miércoles, 29 de diciembre de 2010
Juan Pablo II y Medjugorje
Aunque la opinión personal del Papa no es válida como declaración doctrinal de la Iglesia me parece que sí es significativa. En el el Libro ¿Por qué es santo? que es un resumen del postulador de la causa de canonización de Juan Pablo, en el último capíulo, lo dedica a la opinión que el pontifice guardaba obre el fenómeno Medjugorje... y dice así:
“Si no fuese Papa estaría confesando en Medjugorje”. Os copio el texto íntegro:
“Su devoción por María se incrementó vivamente cuando se aclaró que el tercer secreto de Fátima hacía alusión al atentado de 1981. Muchos testigos de su entorno confirmaron que el Papa relacionaba éste dramático suceso con las apariciones de la Reina de la Paz en Medjugorje, en la ex Yugoslavia, que habían empezado a producirse en junio de ese mismo año. Una ulterior confirmación de éste vínculo fue, para los creyentes, el mensaje que dirigió [La virgen María] a los fieles marianos el 25 de agosto de 1994, durante los días en que se preparaba el viaje pastoral del Papa a Croacia, previsto para los días 10 y 11 de septiembre: “Queridos hijos, hoy me uno a vosotros en la oración de una manera especial, rogando por el don de la presencia de mi amado hijo en vuestra patria. Rezar, hijos míos, por la salud de mi hijo predilecto, que sufre, pero al que yo he elegido para estos tiempos”.
Si bien jamás adoptaba una posición oficial cuando se producían dichas apariciones, el Papa no ocultaba en privado su convicción. A monseñor Murilo Sebastiao Ramos Krieger, arzobispo de Florianópolis (Brasil), que estaba a punto de viajar por cuarta vez al santuario de la Reina de la Paz, le confirmó: “Si no fuese Papa estaría confesando en Medjugorje”. Un deseo que corrobora el testimonio del cardenal Frantisek Tomasek, arzobispo emérito de Praga, quien le oyó decir que, de no haber sido Papa, le habría gustado ir a Medjugorje para ayudar a los peregrinos.
Aún más elocuentes son, a éste propósito, las palabras que escribió el obispo de San Ángel (EEUU), monseñor Michale David Pfeifer, en su carta pastoral de 5 de agosto de 1988 a la diócesis: “Durante mi visita ad limina con los obispos de Texas, pregunté al Santo Padre qué opinaba de Medjugorje en el curso de una conversación privada. El Papa habló favorablemente y dijo: “Afirmar que en Medjugorje no ocurre nada significa negar el testimonio viviente y orante de los miles de personas que han estado allí”.
Al 26 de marzo de 1984 se remonta, en cambio, un episodio que recordó el arzobispo eslovaco Pavel Hnilica, uno de los prelados más próximos al Pontífice. Una vez que fue a comer con Juan Pablo II para ponerlo al día de una misión secreta que debía desempeñar en Moscú –celebrar clandestinamente la Misa entre las murallas del Kremlin- éste le preguntó: “¿Después fuiste a Medjugorje, Pavel?”. Cuando le dijo que no lo había hecho, dado que ciertas autoridades vaticanas le habían manifestado su desaprobación, el Papa le pidió: “Ve de incógnito y vuelve para contarme lo que has visto”. Después lo llevó a su biblioteca privada y le enseñó un libro del padre René Laurentin en el que figuraban varios mensajes de la Reina de la Paz mientras le comentaba: “Medjugorje es la continuación de Fátima, es la realización de Fátima”.
Tras la muerte de Juan Pablo II, sus amigos Marek y Zofia Skwarnicki pusieron a disposición las cartas que éste les había remitido y en las que abundan las referencias a Medjugorje. El 28 de mayo de 1992 el Pontífice escribió a los cónyuges: “Agradezco a Zofia todo lo concerniente a Medjugorje. Yo también visito a diario este lugar cuando rezo: me uno a todos los que allí oran y reciben desde allí la llamada a la oración. Hoy comprendemos mejor esta llamada”.
Libro: ¿Por qué es santo?, Slawomir Oder, edit. Ediciones B.
lunes, 27 de diciembre de 2010
El Papa y los pobres
"Queridos amigos, el Papa os quiere, os lleva en el corazón os une a todos en un abrazo paterno y reza por vosotros”, dijo Benedicto XVI durante la comida, informó el Vaticano.
El Pontífice les dio las gracias por haber aceptado la invitación “y compartir conmigo la alegría de estos días de fiesta”. Benedicto XVI comió en una mesa con catorce personas, teniendo a un lado a un hombre suizo y al otro a una mujer italiana. La comida se celebró en el Aula Pablo VI del Vaticano, el mismo lugar donde el Pontífice suele almorzar con cardenales y prelados en momentos importantes de la Iglesia, como son los consistorios para la creación de purpurados o sínodos de obispos.
Fueron colocadas cuatro grandes filas de mesas y el Papa ocupó una central junto a varios pobres y los superiores de las ramas masculina y femenina de la orden de la Beata Madre Teresa de Calcuta, la monja Mary Prema y el padre Sebastián, así como otros religiosos.
Junto a esta noticia, también la Iglesia ofreció una comida de navidad a los pobres en la iglesia que suele usarse para recepciones especiales de cardenales y autoridades en ocasiones señaladas.
sábado, 25 de diciembre de 2010
Hoy celebramos la Sagrada Familia
La repetición qué importante es. Comenzaron diciendo que si no le querías ¿por qué habías de aguantar con el cónyuge?, y siguieron repitiéndolo. Los Mass Media se hicieron eco rápidamente y los pusieron como ejemplo de modernidad. Y el divorcio se hizo normal. Y la gente incluso re re-casaba y se a-rejuntaba... y comenzó a ser lo más normal. Tan normal se hizo que afirmar que el matrimonio es para siempre (como lo había sido durante más de 25 siglos) pasó a ser un mito o, incluso, una opinión perversa, que había que combatir.
De mientras las sociedades que esto sostenían envejecían inexorablemente, y eran incapaces de frenar el mal que se había propagado en su seno. Incluso la economía se vio afectada, y afectará la situación de confort de todos.
Señor Jesús, María y José, rogad por las familias cristianas, para que den el testimonio que han de dar ante toda la sociedad. La familia es un bien mayor a los negocios, al confort individual o a la promoción cultural... La familia no es mala, ni asfixia el potencial individual. La familia no es una institución que compita con el individuo o lo aliene. Es la célula, el lugar natural donde el hombre se entiende a sí mismo, aprende, madura, se socializa y entiende el valor y significado de qué es una persona.
Sagrada Familia de Nazaret: Rogad por nosotros.
jueves, 23 de diciembre de 2010
¡¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!!!!
Quizás no guste a alguno, pero yo no os quiero desear cosas como: amistad, solidaridad, salud o cosas de estas... sino algo mucho mayor. A todo los lectores de este minúsculo blog les deseo que tengan un encuentro con nuestro Niño-Dios que es el gran dador, pues se da a sí mismo... y a quien Dios tiene ¡nada le falta!
Que Dios, alegría misma, se meta en nuestros corazones y desde ahí los guíe y fortalezca para el camino arduo y apasionante de la construcción de"su" Reino.
domingo, 19 de diciembre de 2010
Rezar como...
Hemos de rezar...creo que en esto se resume todo. Oración de los sentidos, de la inteligencia, del corazón, el fin y al cabo, con todo nuestro "ser" y eso le damos al Señor "todo"
Pero, creo, que no se lo damos del "modo" que debiéramos...me refiero a la intensidad. Buscamos otras muchas cosas, legítimas se entiende, con una intensidad diferente a la que le ofrecemos a Dios en sus cosas: atención en Misa, en la oración, el grado de fe que le brindamos, la lucha por conseguir más caridad o esperanza...
Leía en la carta de un amigo cómo se admiraba de que los toxicomanos solo pensaban, sentían, amaban en sus adicciones... y el Señor (no quiero decir que sea una adicción) pero nunca a un grado tal de entrega o apasionamiento...¿por qué? Alguno dirá que no hay que ser exagerado, pero: ¿no lo fue al encarnarse?, ¿no lo fue él en su vida?, ¿en su desvelo por nosotros, hasta caer dormido en la barca?, ¿en su muerte de cruz aceptada por amor a nosotros?
jueves, 16 de diciembre de 2010
Bendito la Luz
Pues que me gusta.
