la maldita crisis. Pero se oyen pocos diagnósticos sensatos, y por tanto soluciones viables. Aquí os dejo un vídeo muy bueno, que ayuda a repensar todo un poco más, y, lo más importante, aportar soluciones, más allá de culpar a todos menos a uno mismo. Es un poco largo, pero merece, de verdad, la pena. Ánimo.

viernes, 2 de marzo de 2012

Concentraciones/ Procesiones

No sé por qué, pero dicen que no están de moda las procesiones...no creo. La gente las ve encantadas. Y muchas, a veces, alejadas del aIglesia, participan en ellas. Es un momento para muchos, de ver una imagen religiosa, un canto piadoso. Otros, de vivirlas cara a Dios, de profundizar, o refrescar su fe. No es tontería que se potencien y se cultiven. Sin embargo, hay cada vez más, una progresiva sustitución de estas, en concentraciones: por las mujeres, por los hambrientos, por la justicia de tal cosa, por la .... Lejos de ser malos objetivos, la cosa es ¿ha la Iglesia de prestarse a eso?, ¿por qué se potencia unas en detrimento de otras?, ¿no hemos caído en la tentación de sustituir la fe por el activismo? Sabiendo que la auténtica fe lleva a la acción...pero la acción no significa presencia de fe. Creo que es un síntoma más de secularización, más que de evangelización.

celibato y sacerdocio (III)

En el Concilio de Trento, los expertos de la comisión teológica encargada de estudiar las tesis luteranas sobre el matrimonio de los clérigos lo introdujeron en sus informes. Pío IV, por su lado, piensa no poder hacer mejor cosa que citarlo para explicar a los príncipes alemanes su rechazo a renunciar a la ley del celibato. En seguida, numerosos teólogos e historiadores del periodo post-tridentino lo mencionan en sus estudios . En el "siglo de las luces" el jesuita F.A. Zaccaria, basa entre otros, también sobre este texto una investigación profunda que se remonta al origen apostólico del celibato de los clérigos . Lo mismo hace el continuador del P. Bollando de Amberes Jean Stiltinck . Agustín de Roskovany y Gustavo Bickell, en el siglo XI, recurrirán en su oportunidad al documento africano del año 390 para sostener las mismas conclusiones . Todos están íntimamente persuadidos que sea legítimo y necesario pasar por Cartago para proceder son seguridad en la búsqueda histórica del origen de la disciplina del celibato sacerdotal. Y veremos también a Pío XI, en los tiempos modernos, hacernos todavía una autorizada referencia en la Encíclica Ad catholici sacerdotii fastigium, del 20 de diciembre de 1935. En esta óptica se puede comprender mejor por qué Pío XI, precisamente, no había dudado en decir que el Concilio de Elvira, lejos de ser un principio absoluto en la historia de la disciplina del celibato, demuestra "que el asunto estaba sin duda desde hace mucho tiempo en las costumbres" y que la ley española tenía su principio en el Evangelio y en la enseñanza de los Apóstoles. Leamos nuevamente este texto: "Ha parecido bien prohibir en modo absoluto a los obispos, a los sacerdotes y a los diáconos, a saber (también) a todos los clérigos comprometidos en el ministerio, tener relaciones (conyugales) con sus esposas y procrear hijos; si alguno lo hace que sea excluido del clericato". Un examen atento del documento muestra claramente una pre-historia, contrariamente a aquello que se han apresurado en afirmar los