Bendito el lugar y el motivo de estar ahí
Bendita la coincidencia
Bendito el reloj que nos puso puntual ahí
Bendita sea tu presencia
Bendito Dios por encontrarnos en el camino
Y de quitarme esta soledad de mi destino
Bendita la luz
Bendita la luz de tu mirada...desde el alma (bis)
Benditos ojos que me esquibaban
simulaban desde que me ignoraban
Y de repente sostienes la mirada
Bendito Dios por encontranos en el camino
Y de quitarme esta soledad de mi destino
Bendita la luz
Bendita la luz de tu mirada (bis)
Oh gloria divina de esta suerte
Y de encontrarte justo ahi en medio del camino
Gloria al cielo de encontarte ahora llevarte mi soledad
y coincidir en mi destino en el mismo destino
Bendita la luz
Bendita la luz de tu mirada (bis)
Bendita mirada oh oh
Bendita mirada desde el alma
Tu mirada oh oh
Bendita bendita bendita mirada
Bendita tu alma y bendita tu luz
Tu mirada oh oh
Hospital
Pues os advierto. Com sabéis voy los jueves a Basurto y ahi soy testigo de una experiencia que os a comunico, para que estéis precavidos. Lo que cuento no es, ni de lejos, lo que escucho en confesión, vaya por delante.
Como os imaginaréis los enfermos, de todo tipo y grado, sufren y piensan...y hablan. Y uno escucha. Y hay unas experiencias que se repiten casi casi infaliblemente. La primera es que la gente no acaba de aceptar que "ellos" se mueran, ¿¡ellos!?, ¡siempre se han muerto los otros!, hasta que, ese día, normal, muy normal, como uno de los tantos miles que llevaban vividos...(¿o gastados?), les dieron un susto.
Un vez que la gente lo asume con resignación (la gran mayoría, no todos, es cierto) la gente hace balance de su vida...sin que el cura se lo pida, o sugiera. La gente recapitula su vida de forma natural y espontáneamente. La gente mira hacia atrás y suele tener alguna pena que no ha solucionado hasta entonces...
Me llama la atención cómo la gente "mira" sobre su vida, al final de ella. Ciertamente no será sólo ese momento en el que lo hagan, pero ahí creo que es el más real, o sopesado, pues aparece en el horizonte Dios. Y por el contrario, la gente que vive, por lo general, no hace ese examen de su vida, sino que, sin más, vive el momento, así, sin perspectiva. De tal modo que se les pasa, gastada, pero no vivida. No es algo íntegramente ofertado, ofrecido, orientado o dirigido voluntariamente, diariamente hacia Dios, sino lo es en el último momento cuando la refieren a Él.
Os advierto de esto para que no lo hagáis tarde, sino que ya empecéis a hacerlo ya mismo. De tal manera que cuando llegue ese momento, que llegará, podamos ofrecer nuestra poquita existencia como un "todo" suyo, pues suya es.
Como os imaginaréis los enfermos, de todo tipo y grado, sufren y piensan...y hablan. Y uno escucha. Y hay unas experiencias que se repiten casi casi infaliblemente. La primera es que la gente no acaba de aceptar que "ellos" se mueran, ¿¡ellos!?, ¡siempre se han muerto los otros!, hasta que, ese día, normal, muy normal, como uno de los tantos miles que llevaban vividos...(¿o gastados?), les dieron un susto.
Un vez que la gente lo asume con resignación (la gran mayoría, no todos, es cierto) la gente hace balance de su vida...sin que el cura se lo pida, o sugiera. La gente recapitula su vida de forma natural y espontáneamente. La gente mira hacia atrás y suele tener alguna pena que no ha solucionado hasta entonces...
Me llama la atención cómo la gente "mira" sobre su vida, al final de ella. Ciertamente no será sólo ese momento en el que lo hagan, pero ahí creo que es el más real, o sopesado, pues aparece en el horizonte Dios. Y por el contrario, la gente que vive, por lo general, no hace ese examen de su vida, sino que, sin más, vive el momento, así, sin perspectiva. De tal modo que se les pasa, gastada, pero no vivida. No es algo íntegramente ofertado, ofrecido, orientado o dirigido voluntariamente, diariamente hacia Dios, sino lo es en el último momento cuando la refieren a Él.
Os advierto de esto para que no lo hagáis tarde, sino que ya empecéis a hacerlo ya mismo. De tal manera que cuando llegue ese momento, que llegará, podamos ofrecer nuestra poquita existencia como un "todo" suyo, pues suya es.
miércoles, 15 de diciembre de 2010
La casa de Bernarda Alba
Esta sociedad no dice lo que piensa, es, a fin de cuentas la suma de numerosos individuos, que no dicen lo que piensan. Llevan una doble vida. Una la que quieren aparentar...o les gustaría llevar, y otra la que viven de corazón a dentro. Por fuera quieren alegría no problemas y aparentar una inquebrantable felicidad. Para eso se inventan un montón de frases manidas: la esperanza nunca se pierde; todo va a salir bien; ya verás cómo no; no te preocupes y no pienses más en eso...
Estas fases tiene "algo" de razón, pero sólo algo, no toda. Quiero decir que no podemos fundamentar nuestra vida o actuación en frases manidas o huecas. Sino necesitamos "otra cosa" algo "real" en dónde nos podamos, de verdad, apoyar.
Algunos, los más sensatos, piensan que se puede encontrar en otra persona. No andan muy descaminados. Pero ¿cómo puede dar otra persona lo que ella a sí misma no se puede dar? Con esto no niego el valor de las relaciones humanas... lo que quiero es dejarlas en su lugar...muy elevado, ciertamente, pero no consiguen llegar al núcleo mismo de nuestra intimidad. Sí se aproximan mucho, "casi" hasta el vértice del mismo, pero no lo alcanzan...
Ese intimidad "íntima" de la que nos habla s Agustín sólo es capaz de alcanzarla y satisfacerla Dios.
Y como a este se la negado el acceso en la sociedad, quiere decir que se le ha negado el acceso en muchos corazones y por tanto la gente se apoya en bagatelas y frivolidades, que mientras no pasa nada, son válidas. El problema es cuando aparecen las dificultades.
Es entonces cuando se dan cuenta de que su vida estaba fundamentada en arena. Y empieza el miedo y para deshacerse de eso comienzan a hacer de todo. Para evadirse se emborrachan. Para olvidarse de lo otro se drogan. Para no tener que acarrear con ese hijo que fue un absoluto accidente, abortan. Y tanta frustración la reflejan en casa, con su esposa, o hijos, o subalternos...
La gente tiene miedo a sufrir. Pero la sociedad no te deja, pues serías un fracasado. Es mediocre sufrir, dicen. Si sufres es por que te da la gana, la vida está hecha para disfrutar...Y vuelven con los eslóganes facilones, pero irreales.
No por nada Cristo nos dejo su cruz. Esta vida nadie (nadie sensato) dice que es fácil. Lo que Cristo nos promete es su asistencia y amor para superar los valles oscuros de manera humana. La cruz es parte de nuestra existencia, quien la rechaza, rechaza parte de su existencia y parte de su capacidad de crecer y entenderse a sí mismo y a tantos millones de personas sufrientes.
Ya lo sabe Cristo arrimemonos ahora al Belén con la sencillez y candor de quien se sabe necesitado de salvación desde el mismo epicentro de nuestro ser. Él lo colmará y seremos de llevar la Paz de Cristo, regalo que desean tantos millones de personas, empezando nosotros.
Estas fases tiene "algo" de razón, pero sólo algo, no toda. Quiero decir que no podemos fundamentar nuestra vida o actuación en frases manidas o huecas. Sino necesitamos "otra cosa" algo "real" en dónde nos podamos, de verdad, apoyar.
Algunos, los más sensatos, piensan que se puede encontrar en otra persona. No andan muy descaminados. Pero ¿cómo puede dar otra persona lo que ella a sí misma no se puede dar? Con esto no niego el valor de las relaciones humanas... lo que quiero es dejarlas en su lugar...muy elevado, ciertamente, pero no consiguen llegar al núcleo mismo de nuestra intimidad. Sí se aproximan mucho, "casi" hasta el vértice del mismo, pero no lo alcanzan...
Ese intimidad "íntima" de la que nos habla s Agustín sólo es capaz de alcanzarla y satisfacerla Dios.
Y como a este se la negado el acceso en la sociedad, quiere decir que se le ha negado el acceso en muchos corazones y por tanto la gente se apoya en bagatelas y frivolidades, que mientras no pasa nada, son válidas. El problema es cuando aparecen las dificultades.
Es entonces cuando se dan cuenta de que su vida estaba fundamentada en arena. Y empieza el miedo y para deshacerse de eso comienzan a hacer de todo. Para evadirse se emborrachan. Para olvidarse de lo otro se drogan. Para no tener que acarrear con ese hijo que fue un absoluto accidente, abortan. Y tanta frustración la reflejan en casa, con su esposa, o hijos, o subalternos...
La gente tiene miedo a sufrir. Pero la sociedad no te deja, pues serías un fracasado. Es mediocre sufrir, dicen. Si sufres es por que te da la gana, la vida está hecha para disfrutar...Y vuelven con los eslóganes facilones, pero irreales.
No por nada Cristo nos dejo su cruz. Esta vida nadie (nadie sensato) dice que es fácil. Lo que Cristo nos promete es su asistencia y amor para superar los valles oscuros de manera humana. La cruz es parte de nuestra existencia, quien la rechaza, rechaza parte de su existencia y parte de su capacidad de crecer y entenderse a sí mismo y a tantos millones de personas sufrientes.
Ya lo sabe Cristo arrimemonos ahora al Belén con la sencillez y candor de quien se sabe necesitado de salvación desde el mismo epicentro de nuestro ser. Él lo colmará y seremos de llevar la Paz de Cristo, regalo que desean tantos millones de personas, empezando nosotros.
domingo, 12 de diciembre de 2010
Alocución del Papa
Como se ha dicho más de una vez, este Papa es el Papa de la palabra...Juan Pablo II era el de los gestos y signos. Por esto mismo a este hay que leerle, mientras que a Juan Pablo II (también había que leerle) era más mediático. Por eso mismo os dejo la alocución de hoy que me parece una bocanada de aire fresco.
“importante subrayar el valor de la constancia y de la paciencia, virtudes que pertenecían al bagaje usual de nuestros padres, pero que hoy en día son menos populares, en un mundo que exalta, más bien, el cambio y la capacidad de adaptarse a siempre nuevas y diversas situaciones”.
“Sin quitar nada a estos aspectos que también son cualidades del ser humano, el Adviento nos llama a potenciar aquella tenacidad interior, aquella resistencia del ánimo que nos permiten de no desesperar en la espera de un bien que tarda en llegar, sino de aguardarlo, es más, de preparar su venida con laboriosa confianza”.
Bueno, eh!
“importante subrayar el valor de la constancia y de la paciencia, virtudes que pertenecían al bagaje usual de nuestros padres, pero que hoy en día son menos populares, en un mundo que exalta, más bien, el cambio y la capacidad de adaptarse a siempre nuevas y diversas situaciones”.
“Sin quitar nada a estos aspectos que también son cualidades del ser humano, el Adviento nos llama a potenciar aquella tenacidad interior, aquella resistencia del ánimo que nos permiten de no desesperar en la espera de un bien que tarda en llegar, sino de aguardarlo, es más, de preparar su venida con laboriosa confianza”.
Bueno, eh!
jueves, 9 de diciembre de 2010
Reportaje de la matanza
He recibido la crónica de la matanza en la Iglesia de Bagdag, es un poco larga, pero creo que al ser contemporánea nuestra, y de hermanos (creo que cada muerte es un drama, pero este parece que no merece la pena difundirse en los medios o condenarlo con la misma intensidad), merece la pena...
NUESTRA SEÑORA DE LA MASACRE
por Marco Pedersini
Raghada al-Wafi camina raudamente por las calles del barrio de Karrada, en la rivera del Tigris que mira el corazón acorazado de Bagdad, la Green Zone. La acompaña su esposo, está contenta, sonríe. Es el domingo 31 de octubre y tienen una linda noticia que dar al padre Thair Abdallah, el joven sacerdote que los unió en matrimonio: Raghada espera un bebé. Van hacia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, la gran iglesia siro-católica del barrio, cuyo ingreso vigila una gran cruz.
En la misa del domingo en la tarde hay doscientos fieles, incluida una familia caldea y una ortodoxa. El Padre Wasim confiesa cerca del ingreso, a la sobra de las macizas puertas de madera. Su hermano de comunidad, el anciano padre Rafael Qusaimi, está dando las últimas instrucciones al coro antes de la celebración. Inicia el canto y el padre Thair aparece a la derecha del ábside, dirigiéndose con pasos rápidos hacia el altar.
En el año litúrgico siro-católico, es el domingo de la dedicación. Una voz hace resonar las lecturas. La Carta a los Hebreos 8, 1-12, que cita al profeta Jeremías: " He aquí que días vienen, dice el Señor, y concertaré con la casa de Israel y con la casa de Judá una nueva Alianza, … Pondré mis leyes en su mente, en sus corazones las grabaré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo". Evangelio de Mateo 16, 13-20: "'Y vosotros ¿quién decís que soy yo?' Simón Pedro contestó: 'Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo'. Replicando Jesús le dijo: 'Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella'".
Son las cinco y cuarto y el padre Thair está por terminar la homilía, cuando fuera de la Iglesia una ráfaga de metralleta rompe el silencio. El sacerdote trata de tranquilizar a los fieles, los disparos sin duda son dirigidos a otro lado, dice, no hay nada que temer, es lo normal en un país que desde hace años no tiene oídos sino para los ruidos de la guerra. Pero los disparos siguen y luego ocurre una fuerte explosión, cerca del portón de la Iglesia. Los fieles están aterrorizados, quisieran escapar pero no hay dónde. "Levantémonos, recemos juntos", insiste el padre Thair. No puede saberlo, pero a pocos pasos de la Iglesia hay un comando armado que está dando el asalto a la sede de la Bolsa. Una bomba de mano ha matado a dos de los guardias que vigilan el palacio. Los otros guardias han respondido al fuego, hiriendo a uno de los asaltantes, que es arrastrado fuera por sus compañeros hacia el atrio de la iglesia. Los terroristas retroceden con las metrallas desplegadas, con las espaldas hacia la fachada, y uno de ellos activa el explosivo con el que han rellenado el jeep Cherokee negro estacionado frente a la iglesia. El jeep explota en una nube de polvo y los guardias de seguridad están desorientados. Creen que acaban de rechazar un ataque a la Bolsa y en cambio esto ha sido sólo un distractor, para un ataque de escala bastante mayor.
El padre Wasim trata de mantener cerrado el portón de madera de la iglesia, pero es arrojado atrás por el comando de hombres armados que irrumpen con el rostro cubierto, con el uniforme del ejército iraquí: un engaño clásico del repertorio jihadista. En el fondo de la iglesia, detrás del altar, los otros dos sacerdotes están empujando la mayor cantidad de fieles hacia la sacristía, para protegerlos del ataque. "¡Déjenlos a ellos, tómenme a mí!", grita el padre Wasim, que recibe al instante una bala en medio del pecho. El que lo hiere ni siquiera sabe a quién dispara. El sacerdote aprieta sus manos al pecho y el hombre se gira hacia el compañero que está a su lado: "¿quién es este?". "Es un sacerdote", responde el otro, y descarga una ráfaga sobre el agonizante padre Wasim.
"¡Déjenlos tranquilos, tómenme a mí!", grita también el padre Thair desde el altar. También él es eliminado en un instante y muere entre los brazos incrédulos de su madre.
El padre Rafael logró empujar en la sacristía, a la derecha del altar, unos setenta fieles antes que los terroristas se lancen contra la puerta. Esta resiste pero los asaltantes encuentran una alternativa: la habitación tiene una pequeña ventana sin vidrios, en lo alto, que da al exterior, y lanzar por allí adentro algunas bombas de mano es un juego para los jóvenes carniceros. La esquirla de una granada golpea al padre Rafael, hiriéndolo gravemente en el abdomen. Otros son alcanzados por los proyectiles que perforan la puerta. Una mujer cierra a su hijo de cinco años en un cajón, salvándolo del ataque.
La madre del padre Thair no puede saberlo, pero está por perder a su otro hijo que la había acompañado a misa. Los terroristas hacen que todos se tiren por tierra, excepto los varones jóvenes. Estos deben permanecer de pie. Los abaten uno por uno.
*
Si no fuera por el color arenado, las arquitecturas limpias de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro parecerían instalaciones extrañas respecto a los muchos palacios en torno. La imponente cruz sobre la fachada sobresale a las casas bajas, recuerdo de un tiempo en el Bagdad era una ciudad multicultural que acogía gente de todo Irak. El Tigres envuelve el barrio de Karrada por tres de sus lados, convirtiéndolo en una península musulmana chiíta con fuerte presencia cristiana, en el corazón de la ciudad. Para llegar de la Green Zone basta atravesar el río, pero las fuerzas especiales iraquíes llegan a la iglesia recién a las seis de la tarde, cuarenta y cinco minutos después del ataque.