historiadores que querían encontrar la prueba de un origen tardío de la disciplina del celibato-continencia . En efecto, nada se dice sobre la libertad de servirse del matrimonio que habrían tenido hasta ahora los clérigos casados. Ahora bien, en la reflexión sobre la naturaleza de las exigencias impuestas, el silencio de los legisladores en este punto se comprende más fácilmente en el caso en que ellos repitan y confirmen una práctica ya en vigor antes que en el caso contrario. No se impone bruscamente a dos esposos la ruda ascesis de la continencia perfecta, sin decir por qué eso que hasta ahora estaba permitido se prohíbe de improviso. Sobre todo, como en este caso, si se preveen penas canónicas para los contraventores. En cambio, si se trata de remediar las infracciones de una regla ya antigua, se comprende que los obispos españoles no hayan sentido la necesidad de justificar una medida tan severa . Suponiendo también que el decreto de Elvira sea el primero cronológicamente hablando, esto no significa que la práctica anterior de la Iglesia haya sido diferente. Numerosísimos puntos concernientes a la doctrina y a la disciplina no han sido al inicio objeto de una explicación. Es tan sólo con el correr del tiempo, y bajo la presión de circunstancias inéditas, que las verdades de la fe inicialmente admitidas por todos fueron objeto de definiciones dogmáticas y que las tradiciones observadas desde los orígenes de la Iglesia asumieron una forma canónica. Este principio clarísimo de la metodología general sobre la formación de las normas jurídicas de la Iglesia puede aclarar correctamente la historia precedente al Concilio de Elvira. El primer Concilio ecuménico que se tiene en Nicea en 325 para expresar un juicio sobre el arrianismo, votó una lista de veinte cánones disciplinarios. El tercero de estos cánones titulado "Mujeres que conviven con los clérigos", trata un argumento que examina la historia del celibato eclesiástico: "El gran Concilio ha prohibido absolutamente a los obispos, a los sacerdotes y a los diáconos, y en pocas palabras a todos los miembros del clero, tener consigo una mujer introducida con él para el servicio, a menos que se trate de una madre, una hermana, una tía o en fin sólo aquella persona que se sustrae a cualquier sospecha". Obsérvese que el Concilio no menciona la esposa entre las mujeres que los miembros del clero están autorizados a admitir bajo el mismo techo, lo que es quizá una señal indicadora que la decisión de Nicea sobrentiende la disciplina de la continencia perfecta. Eso es todavía más plausible si se piensa que los obispos nombrados en primer lugar, han estado siempre sometidos a la ley del celibato-continencia, ya sea en Oriente o en Occidente, sin ninguna excepción. Otro indicio es que el tercer canon de Nicea ha sido permanentemente interpretado de la misma manera por los Papas y por los concilios particulares: colocar a los obispos, los sacerdotes y los diáconos, obligados a la continencia perfecta, al abrigo de las tentaciones femeninas y asegurar su reputación. Cuando mencionan el caso de la esposa, es generalmente para autorizarla a vivir con el marido ordenado, pero con la condición que también ella haya hecho voto de continencia. En este caso ella reingresa a la categoría de mujeres "que se sustraen a cualquier sospecha".