Mientras tanto, dentro, el comando armado mantiene de rehenes a los sobrevivientes e impone el silencio disparando al primer signo de movimiento. Entre los jihadistas al menos tres son muchachitos, entre catorce y quince años. Cada uno de ellos viste una correa explosiva - con esferas de metal para aumentar el potencial mortal - y dispone de una ametralladora y bombas de mano. El gobierno dirá luego que eran cinco, no iraquíes, y que murieron durante el ataque. La prueba contundente de su proveniencia de afuera serían los cinco pasaportes (tres yemenitas y dos egipcios) encontrados entre las ruinas, limpiadas el día siguiente a toda prisa mientras el ejército blindaba el ingreso de la iglesia para que ninguno pudiera ver la masacre. Los testigos confirman que los asaltantes no hablaban dialectos iraquíes, sino el árabe clásico que se usa entre árabes de nacionalidades diferentes. Según el acento, seguramente había egipcios y también un sirio. Es un detalle relevante, dado que la estrategia de Al Queda en Irak es comandada desde las zonas que están en el límite con Siria, donde operan los jefes terroristas como Abu Khalaf, el comandante militar asesinado hace poco, y su gran ideólogo, el "jeque" de setenta años, Issa al Masri. Issa, que en árabe quiere decir Jesús.
Pero los relatos de los testigos hablan de ocho personas y de al menos otro que dirigía las operaciones desde la terraza que circunda el techo de la iglesia. Quizá fueron más, a juzgar por las operaciones con las que casi un mes después, el sábado 27 de noviembre, las fuerzas de seguridad iraquíes han arrestado una célula de al Qaida en el barrio de al Mansour, en Bagdad: doce hombres, con material tóxico y siete toneladas de explosivo, los cuales confesaron haber participado del ataque a la iglesia. El plan inicial debía ser diferente: irrumpiendo, el comendo jihadista llevaba consigo cuatro maletas de explosivos, que deberían haber explotado en torno al perímetro de la iglesia, para hacerla derrumbar matando de esa manera a todos los doscientos fieles presentes en la misa dominical. Por qué motivo las cosas no fueron así es un secreto que los cinco terroristas se han llevado a la tumba, o quizá está sepultado en la mente del desconocido vestido de civil que un guardián jura haber visto salir de la escuela adyacente a la iglesia. Los sobrevivientes cuentan que hacia la mitad del asalto uno de los terroristas llamó a alguien en el exterior con un walkie talkie. "Hemos terminado con los proyectiles, ¿qué hacemos?". Una orden veloz, con un resultado siniestro: "bien, entonces a partir de ahora usamos las bombas".
Dentro de la iglesia, mientras mantienen de rehenes a los fieles, los terroristas se muestran extrañamente seguros no obstante el asedio del ejército iraquí y el ronquido sordo de los helicópteros americanos que controlan la situación desde lo alto. Están tan a sus anchas antes del maghrib, la oración de la tarde, y luego al ishà, la de la noche, en medio a los cuerpos de sus víctimas.
Las fuerzas armadas, en el exterior, esperan no se sabe qué cosa, porque es claro para todos que no habrá ninguna oferta de mediación, de ninguna de las dos partes. Un dependiente laico de la curia de Bagdad que se precipitó al lugar del asedio trata de ayudar. Es decidido, quiere aprovechar su conocimiento detallado de la planta del edificio para destrabar la situación. Pero apenas trata de ofrecer su ayuda a los militares, obtiene solamente un seco "esto es asunto nuestro, vete". Los soldados rechazan bruscamente también a un hombre que les implora hacer algo para salvar a su mujer y a sus dos hijos, un muchacho y una muchacha, retenidos dentro de la iglesia. La situación detenida dura casi tres horas.
*
Cae la noche. Los muros de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro se vuelven de color rojo para luego ennegrecer. El asedio queda detenido en un ocaso irreal, vuelto túrbido por el ofuscamiento del aire, por todo el tiempo que corre de la llegada del ejército iraquí hasta el asalto final para intentar liberar a los rehenes. Disparos intermitentes rompen el silencio, marcando el ritmo del enfrentamiento a distancia. Ninguna de las dos partes estudia a la otra: se espera hasta que no llegue el momento de recitar el final ya escrito.
Los terroristas disparan a quien sea que tome un celular, como demuestran las heridas de dos muchachas, heridas en la mano y en el brazo cuando sus teléfonos comenzaron a sonar. Disparan al primer sonido sospechoso y los niños que lloran son asesinados al instante. Entre los cuerpos extendidos, los muertos permanecen intercalados con los vivos. Una muchacha contará: "una lámpara me había caído encima, bloqueándome la cadera. Tenía las astillas de vidrio incrustadas en la piel, el pie de un hombre sobre la cabeza y el cuerpo de una muchacha que me apretaba el pecho, bañándome con la sangre que brotaba de sus heridas". Mientras sentía los proyectiles rozarle muy cerca, pudo llamar a su familia que la esperaba en casa: "Estaba segura de morir y quería despedirme de ellos, decirles por última vez: los quiero mucho". Alguno al mando dispara sobre las estufas de calefacción, para asfixiar con su gas a quien está tendido cerca de ellas.
El crucifijo se convierte en un blanco para los proyectiles. Los terroristas lo acribillan de balas - cuentan los sobrevivientes - mientras gritan mostrando desprecio: "¡Vamos, díganle a Él que los salve!". Y también: "ustedes son infieles. Estamos aquí para vengar la quema de libros del Corán y las mujeres musulmanas puestas en la cárcel en Egipto". Aluden a la falsa noticia, desmentida incluso por los Hermanos musulmanes pero que es usada como pretexto por al Qaida para la ofensiva contra los cristianos, según la cual la Iglesia copta egipcia habría recluido en un convento a Camila Chehata y Wafa Constantine, esposas de dos sacerdotes coptos, como castigo por su conversión al Islam.
Cuando terminan las balas, la granada reventada por un terrorista pone fin también a la vida de Raghada y del niño que llevaba en su seno. Según algunos testigos, la mujer habría encontrado la muerte abrazada fuertemente a uno de los terroristas, que la habría tomado con él para luego hacerse explotar. Ni siquiera el esposo vivirá para ver la irrupción del ejército iraquí, que comienza a cargar compacto desde el ingreso principal de la iglesia, enésima prueba de la ignorancia de los militares no preparados y mal guiados. "Los marines son más inteligentes", hace notar el padre Giorgio Jahola, un sacerdote de Mosul venido a Roma al Policlínico Gemelli con los heridos que necesitan atención. "Todo el perímetro de la iglesia está circundado por ventanas, a las que se puede fácilmente por las terrazas. Los ingresos laterales acostumbraban estar obstruidos por barras de cemento, pero las autoridades primero los habían hecho remover precisamente en los dos días anteriores al ataque. Por lo tanto habían otros pasos disponibles".
Los terroristas estaban listos: ya habían recitado la plegaria del martirio: "Alá es el más grande, Alá es el más grande, no hay otro Dios excepto Alá". Y estaban decididos a hacerse explotar. Dos lo lograron, un tercero fue bloqueado por los militares iraquíes cuando, a las 21:05, desconectaron la corriente eléctrica y una voz gritó: "Somos las fuerzas iraquíes, pónganse de pie cálmense: os salvaroms
El asalto no será recordado entre los más fulminantes de la historia: el intercambio de proyectiles duró veinte minutos, hasta las 21:25 para librar la nave de la iglesia y la sacristía. El acceso a la iglesia ha sido luego liberado y, en el desorden de los auxilios, los familiares comenzaron a recorrer frenéticamente de un hospital a otro, con la esperanza de encontrar a sus seres queridos aún con vida en alguna parte. Dentro y en torno a la iglesia se contaron 58 muertos, excluidos los asaltantes.
*
Tres días después, martes, mujeres vestidas de negro acompañan siete ataúdes envueltos en una bandera iraquí. El ministro de los derechos humanos, el cristiano Wijdan Mikheil, está en la ceremonia junto al líder político chiíta Ammar al Hakim, que tiene el rostro regado por las lágrimas. El humo del incienso impregna el aire, mientras más de setecientas personas saludan a los heridos cubiertos de flores que avanzan lentamente hacia el altar. Dos de ellos custodian los cuerpos del padre Thair y del padre Wasim. Un instante más y serán sepultados junto en el cementerio que está bajo su iglesia, pobre y profundamente adolorida.