martes, 28 de febrero de 2012

Celibato y sacerdocio II

Estas tres decretales son de una importancia fundamental para la historia de los orígenes del celibato de los clérigos. Ellas presuponen como cosa normal y legítima, la ordenación de numerosos hombres casados. Estos últimos, a partir del diaconado, no están menos obligados a la continencia perfecta con sus esposas, en caso que ellas estén todavía en este mundo, y la infracción a esta disciplina, frecuente en aquel tiempo en algunas provincias lejanas de Roma, como España y Galia, se censura en cuanto contraria a la tradición apostólica. Los impugnadores de estas regiones invocan el Antiguo Testamento como apoyo a su causa, pero la continencia temporal de los levitas de Israel prueba que a fortiori los sacerdotes de la Nueva Alianza deben observar una continencia perpetua. Una. objeción sacada de la carta de san Pablo les parece decisiva a algunos: ¿acaso el Apóstol no ha solicitado que el obispo, el presbítero o el diácono sea "el hombre de una sola mujer" (unius uxoris vir) autorizando de tal modo la elección de candidatos casados? Sin duda, responde Siricio, pero esta consigna ha sido dada propter continentiam .futuram, en vista de la continencia que estos hombres casa dos debían haber practicado desde el día de su ordenación. Si ellos deben ser los hombres de una sola mujer, es porque la experiencia de fidelidad a la propia esposa representa una garantía de castidad para el futuro. Esta exégesis de 1Tim 3,2 y Tt 1,6 se olvida generalmente en nuestros días; ella es, sin embargo, una piedra angular de la argumentación de Siricio y de numerosos escritores patrísticos para fundamentar la disciplina del "celibato-continencia" con las Escrituras. Si se quiere apreciar adecuadamente la importancia de estas tres decretales, no hay que olvidar que la Iglesia de Roma ha gozado muy pronto de una posición absolutamente única como testigo de la Tradición procedente de los Apóstoles. San Ireneo lo ha expresado con una fórmula inolvidable: "Con esta Iglesia, en consideración de su origen excelente, debe necesariamente concordar toda la Iglesia, vale decir, los fieles de todo lugar; en ella, a beneficio de esta gente de todo lugar, ha sido siempre conservada la Tradición que viene de los Apóstoles". Admitir esta posición privilegiada de la Sede "apostólica", significa al mismo tiempo reconocer que los Pontífices romanos de fines del siglo IV se han hecho garantes en nombre de toda la Iglesia de una tradición de "celibato-continencia" para el clero superior que se remonta a los Apóstoles, y han conservado en esta afirmación toda su credibilidad. Las cartas decretales que apenas hemos visto no son de ningún modo los únicos documentos que atestiguan la antigüedad de la continencia perfecta de los clérigos casados. En la misma época, el 16 de junio de 390, un Concilio en Cartago votaba un canon con el texto siguiente: Epigone, obispo de Bulla la Real dice: "En un Concilio precedente, se ha discutido acerca de la regla de la continencia y de la castidad. Que se enteren pues (ahora) con más energía los tres órdenes que, en virtud de su consagración, están vinculados por la misma obligación a la castidad, quiero decir, el obispo, el sacerdote y el diácono, y que se les enseñe a ellos a conservar la pureza". El obispo Genethlius dice: "Como habíamos dicho anteriormente, es oportuno que los santos obispos y sacerdotes de Dios, así como los levitas, o sea aquellos que están al servicio de los sacramentos divinos, observen continencia perfecta, a fin de poder obtener con toda naturalidad aquello que ellos piden a Dios; aquello que enseñaron los Apóstoles y aquello que la misma antigüedad ha observado, veamos nosotros mismos el modo de atenernos a ello". En unanimidad, los obispos han declarado: "Se ha admitido con agrado el hecho que el obispo, el sacerdote y el diácono, guardianes de la pureza, se abstengan de sus esposas, a fin de que aquellos que están al servicio del altar conserven una castidad perfecta". Este canon confirma indirectamente, a su vez, la presencia de numerosos hombres casados en las filas del clero. Los sujetos de la ley son los diáconos, los sacerdotes y los obispos, a saber, los miembros de las tres órdenes superiores del clericato a las cuales se accede mediante consagraciones. Estas últimas colocan al hombre aparte, para el desarrollo de las funciones que conciernen a lo divino. El servicio de la eucaristía es aquí el fundamento específico de la continencia exigida a los ministros. A esto se añade un segundo motivo que evidencia la finalidad de la obligación: "A fin de que puedan obtener con toda naturalidad aquello que ellos piden a Dios" (quo possint simpliciter quod a Deo postulant impetrare). Aquel que está al servicio de los misterios cristianos es un mediador entre Dios y los hombres y, en cuanto tal, debe asegurarse las condiciones necesarias para una oración de intercesión eficaz. Sin la castidad el ministro estaría privado de una cualidad esencial en el momento de presentar a Dios el pedido de sus hermanos y se privaría en cierto sentido de la libertad de palabra. Con ella, en cambio, entra en relaciones muy "sencillas" con el Señor, relaciones que son una garantía de que su pedido sea escuchado. El mejor comentario sobre este canon lo ha hecho el gran canonista bizantino del siglo XII, Juan Zonaras: "Estos son, en efecto, intercesores entre Dios y los hombres, que, instaurando un vínculo entre la divinidad y el resto de los fieles, piden para todo el mundo la salvación y la paz. Por eso, si ellos se ejercitan, como dice el canon, en la práctica de todas las virtudes y dialogan así con toda confianza con Dios, obtendrán sin dificultad aquello que han pedido. Pero si estos mismos hombres se privan, por su culpa, de la libertad de palabra, ¿en qué modo podrán desvincularse de su oficio de intercesores por los otros?" .