NUESTRA SEÑORA DE LA MASACRE
por Marco Pedersini
Raghada al-Wafi camina raudamente por las calles del barrio de Karrada, en la rivera del Tigris que mira el corazón acorazado de Bagdad, la Green Zone. La acompaña su esposo, está contenta, sonríe. Es el domingo 31 de octubre y tienen una linda noticia que dar al padre Thair Abdallah, el joven sacerdote que los unió en matrimonio: Raghada espera un bebé. Van hacia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, la gran iglesia siro-católica del barrio, cuyo ingreso vigila una gran cruz.
En la misa del domingo en la tarde hay doscientos fieles, incluida una familia caldea y una ortodoxa. El Padre Wasim confiesa cerca del ingreso, a la sobra de las macizas puertas de madera. Su hermano de comunidad, el anciano padre Rafael Qusaimi, está dando las últimas instrucciones al coro antes de la celebración. Inicia el canto y el padre Thair aparece a la derecha del ábside, dirigiéndose con pasos rápidos hacia el altar.
En el año litúrgico siro-católico, es el domingo de la dedicación. Una voz hace resonar las lecturas. La Carta a los Hebreos 8, 1-12, que cita al profeta Jeremías: " He aquí que días vienen, dice el Señor, y concertaré con la casa de Israel y con la casa de Judá una nueva Alianza, … Pondré mis leyes en su mente, en sus corazones las grabaré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo". Evangelio de Mateo 16, 13-20: "'Y vosotros ¿quién decís que soy yo?' Simón Pedro contestó: 'Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo'. Replicando Jesús le dijo: 'Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella'".
Son las cinco y cuarto y el padre Thair está por terminar la homilía, cuando fuera de la Iglesia una ráfaga de metralleta rompe el silencio. El sacerdote trata de tranquilizar a los fieles, los disparos sin duda son dirigidos a otro lado, dice, no hay nada que temer, es lo normal en un país que desde hace años no tiene oídos sino para los ruidos de la guerra. Pero los disparos siguen y luego ocurre una fuerte explosión, cerca del portón de la Iglesia. Los fieles están aterrorizados, quisieran escapar pero no hay dónde. "Levantémonos, recemos juntos", insiste el padre Thair. No puede saberlo, pero a pocos pasos de la Iglesia hay un comando armado que está dando el asalto a la sede de la Bolsa. Una bomba de mano ha matado a dos de los guardias que vigilan el palacio. Los otros guardias han respondido al fuego, hiriendo a uno de los asaltantes, que es arrastrado fuera por sus compañeros hacia el atrio de la iglesia. Los terroristas retroceden con las metrallas desplegadas, con las espaldas hacia la fachada, y uno de ellos activa el explosivo con el que han rellenado el jeep Cherokee negro estacionado frente a la iglesia. El jeep explota en una nube de polvo y los guardias de seguridad están desorientados. Creen que acaban de rechazar un ataque a la Bolsa y en cambio esto ha sido sólo un distractor, para un ataque de escala bastante mayor.
El padre Wasim trata de mantener cerrado el portón de madera de la iglesia, pero es arrojado atrás por el comando de hombres armados que irrumpen con el rostro cubierto, con el uniforme del ejército iraquí: un engaño clásico del repertorio jihadista. En el fondo de la iglesia, detrás del altar, los otros dos sacerdotes están empujando la mayor cantidad de fieles hacia la sacristía, para protegerlos del ataque. "¡Déjenlos a ellos, tómenme a mí!", grita el padre Wasim, que recibe al instante una bala en medio del pecho. El que lo hiere ni siquiera sabe a quién dispara. El sacerdote aprieta sus manos al pecho y el hombre se gira hacia el compañero que está a su lado: "¿quién es este?". "Es un sacerdote", responde el otro, y descarga una ráfaga sobre el agonizante padre Wasim.
"¡Déjenlos tranquilos, tómenme a mí!", grita también el padre Thair desde el altar. También él es eliminado en un instante y muere entre los brazos incrédulos de su madre.
El padre Rafael logró empujar en la sacristía, a la derecha del altar, unos setenta fieles antes que los terroristas se lancen contra la puerta. Esta resiste pero los asaltantes encuentran una alternativa: la habitación tiene una pequeña ventana sin vidrios, en lo alto, que da al exterior, y lanzar por allí adentro algunas bombas de mano es un juego para los jóvenes carniceros. La esquirla de una granada golpea al padre Rafael, hiriéndolo gravemente en el abdomen. Otros son alcanzados por los proyectiles que perforan la puerta. Una mujer cierra a su hijo de cinco años en un cajón, salvándolo del ataque.
La madre del padre Thair no puede saberlo, pero está por perder a su otro hijo que la había acompañado a misa. Los terroristas hacen que todos se tiren por tierra, excepto los varones jóvenes. Estos deben permanecer de pie. Los abaten uno por uno.
*
Si no fuera por el color arenado, las arquitecturas limpias de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro parecerían instalaciones extrañas respecto a los muchos palacios en torno. La imponente cruz sobre la fachada sobresale a las casas bajas, recuerdo de un tiempo en el Bagdad era una ciudad multicultural que acogía gente de todo Irak. El Tigres envuelve el barrio de Karrada por tres de sus lados, convirtiéndolo en una península musulmana chiíta con fuerte presencia cristiana, en el corazón de la ciudad. Para llegar de la Green Zone basta atravesar el río, pero las fuerzas especiales iraquíes llegan a la iglesia recién a las seis de la tarde, cuarenta y cinco minutos después del ataque.
Mientras tanto, dentro, el comando armado mantiene de rehenes a los sobrevivientes e impone el silencio disparando al primer signo de movimiento. Entre los jihadistas al menos tres son muchachitos, entre catorce y quince años. Cada uno de ellos viste una correa explosiva - con esferas de metal para aumentar el potencial mortal - y dispone de una ametralladora y bombas de mano. El gobierno dirá luego que eran cinco, no iraquíes, y que murieron durante el ataque. La prueba contundente de su proveniencia de afuera serían los cinco pasaportes (tres yemenitas y dos egipcios) encontrados entre las ruinas, limpiadas el día siguiente a toda prisa mientras el ejército blindaba el ingreso de la iglesia para que ninguno pudiera ver la masacre. Los testigos confirman que los asaltantes no hablaban dialectos iraquíes, sino el árabe clásico que se usa entre árabes de nacionalidades diferentes. Según el acento, seguramente había egipcios y también un sirio. Es un detalle relevante, dado que la estrategia de Al Queda en Irak es comandada desde las zonas que están en el límite con Siria, donde operan los jefes terroristas como Abu Khalaf, el comandante militar asesinado hace poco, y su gran ideólogo, el "jeque" de setenta años, Issa al Masri. Issa, que en árabe quiere decir Jesús.
Pero los relatos de los testigos hablan de ocho personas y de al menos otro que dirigía las operaciones desde la terraza que circunda el techo de la iglesia. Quizá fueron más, a juzgar por las operaciones con las que casi un mes después, el sábado 27 de noviembre, las fuerzas de seguridad iraquíes han arrestado una célula de al Qaida en el barrio de al Mansour, en Bagdad: doce hombres, con material tóxico y siete toneladas de explosivo, los cuales confesaron haber participado del ataque a la iglesia. El plan inicial debía ser diferente: irrumpiendo, el comendo jihadista llevaba consigo cuatro maletas de explosivos, que deberían haber explotado en torno al perímetro de la iglesia, para hacerla derrumbar matando de esa manera a todos los doscientos fieles presentes en la misa dominical. Por qué motivo las cosas no fueron así es un secreto que los cinco terroristas se han llevado a la tumba, o quizá está sepultado en la mente del desconocido vestido de civil que un guardián jura haber visto salir de la escuela adyacente a la iglesia. Los sobrevivientes cuentan que hacia la mitad del asalto uno de los terroristas llamó a alguien en el exterior con un walkie talkie. "Hemos terminado con los proyectiles, ¿qué hacemos?". Una orden veloz, con un resultado siniestro: "bien, entonces a partir de ahora usamos las bombas".
Dentro de la iglesia, mientras mantienen de rehenes a los fieles, los terroristas se muestran extrañamente seguros no obstante el asedio del ejército iraquí y el ronquido sordo de los helicópteros americanos que controlan la situación desde lo alto. Están tan a sus anchas antes del maghrib, la oración de la tarde, y luego al ishà, la de la noche, en medio a los cuerpos de sus víctimas.