domingo, 26 de febrero de 2012

Celibato y sacerdocio

Aquí os dejo un estudio concienzudo sobre el tema que preocupa a tanta gente, y que no debería. Todo está concienzudamente enraizado en la Tradición de la Iglesia. Para hacerse una idea concreta del celibato sacerdotal en los orígenes de la Iglesia, sería necesario poder entrevistar a algunas de las grandes figuras de sacerdotes o de obispos casados de los primeros siglos y preguntarles a ellos cómo han vivido su matrimonio después de la ordenación. Un Félix III, por ejemplo, Papa del 483 al 492, esposo de una cierta Petronia, de la cual había tenido al menos dos hijos, y que tendrá por bisnieto al ilustre Gregorio el Grande. O más aún, al Papa Ormisdas, en el siglo VI, cuyo hijo Silverio se convertirá, a su vez, en sucesor del trono de Pedro. Entre los obispos, Gregorio el Iluminador, primer catholicos armeno (+ ca. 328), que, casándose cuando era joven, había tenido dos hijos: el menor Aristakes, que le sucederá inmediatamente, y el mayor Verthanes, que, sucediendo al menor, será el tercer catholicos de la dinastía gregoriana. En Galia un Eucherio de Lión (+ ca. 449), esposo de Galla y padre de dos futuros obispos, Salonio de Ginebra y Verano de Vence. En Italia san Paulino de Nola (+ 431), que de su esposa Terasia había tenido un hijo fallecido a temprana edad. Y en Irlanda, un sacerdote de nombre Potitus, que la historia habría olvidado hace ya mucho tiempo si no hubiese sido el abuelo de san Patricio. Sería larga la lista de todos aquellos cuyo testimonio habría sido muy útil para revelarnos como fueron las cosas y el por qué. En los orígenes de la ley Pero si es imposible interrogar las voces que ahora callan, tenemos en cambio, un cierto número de textos que nos informan de manera clara. A partir del siglo IV, en efecto, una legislación escrita toma nota de dos obligaciones complementarias: no sólo el matrimonio está prohibido después de la admisión a los grados superiores del clericato, sino el mismo uso del matrimonio está prohibido a los miembros del clero superior que podían haber estado casados antes de su ordenación. Para facilitar tal distinción con una terminología apropiada, convengamos en llamar a la primera de estas obligaciones ""ley del celibato en sentido estricto" y a la segunda ""ley del celibato-continencia". Se sabe bien que, en orden de tiempo, el primero de los concilios de la Iglesia universal en exigir la continencia perfecta de los clérigos casados, es el Concilio de Elvira, al inicio del siglo IV, del cual el Papa Pío XI dirá un día que él presupone una prehistoria y "no hace otra cosa que reforzar y unirse a una cierta exigencia, por así decirlo, que tiene su origen en el Evangelio y en la predicación de los Apóstoles". Regresaremos sobre el tema. En primer lugar, será conveniente tomar conocimiento de los numerosos documentos públicos que, desde aquella época, hacen remontarse la disciplina del "celibato-continencia" a los tiempos apostólicos. En orden cronológico éstos son: La decretal Directa, del 10 de febrero de 385, enviada por el Papa Siricio al obispo español Himerio, Metropolita del área de Tarragona. La decretal Cum in unum, enviada por Siricio a los episcopados de diversas provincias para comunicarles las decisiones tornadas en enero de 386 en Roma por un Concilio de 80 obispos. La decretal Dominas inter, en respuesta a algunas preguntas de los obispos de Galia. El canon 2 del Concilio celebrado en Cartago, en junio de 390. La decretal Directa es una respuesta del Papa Siricio a una consulta hecha a su predecesor Dámaso por el obispo español Himerio acerca de la continencia de los clérigos. A las noticias dolorosas que le llegaban desde España acerca del estado del clero, el jefe de la Iglesia reacciona con un llamado al deber de la continencia perfecta, cuyo principio está contenido en el Evangelio de Cristo, y añade: .,Es por la ley indisoluble de estas decisiones que todos nosotros, sacerdotes y diáconos, nos encontramos atados desde el día de nuestra ordenación (y obligados) a poner nuestro corazón y nuestro cuerpo al servicio de la sobriedad y de la pureza ...". Un año después, en 386, Siricio envía a diversos episcopados la decretal Cuni in ununt para comunicarles las decisiones tomadas en Roma por un Concilio de 80 obispos. El documento insiste sobre la fidelidad a las tradiciones procedentes de los Apóstoles, ya que ""no se trata de ordenar nuevos preceptos, sino de hacer observar aquellos que a causa de la apatía y de la indolencia de algunos han sido descuidados, Entre estas diversas cosas "establecidas por una constitución apostólica y por una constitución de padres" se encuentra también la obligación a la continencia para los clérigos superiores. Una tercera decretal -la Dominus inter- es una respuesta de Siricio (o quizá de Dámaso) a una serie de preguntas enviadas por los obispos de Galia. El Papa anuncia ante todo que retomará en orden las preguntas hechas haciendo conocer las tradiciones" (singulis itaque propositionibus sito ordine reddendae sunt traditiones) y en este contexto habla también de los obispos, de los sacerdotes y de los diáconos, respecto a los cuales dice expresamente: "No sólo nosotros, sino también la Escritura divina hacen del ser casto una obligación"... Seguirá

jueves, 2 de febrero de 2012

Formación, formación, formación, formación

Hoy por hoy, paradójicamente tenemos el mejor acceso que nunca a documentos - Nivel académico (contra el analfabetismo…) - Publicaciones y medios de comunicación, a punta pala... - Facilidad de acudir a las fuentes: webs Dice (1 Pedro 3, 15): “Glorificad a Dios en vuestros corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza; pero con mansedumbre y respeto”. O, como afirma en presidente del recién creado Pontificio Consejo para a Nueva Evangelización, Rino Fischella: “La nueva evangelización deberá encontrar el modo de formar la conciencia de los cristianos para que sean capaces de juicios, decisiones y actitudes públicas que sean coherentes con la persona y enseñanzas de Jesús viviente” “Lo que el mundo necesita hoy de manera especial es el testimonio creíble de los que iluminados en la mente y el corazón por la Palabra del Seor, son capaces de abrir el corazón de muchos al deseo de Dios y de la vida verdadera, ésa que no tiene fin.” (Porta Fidei, n. 15) Y Benedicto 16 dice en su penúltima carta: “la nueva evangelización se está volviendo cada vez más necesario, a causa de las situaciones de descristianización frecuentes en nuestros días, para gran número de personas que recibieron el bautismo, pero viven al margen de toda vida cristiana; para las gentes sencillas que tienen una cierta fe, pero conocen poco los fundamentos de la misma; para los intelectuales que sienten necesidad de conocer a Jesucristo bajo una luz distinta de la enseñanza que recibieron en su infancia, y para otros muchos” (Carta Ubicumque et Semper). Formación Significa: 1º Conocimientos: del evangelio, y de la propia persona. 2º Hábitos intelectuales y prácticos de obrar. Porta Fidei, la última carta del Papa habla 9 veces del Catecismo (¡¡¡¡y son 10 hojas de documento!!!!): 1º Sobre el Catecismo de la Iglesia Católica, lo anuncia como “subsidio precioso e indispensable” (cfr. P.F, n. 11) 2º promover el uso del Catecismo de la Iglesia católica, como formulación esencial y completa del contenido de la fe para los hombres de nuestro tiempo. 3. promover el uso del Catecismo de la Iglesia católica, como formulación esencial y completa del contenido de la fe para los hombres de nuestro tiempo. (Porta Fidei; Y por eso el XIII Sínodo de los Obispos sobre La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana, anima a usar el Catecismo, el Compendio, o el Compendio: “transmitir la fe en Cristo significa crear las condiciones para una fe pensada, celebrada, vivida y rezada: esto implica inserir en la vida de la Iglesia. Ésta es una estructura de transmisión muy radicada en la tradición eclesial. A ella se refiere el Catecismo de la Iglesia Católica, así como también el Compendio del mismo Catecismo, que la asume para sostenerla, explicitarla, promoverla. Hay que leer el Catecismo, concluyo.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Nueva evangelización