Las fuerzas armadas, en el exterior, esperan no se sabe qué cosa, porque es claro para todos que no habrá ninguna oferta de mediación, de ninguna de las dos partes. Un dependiente laico de la curia de Bagdad que se precipitó al lugar del asedio trata de ayudar. Es decidido, quiere aprovechar su conocimiento detallado de la planta del edificio para destrabar la situación. Pero apenas trata de ofrecer su ayuda a los militares, obtiene solamente un seco "esto es asunto nuestro, vete". Los soldados rechazan bruscamente también a un hombre que les implora hacer algo para salvar a su mujer y a sus dos hijos, un muchacho y una muchacha, retenidos dentro de la iglesia. La situación detenida dura casi tres horas.
*
Cae la noche. Los muros de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro se vuelven de color rojo para luego ennegrecer. El asedio queda detenido en un ocaso irreal, vuelto túrbido por el ofuscamiento del aire, por todo el tiempo que corre de la llegada del ejército iraquí hasta el asalto final para intentar liberar a los rehenes. Disparos intermitentes rompen el silencio, marcando el ritmo del enfrentamiento a distancia. Ninguna de las dos partes estudia a la otra: se espera hasta que no llegue el momento de recitar el final ya escrito.
Los terroristas disparan a quien sea que tome un celular, como demuestran las heridas de dos muchachas, heridas en la mano y en el brazo cuando sus teléfonos comenzaron a sonar. Disparan al primer sonido sospechoso y los niños que lloran son asesinados al instante. Entre los cuerpos extendidos, los muertos permanecen intercalados con los vivos. Una muchacha contará: "una lámpara me había caído encima, bloqueándome la cadera. Tenía las astillas de vidrio incrustadas en la piel, el pie de un hombre sobre la cabeza y el cuerpo de una muchacha que me apretaba el pecho, bañándome con la sangre que brotaba de sus heridas". Mientras sentía los proyectiles rozarle muy cerca, pudo llamar a su familia que la esperaba en casa: "Estaba segura de morir y quería despedirme de ellos, decirles por última vez: los quiero mucho". Alguno al mando dispara sobre las estufas de calefacción, para asfixiar con su gas a quien está tendido cerca de ellas.
El crucifijo se convierte en un blanco para los proyectiles. Los terroristas lo acribillan de balas - cuentan los sobrevivientes - mientras gritan mostrando desprecio: "¡Vamos, díganle a Él que los salve!". Y también: "ustedes son infieles. Estamos aquí para vengar la quema de libros del Corán y las mujeres musulmanas puestas en la cárcel en Egipto". Aluden a la falsa noticia, desmentida incluso por los Hermanos musulmanes pero que es usada como pretexto por al Qaida para la ofensiva contra los cristianos, según la cual la Iglesia copta egipcia habría recluido en un convento a Camila Chehata y Wafa Constantine, esposas de dos sacerdotes coptos, como castigo por su conversión al Islam.
Cuando terminan las balas, la granada reventada por un terrorista pone fin también a la vida de Raghada y del niño que llevaba en su seno. Según algunos testigos, la mujer habría encontrado la muerte abrazada fuertemente a uno de los terroristas, que la habría tomado con él para luego hacerse explotar. Ni siquiera el esposo vivirá para ver la irrupción del ejército iraquí, que comienza a cargar compacto desde el ingreso principal de la iglesia, enésima prueba de la ignorancia de los militares no preparados y mal guiados. "Los marines son más inteligentes", hace notar el padre Giorgio Jahola, un sacerdote de Mosul venido a Roma al Policlínico Gemelli con los heridos que necesitan atención. "Todo el perímetro de la iglesia está circundado por ventanas, a las que se puede fácilmente por las terrazas. Los ingresos laterales acostumbraban estar obstruidos por barras de cemento, pero las autoridades primero los habían hecho remover precisamente en los dos días anteriores al ataque. Por lo tanto habían otros pasos disponibles".
Los terroristas estaban listos: ya habían recitado la plegaria del martirio: "Alá es el más grande, Alá es el más grande, no hay otro Dios excepto Alá". Y estaban decididos a hacerse explotar. Dos lo lograron, un tercero fue bloqueado por los militares iraquíes cuando, a las 21:05, desconectaron la corriente eléctrica y una voz gritó: "Somos las fuerzas iraquíes, pónganse de pie cálmense: os salvaroms
El asalto no será recordado entre los más fulminantes de la historia: el intercambio de proyectiles duró veinte minutos, hasta las 21:25 para librar la nave de la iglesia y la sacristía. El acceso a la iglesia ha sido luego liberado y, en el desorden de los auxilios, los familiares comenzaron a recorrer frenéticamente de un hospital a otro, con la esperanza de encontrar a sus seres queridos aún con vida en alguna parte. Dentro y en torno a la iglesia se contaron 58 muertos, excluidos los asaltantes.
*
Tres días después, martes, mujeres vestidas de negro acompañan siete ataúdes envueltos en una bandera iraquí. El ministro de los derechos humanos, el cristiano Wijdan Mikheil, está en la ceremonia junto al líder político chiíta Ammar al Hakim, que tiene el rostro regado por las lágrimas. El humo del incienso impregna el aire, mientras más de setecientas personas saludan a los heridos cubiertos de flores que avanzan lentamente hacia el altar. Dos de ellos custodian los cuerpos del padre Thair y del padre Wasim. Un instante más y serán sepultados junto en el cementerio que está bajo su iglesia, pobre y profundamente adolorida.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Progresismo
Progresista es una palabra que suena bien. Pero sólo eso: suena bien, pues depende para qué la usemos.
Generalmente si alguien quiere llevarse el gato al agua dice que tal cosa “es” progresista.
Lo que la gente entiende, en general por progresión es ir hacia delante, cosa que parece bueno… pero ¿y si la dirección es equivocada? ¿No será entonces todo lo contrario? Es decir, acercarnos antes al error.
En el mundo de la política se viene usando progresismo en el sentido de liberalización de barreras, límites o tabúes. Pero nadie se ha parado a pensar…o al menos decir, si es de verdad que TODO se pueda hacer o liberalizar. Hay cosas que deben estar condenadas o denostadas y nunca serán un derecho, aunque mil progresistas lo afirmen.
En el campo de la teología pasa algo parecido. Se considera progresista la continua eliminación de tradiciones, leyes o normas..sin pararse a pensar quién o por qué se establecieron. Hay una, sin más, abolición de lo normativo o autoritativo.
¿Quiere decir esto entonces que no existe una posible progresión? En absoluto. ¿Hacía dónde se dirige entonces la progresión? No ciertamente hacia la eliminación por el mero hecho de eliminar normas, reglas o lo que sea, sino hacia la autenticidad del ser.
La auténtica progresión de la política, como de la teología se da si hay un profundizar en la naturaleza de las cosas mismas que se tratan: el hombre, y en el caso de la teología: Dios.
Todas las leyes que denigren al hombre, sea aborto, eutanasia etc… son falsas salidas.
En teología, todas los esfuerzos que no vayan a entender mejor qué quería Cristo, cual es la auténtica misión del hombre en la tierra… no será tal progreso.
martes, 7 de diciembre de 2010
Más datos, más información...la vedad!
Este tema ya ha salido otras veces en el blog, pero "ellos" se repiten más que el ajo, pues por contestar que no quede. Y, además, rezaremos por ellos.
Retiros
Antes era normal irse de retiro espiritual unos días. La gente aprovechaba los puentes o fiestas para salir a rezar unos días, 2, 3 ó 4... Ahora es una práctica desconocida por muchos o mirada como imposible. He estado unos días de retiro espiritual y siempre es gratificante.
Creo que no hay que dar por contado que no se puede, sino todo lo contrario. Creo que es una tentación en la que ha vencido satanás el que muchísimos cristianos piensen que No se puede ir de ejercicios espirituales por que la vida no hay tiempo... y creo que no hay cosa más falsa, pues sí que lo hay...pero para lo que lo queremos: televisión, cama, compras o salir de viaje. Algunos arguyen que su matrimonio se resentirá... creo que no hay matrimonio que se pueda romper por faltar 3 días o 4. Además, tal y como se viene del retiro compensa todo. Dejar al cónyuge (cualquiera de los dos que sea) le dará la oportunidad al que se queda en casa, de darse cuenta de todo lo que "hace" el otro, de tal manera que valorará en mucho su trabajo de ese momento en adelante...y si es justamente lo contrario, que dice: ¡qué paz! motivo de examen para el matrimonio.