De Benedicto 16, en su éltimo documento Ubicumque Et Semper: «Enteros países y naciones, en los que en un tiempo la religión y la vida cristiana fueron florecientes y capaces de dar origen a comunidades de fe viva y operativa, están ahora sometidos a dura prueba e incluso alguna que otra vez son radicalmente transformados por el continuo difundirse del indiferentismo, del laicismo y del ateísmo. Se trata, en concreto, de países y naciones del llamado primer mundo, en el que el bienestar económico y el consumismo —si bien entremezclado con espantosas situaciones de pobreza y miseria— inspiran y sostienen una existencia vivida "como si Dios no existiera”. “El siervo de Dios Pablo VI observaba con clarividencia que el compromiso de la evangelización «se está volviendo cada vez más necesario, a causa de las situaciones de descristianización frecuentes en nuestros días, para gran número de personas que recibieron el bautismo, pero viven al margen de toda vida cristiana; para las gentes sencillas que tienen una cierta fe, pero conocen poco los fundamentos de la misma; para los intelectuales que sienten necesidad de conocer a Jesucristo bajo una luz distinta de la enseñanza que recibieron en su infancia, y para otros muchos” Vemos cómo nos remite a 2 ámbitos: Ad intra: 1º Debido a una gran ignorancia doctrinal. ¿Quién soy?, ¿qué es ser cristianos?, ¿qué debemos creer?, ¿a qué no podemos renunciar? Se duda o ignora, por los cristianos, ENTRE OTRAS… A Existencia de Dios B Naturaleza de la misión de Cristo: redención C Libertad y gracia: confirmación, oración, D Fe como dato intelectual (vs sentimiento, ) E Comprensión de las Escritura F Comprensión de la Liturgia… 2º Consecuencias: - Fe NO-celebrada (sacramentos): desnaturalización de lo sacro. - Fe NO-vivida (moral): desorientación moral. 3º Tensiones intra-eclesiales: cómo los 2 grandes cismas de la Iglesia: intra-eclesiales. B 16, afirma en Porta Fidei la existencia de catecismos no del todo en sintonía con el Catecismo de la Iglesia Católica. (teología liberación-lefebrianos) - Consecuencia lógica en una sociedad que ensalza la libertad personal hasta hacerlo un todo: desobediencia jerárquica, actitudes contestatarias… Ad extra: 1º Indiferencia (no ateísmo): Desafío: Indiferentismo, la sublimación del todo vale, porque no vale nada: historicismo, como post-historicismo; cientificismo, como post-cientificismo… Se conocen los ppios doctrinales…pero no son asimilados, ni creídos, ni tomados en consideración…más bien todo lo contrario: atacados como amenazas “El acto de fe supone determinadas actitudes antropológicas que son las que la secularización pone en discusión: capacidad de la verdad, de la belleza, responsable para elegir el bien” (Rino F.) 2º Sociedad fuertemente pluralizada. (lo plural como bueno, independientemente de su verdad)

lunes, 30 de enero de 2012

Eucaristía

Sin Misa, somos cristianos estadísticos, nada más. «Sin el domingo no podemos vivir», nos remonta al año 304, cuando el emperador Diocleciano prohibió a los cristianos, so pena de muerte, poseer las Escrituras, reunirse el domingo para celebrar la Eucaristía y construir lugares para sus asambleas. En Abitene, pequeña localidad en lo que hoy es Túnez, en un domingo se sorprendió a 49 cristianos que, reunidos en la casa de Octavio Félix, celebraban la Eucaristía, desafiando las prohibiciones imperiales. Arrestados, fueron llevados a Cartago para ser interrogados por el procónsul Anulino. En particular, fue significativa la respuesta que ofreció Emérito al procónsul, tras preguntarle por qué habían violado la orden del emperador. Le dijo: «Sine dominico non possumus», sin reunirnos en asamblea el domingo para celebrar la Eucaristía no podemos vivir. Nos faltarían las fuerzas para afrontar las dificultades cotidianas y no sucumbir. Después de atroces torturas, los 49 mártires de Abitene fueron asesinados. Confirmaron así, con el derramamiento de sangre, su fe. Murieron, pero vencieron. Sto Tomás, en la Summa Theologica : Hablando en absoluto, la eucaristía es el más importante de todos los sacramentos. Y esto resulta porque (…): 1º Contiene realmente a Cristo en persona, mientras que los otros contienen una virtud instrumental participada de Cristo… 2º Todos los demás sacramentos están ordenados a la eucaristía como a su fin… En el fondo, es creerse lo que dijo el mismo Jesucristo: Jn 6, 53: “Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el que vuestros padres, que lo comieron y murieron: el que come este pan vivirá para siempre.” Concilio Vaticano II: El Concilio Vaticano II nos lo volvió a recordar. Lumen Gentium, n.11: “La eucaristía es fuente y culmen de toda vida cristiana.” Presbiterorum Ordinis, n.5: “Los demás sacramentos, como los demás ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la eucaristía y a ella se ordenan.. La Eucaristía contiene todo el bien de la Iglesia, es decir, Cristo mismo… La celebración eucarística es, por tanto, el centro de la asamblea de los files, que preside el presbítero.” VE A MISA. ACUDE A MISA. ASISTE A MISA. ESCUCHA LA EUCARISTÍA. INVITA A TUS AMIGOS A LA EUCARISTÍA. ATIENDE LAS ORACIONES DE LA MISA. REZA EN MISA. ALABA EN MISA. ADORA EN MISA. DESAGRAVIA EN MISA.

sábado, 28 de enero de 2012

Iglesia abofeteada por sus hijos

La Iglesia está siendo agitada desde dentro, por eso hay que rezar mucho. Mucho. Y, en la medida d nuestas posibilidades, no hacer nosotros lo mismo. Esto es lo que está pasando: C
ontexto. El “Governatorato” es la administración del Estado-Ciudad del Vaticano, con sus gastos, sus servicios y sus ingresos. Cuenta con un presidente, que es un cardenal, y con un secretario general (una especie de administrador-delegado), que es un obispo. Hasta el pasado octubre, el secretario era mons. Carlo Maria Viganò, a quien el Papa nombró nuncio de la Santa Sede en Washington. En aquellos días se comentó que ese nombramiento (de indudable relevancia) había sido una victoria de los “enemigos” que Viganò se había ganado durante su año y medio en el cargo. En ese periodo, según se ha publicado, el “Governatorato” pasó de un déficit de 7,8 millones de euros a un superávit de 34,4 (es un superávit que sirve para financiar la actividad de la Santa Sede, que no cuenta con ingresos). El trabajo de Viganò consistió en buena parte, según se ha publicado, en poner en práctica los consejos que la consultora "McKinsey" había recomendado en un informe. Algunos medios han publicado ahora algunas cartas privadas que mons. Viganò escribió al Papa y al Secretario de Estado en los meses pasados solicitando, en definitiva, que no le cambiaran de lugar para poder seguir su tarea de “limpieza” contra corrupción e intereses privados. Además, acusa a sus presuntos enemigos con nombre y apellidos, refiriendo presuntas irregularidades. La autenticidad de esa correspondencia no se ha puesto en discusión. Aunque el programa de televisión en el que se discutió el caso (en La 7, la antigua Telemontecarlo) tuvo muy poca audiencia, la noticia sobre “corrupción en el Vaticano” fue rebotada por todos los medios. Lo que desde el Vaticano se ha criticado ha sido, sobretodo, la difusión de esa correspondencia reservada, al tiempo que se ha negado que el nuevo encargo de Viganò haya sido fruto de presiones. Quien ocupa ahora su antiguo puesto está siguiendo los mismos criterios de rigor, subrayó el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi. Desde luego, el caso tiene todos los ingredientes para alimentar el imaginario sobre las “luchas de poder bajo la cúpula de san Pedro”. La realidad, posiblemente, sea más modesta y esté más relacionada con las pasiones humanas de no poca gente llena de buena voluntad. En todo caso, se trata de un triste espectáculo que manifiesta que, en buena parte, los verdaderos problemas de la Iglesia están dentro. Esto ya lo ha dicho Benedicto XVI en más de una ocasión y me parece un diagnóstico muy certero