Que Dios os bendiga
Creo que no hay que dar por contado que no se puede, sino todo lo contrario. Creo que es una tentación en la que ha vencido satanás el que muchísimos cristianos piensen que No se puede ir de ejercicios espirituales por que la vida no hay tiempo... y creo que no hay cosa más falsa, pues sí que lo hay...pero para lo que lo queremos: televisión, cama, compras o salir de viaje. Algunos arguyen que su matrimonio se resentirá... creo que no hay matrimonio que se pueda romper por faltar 3 días o 4. Además, tal y como se viene del retiro compensa todo. Dejar al cónyuge (cualquiera de los dos que sea) le dará la oportunidad al que se queda en casa, de darse cuenta de todo lo que "hace" el otro, de tal manera que valorará en mucho su trabajo de ese momento en adelante...y si es justamente lo contrario, que dice: ¡qué paz! motivo de examen para el matrimonio.
Que Dios os bendiga
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Moral y sentimentalismo
No, no tengo nada contra Walt Disney! Perome parece que son los prototipos en la industria del entretenimiento en sobre valorar el tema de los sentimientos.
Los sentimientos en sí no son malos...ni buenos! No, no me equivoco, los sentimientos, lo único que hacen es facilitar el trabajo que tenemos que realizar y como mucho manifestar que algo tenemos que ajustar en nuestro interior...pero poco más.
Hay en la actualidad una canonización de los sentimientos como regla moral, y así nos va: me da pena, me da miedo, no me gusta, me da asco, no siento nada, siento amor...eso son los grandes criterios, y siento decirlo, pero así nos va.
sábado, 27 de noviembre de 2010
Medjugorje, Garabandal y el padre Pío.
Alguna vez he escrito sobre Medjugorje y sobre los elementos sobrenaturales que allí se dan. Hablando con unos y con otros, leyendo aquí y allá he encontrado lo que podríamos llamar coincidencias.
La primera es que en ambos es un grupo de niños son los que ven a la Virgen.
La segunda es que lo hace durante muchas ocasiones.
La tercera es que ambas anuncian un signo previo duradero.
La última (seguro que hay más) es un final en breve plazo, para la conversión de todos los hombres...
La Iglesia no ha dicho nada con respecto a ninguna de los dos centros. Es decir que se puede creer o no. Está en ello. Sin embargo no de ja de ser inquietante cómo un hombre, curado milagrosamente por el padre Pío, y que aún está en vida (lo pedéis ver en internet) dice cómo el padre Pío le dijo que la Virgen sí se parecía en Garabandal.
Otra cosa curiosa es ver cómo ambos fenómenos son muy poco conocidos en España, sin embargo son, al menos, bastante más que aquí.
La primera es que en ambos es un grupo de niños son los que ven a la Virgen.
La segunda es que lo hace durante muchas ocasiones.
La tercera es que ambas anuncian un signo previo duradero.
La última (seguro que hay más) es un final en breve plazo, para la conversión de todos los hombres...
La Iglesia no ha dicho nada con respecto a ninguna de los dos centros. Es decir que se puede creer o no. Está en ello. Sin embargo no de ja de ser inquietante cómo un hombre, curado milagrosamente por el padre Pío, y que aún está en vida (lo pedéis ver en internet) dice cómo el padre Pío le dijo que la Virgen sí se parecía en Garabandal.
Otra cosa curiosa es ver cómo ambos fenómenos son muy poco conocidos en España, sin embargo son, al menos, bastante más que aquí.
viernes, 26 de noviembre de 2010
MIckey RourKe
Estas son las historias que nunca salen en los medios, pero son igual de reales que el resto. Se trata, de la decadencia y redención del actor, quien afirma que estuvo a punto del suicido en 1994. Dice que tan solo le salvó su fe católica, reavivada por el encuentro con un sacerdote en la iglesia de la Holy Cross, cerca de Times Square, en Nueva York. Rourke se encaminaba pistola en mano con el propósito de disparar al autor de la violación de la que entonces era su mujer, una joven adicta a la heroina. Su intención era matarlo y luego dispararse a sí mismo...
Pero acabó entrando en la iglesia y eso cambió el rumbo de su existencia. Después de catorce años, Rourke y el sacerdote (Peter Colapietro) se siguen viendo con regularidad.
Vuelve a cumplirse el viejo refrán que el dinero y la fama no hacen la felicidad...casi casi diría que lo contrario, y como no se dan a conocer estas anécdotas, la gente sigue volcada en lo externo, superficial, lo efímero....
Human Experience
Ayer la volví a ver, esta vez con los comentarios del director y de los protagonistas...y sabiendo lo que sé de ellos, me parece toda una hazaña este documental.
Es sugerente pues habla en forma positiva de cosas muy, pero que muy importantes: la vida, la dignidad de las personas, el sufrimiento, la familia... y es que desde el sufrimiento se entienden mejor, muchas cosas.
La sociedad hedonista construye hombres miedosos al esfuerzo, a la entrega al dolor (esto es la vida real) y por tanto consigue que se sufra aún más al intentar desterrar de la vida algo tan natural como el propio sufrimiento..
El dolor, la limitación, la frustración...en cristiano la cruz es parte integrante de nuestra vida y sólo los cristianos tenemos el consuelo de saber que nunca estamos en ese momento solos. Sino con Cristo doliente.
Dar gracias a Dios
Aunque esta chica no es del todo recomendable, algo bueno tiene y es que NO ha cometido el pecado contra el Espíritu Santo, que es el de echar a Dios de su vida. Hoy sale en el periódico que Beyoncé atribuye su talento a Dios. ¡Qué audacia, hablar de Dios! Pero es así, todo lo que tenemos, aunque reneguemos de él, viene de él.
La noticia dice:
La cantante y actriz, que siempre ha mostrado ser profundamente religiosa, se muestra agradecida por el hecho de que su talento le haya dejado vivir como si estuviese en un sueño. Así lo explica: "A veces es abrumador. ¿Por qué Dios me dio este talento, este regalo y esta familia?".
Insito que algunos vídeos no son muy recomendables pero al menos no ha perdido el sentido de la realidad: a Dios hay que respetarlo y rezarle!
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Vía Crucis... nuevo?
He visto este original y bonito vía crucis... Europa ha de recuperar el respeto a la vida de cualquier criatura
Descubierto
he encontrado esta página web y la quiero compartir con vosotros, me parece muy interesante. Tenéis un montón de películas piadosas gratis, para ver en el ordenador. Seguro que aprendemos cosas de muchos santos.
http://www.convicciontv.cl/peliculas/
http://www.convicciontv.cl/peliculas/
sábado, 20 de noviembre de 2010
Fe y Ciencia
Aunque parezca mentira el primero que formuló la hipótesis del Big Bang fue un sacerdote...y para variar, le dijeron que quería llevar el Génesis a la ciencia, algo así como un tránsfuga de la religión a la ciencia. Hoy nadie rechaza la teoría (más que hipótesis) pensada por un sacerdote-científico. Lo mismo pasará con otras muchas materias, en unos años...
El aborto...desde otra perspectiva
Siempre se habla desde la perspectiva de la mujer, pero...¿y si un niño no dijese cómo se siente después de haber sido planeado como un aborto?
viernes, 19 de noviembre de 2010
¿pluralismo religioso?
Esta noticia no es contra los musulmanes pues estos pueden rezar donde su conciencia les diga y como sus costumbres les regule. Ni me importa el número de ellos que sean. Esta foto está sacada en el Madison Avenue...el corazoncito de New York. ¿Y por qué la saco? Pues, por lo de siempre y un poco más. Lo de siempre: ojalá no nos diera esa vergüenza mostrar así nuestra fe...y otra cosa más.
En un país cristiano no está permitido poner un portal de Belén en la calle, públicamente, pero a los musulmanes se les permite cada viernes bloquear una calle entera, trastornar el tráfico, para rezar. Esto no ocurre sólo en América, también en Europa. Hablan de ser "políticamente correcto". Se han vuelto locos. ¡! ¿No te parece? Lo que está ocurriendo en América se parece a lo de Europa.
Esta es una imagen verdadera que puedes ver en distintos sitios en Nueva York, los viernes. Son tantos los musulmanes que se reúnen, que no caben en las mezquitas, y llenan las calles, de 2 a 4 del mediodía, con sus caras hacia el oriente.
¡Si no despertamos de esta pesadilla "políticamente correcta" nos echarán de nuestros países "correctamente"!Hace pocos años allí se discutía si felicitar las fiestas navideñas con un: "felices fiestas", o con un "feliz navidad". En España tenemos la cuestión de los crucifijos, de mirar con recelo a sacerdotes y mojas vestidos como tal, etc... ya se ve que no hay una misma vara de medir, hay distintas tolerancias para según quién!
jueves, 18 de noviembre de 2010
Perseguidos...y aniquilados.