aborto

He vuelto a comprobar de primera mano, lo muy madre que es la Iglesia. No se acobarda. Como Cristo nos enseñó. No salir correr cuando vemos al lobo, sino salir en defensa de las ovejas y palos contra el lobo. El aborto mata. Mata a un niño. Mata a una madre. Mata a la pareja. Mata el alma de la madre, y le priva de ilusión, de alegría y paz. Por el contrario, el aborto (y con él todos los que a él abocan) aísla hasta la muerte, humilla, avergüenza, ensucia... y encadena con la ley del "no decir", "no sepan", "qué dirán"... Cómo puede existir 1,5 millones de abortos en España y se habla tan poco, no se sabe quién, ni se habla con naturalidad (pretendida por los pro-muerte) Los médicos le dijeron a esta persona, después del aborto, cuando no podía vivir en paz: ¿eres creyente?...pues confiésate. Ya se te pasará. La sociedad, así, en abstracto, es cruel. No entiende de las personas, sino de lo que conviene, de lo correcto, de lo que se lleva... Maldita hipocresía...Bendita vida, bendita verdad, bendito Dios que nos la enseña y nos la custodia...

jueves, 26 de enero de 2012

sobre el feísmo imperante y la belleza necesaria

El feísmo, está de moda (góticos, punks, arte moderno con defecaciones, blasfemas...) Lo transgresor, lo llamativo. ¿Por qué? En este vídeo se dan unas respuestas, muy acertadas, a mi parecer. Podría pensarse que el tama "belleza" es fatuo, o inútil tratarlo, pero en absoluto es así. Según lo que tengamos en la cabeza por belleza, será un modo de entendernos a nosotros mismos y la naturaleza que nos circunda... ¿La belleza está ahí o la "pone" el hombre"?, Dios ha hecho todo...y todo es bello, pero a veces no lo es, ¿por qué? Para descubrir la belleza hemos de poder contemplar, admirarnos, descubrir, salir de nosotros mismos.

domingo, 15 de enero de 2012

Amistad apostólica

Estoy leyendo documentos de la Iglesia, de diversa gradación, y me encanta ver como el Papa, Benedicto 16, eleva a categoría teológica algo que no había leído nunca en este "tipo" de documentos, tan... ¿técnicos? ¿Y, qué es lo que hace aparecer en los documentos que no he leído nunca? Pues, sencillamente: la amistad! La amistad como vehículo de evangelización...sin que ello sea instrumentalizar la amistad. Hay que ser mu amigos de los amigos. Quererles bien, pero no a pesar de ellos. Hay que hablar a nuestros "amigos" de Cristo, pero sin calzarles a Cristo, a pesar de sus conciencias. El Señor tiene sus tiempos (y las personas también) y por eso hemos de saber esperar, acompañar, animar, consolar... Qué bueno es que veamos a nuestras amistades como dependientes de nostors en su posibilidad de encontrarse con Dios. De otro modo ¿quién lo hará? Telecinco!

viernes, 13 de enero de 2012

Que lo disfruteis como yo lo he disfrutado: Felices los que saben reírse de sí mismos, porque nunca terminarán de divertirse. Felices los que saben distinguir una montaña de una piedrita, porque evitarán muchos inconvenientes Felices los que saben descansar y dormir sin buscar excusas, porque llegarán a ser sabios. Felices los que saben escuchar y callar, porque aprenderán cosas nuevas. Felices los que son suficientemente inteligentes como para no tomarse en serio, porque serán apreciados por quienes los rodean. Felices los que están atentos a las necesidades de los demás, sin sentirse indispensables, porque serán distribuidores de alegría. Felices los que saben mirar con seriedad las pequeñas cosas y con tranquilidad las cosas grandes, porque irán lejos en la vida. Felices los que saben apreciar una sonrisa y olvidar un desprecio, porque su camino será pleno de sol. Felices los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar, porque no se turbarían por lo imprevisible. Felices ustedes si saben callar y ojalá sonreír cuando se les quita la palabra, se los contradice o cuando les pisen los pies, porque el Evangelio comienza a penetrar en su corazón. Felices ustedes si son capaces de interpretar siempre con benevolencia las actitudes de los demás aún cuando las apariencias sean contrarías. Pasarán por ingenuos: es el precio de la caridad. Felices sobretodo, ustedes, si saben reconocer al Señor en todos los que encuentran, entonces habrán hallado la paz y la verdadera sabiduría.

domingo, 8 de enero de 2012

María

Qué gran verdad. Haz caso a s Bernardo...invoca a María.