Los medios nos dan imagenes de entierros de palestinos o de muchos otros seres humanos fallecidos...no sé por qué de estos cristianos no. No quiero entrar en la sospecha de si hay muertos de primera o de segunda, políticamente correctos...sólo quiero haceos partícipes de los fallecidos cristianos que han sido asesinados por su fe.
A veces cuando hablamos de los mártires pensamos en siglos de distancia y en cuadros artísticos impresionantes que poco tienen que ver con lo dramático de la situación.
La vida diaria allá, para un cristiano, es muy dura, se les dificulta el trabajo, viven en guetos, entre enemigos y con muchos obstáculos para celebrar su fe... esta sangre derramada quizás nos haga pensar, primero en las almas de estos dos sacerdotes asesinados de los cuales la prensa calla, y segundo en nuestro coherencia para vivir nuestra fe.
Por último, una oración por los asesinos.
miércoles, 17 de noviembre de 2010
desengrasante
Os he de confesar que estas bromas me encantan, cada vez que las veo me muero de risa...aquí os dejo una que casi acaba en funeral. Así descansáis un poco...¿no?
martes, 16 de noviembre de 2010
Padre Corapi
Este sacerdote es muy popular en los EEUU. No tiene pelos en la lengua, habla lo que otros no se atreven a decir...
En este video explica su conversión, un milagrazo, que como venimos diciendo, es real cuando nos ponemos a tiro con Dios, si nuestra oración es sincera. Si le pedimos de verdad, y le dejemos que entre...¡hombre que si entra! Ocurre lo mismo si le decimos que no le queremos en nuestra vida, se hace a un lado.
Fortalecer el matrimonio
Esta película ha sido un éxito en los EEUU sin mucha publicidad. Aquí ha pasado sin pena ni gloria, pero es fácil de ver y muy, muy educativa...la única pega es que la traducción es en sudamericano y por tanto algunos giros o expresiones quedan algo chuscas. Pero os la recomiendo.
lunes, 15 de noviembre de 2010
Infierno
Es un dato incuestionable de la Biblia. Es nombrado más de 50 veces...¿y no existe? Es cierto que ya no se predica sobre él, pero eso no quiere decir que no exista, tampoco se reconoce a Dios en la sociedad...pero es el único que existe de verdad. A la gente le da miedo, o al menos no le gusta ni predicar sobre él, ni oír hablar de él. Pero la Iglesia, que o se deja arrastrar por miedos o modas dedica todo un mes a que pensemos en los novísimos: noviembre.
Un día seremos nosotros los que estemos "allá" y más vale que pensemos dónde queremos ir...mejor dicho, más vale que actuemos en consecuencia, pues los demonios "saben" muchas cosas, pero no actuaron en consecuencia ( cfr. St 2, 19)
Y, de todas todas, si no existiera, habría que inventarlo pues sería del todo injusto que haya gente que se ha tomado en serio lo de darse a otros, morir como un grano de trigo etc... y otros sólo piensen en sí mismos: su vientre y bragueta, billetero y gloria caiga quien caiga...y Dios les pague con lo mismo. Sería tanto como decir que el evangelio no vale para nada, pues hagas lo que hagas, bien o mal, regular o muy mal tienes siempre el mismo premio... ¡injusto!
Dios paga a cada uno según sus obras (cfr. Rm 2, 5)
Aún lo dicho, es verdad que Jesucristo juzgará a cada uno según su culpabilidad, es decir, teniendo en cuenta su: ignorancia, malicia, debilidad, fragilidad, luces, gracias denegadas previamente etc, etc, etc... será el juicio más justo de todos los que nos hayan hecho.
Pensamiento débil
Estamos en la denominada cultura del pensamiento débil. Que lo que quiere decir en el fondo es: "da igual". Tú puedes pensar lo que te plazca, que yo haré lo consiguiente.
Este argumentario es absolutamente actual, pero me parece absolutamente grave. ¿Por qué? por muchas razones
- nos aísla, nos encierra a cada uno en su mundo
-equipara los conocimientos de un experto con los de un profanos
-entorpece el diálogo
-niega la existencia de lago que nos una: la verdad
-deja al mismo nivel una obra de arte que una piltrafa
-es una gran injusticia...
Muchas veces la gente no se da cuenta (¿o sí, pero lo disimula?) del sacrificio que hay detrás de un modelo de vida en comparación con otro, y se ahorra el agradecer el estilo de vida sacrificada (una madre entregada toda su vida a su familia, frente a una solter@ que se dedica a sí misma su vida) Y dicen:
-¡bueno, si le gusta!
Y esto me parece que hace injusticia grande a muchas vidas. A gente que ha entregado su dinero, tiempo o vida, que ha renunciado a proyectos legítimos por el bien de otros... En el colmo del no querer ver he llegado a oír:
-algo buscarán, nadie da sin esperar algo a cambio.
Esta mentalidad es como igualar la plastilina con... Miguel Ángel
sábado, 13 de noviembre de 2010
Dar muchas gracias a Dios
Nos dicen muchas veces que hemos de dar gracias, y nosotros respondemos con un lacónico: sí, sí. La verdad es que no sabemos lo que tenemos. Una infancia feliz, y una fe que nos sustenta ante tantas desgracias, con la convicción de que Dios está con nosotros! Hay gente que no lo ha tenido así siempre...
Demos gracias a Dios por que nos ha llevado por caminos tranquilos y transitables, y una fe que nos acompaña desde siempre que nos da calor y seguridad.
Demos gracias a Dios por que nos ha llevado por caminos tranquilos y transitables, y una fe que nos acompaña desde siempre que nos da calor y seguridad.
viernes, 12 de noviembre de 2010
Padre Pío
Del Padre Pio se habla muy poco ya que es una figura que es tan...tan sobrenatural, evangélica que quién hable de él se pone en evidencia. Tiene que decir que cree en: apariciones, posesiones, bilocaciones, ciencia infusa, estigmas, fenómenos olorosos, profecías...etc, etc. Por otro lo bueno es que o estamos hablando del siglo ...X?, XI?..sino de hace unos poquitos años. Le hicieron mil tipos de análisis, pruebas, interrogatorios en vida...hubo, ¡hay! un montón de testigos...
Su vida nos mueve a entender que Dios no es como nos lo imaginamos tan a menudo, sino que es sobre-natural, omipotente y sobre todo, quiere que nos convirtamos, que seamos mejores, que le creamos...
Ahora estoy con este último libro investigación sobre su vida... Os dejo algunas de sus frases o consejos:
"Movámonos siempre en la presencia de Dios"
"Es necesario cultivar con solidez estas dos virtudes: la dulzura con el prójimo y la santa humildad con Dios"
"Ponga toda su confianza sólo en Dios"
"Siento cada vez más la imperiosa necesidad de entregarme con más confianza a la misericordia divina y de poner sólo en Dios toda mi esperanza"
"El Calvario es el monte de los santos, pero de allí se pasa a otro monte, que se llama Tabor"
"Tengamos siempre encendida en nuestro corazón la llama de la caridad"
"La oración es el desaogo de nuestro corazón en el de Dios"
"Ora y espera; no te inquietes. La inquietud no conduce a nada. Dios es misericordioso y escuchará tu oración"
"La oración es la mejor arma que tenemos; es la llave que abre el corazón de Dios"
"El mejor consuelo es el que viene de la oración"
"Todas las oraciones son buenas, siempre que vayan acompañadas, por la recta intención y la buena voluntad"
"La verdadera causa por la que no siempre consigues hacer bien tus meditaciones...está en que...te pones a meditar con cierto nerviosismo y con gran ansiedad por encontrar algo que pueda hacer que tu espíritu permanezca contento y consolado; y esto es suficiente para que no encuentres nunca lo que buscas y no fijes tu mente en la verdad que meditas... cuando uno busca con prisas y avidez un objeto perdido, lo tocará con las manos, lo verá cien veces con los ojos, y nunca lo advertirá. Por ello es necesario salir de esta ansiedad"
"Todo mi ser está concentrado y recogido en Dios"
"Quien comienza a amar debe estar dispuesto a sufrir"
"No temas las adversidades, porque colocan al alma a los pies de la cruz y la cruz la coloca a las puertas del cielo, donde encontrará al que es el triunfador de la muerte, que la introducirá en los gozos eternos"
"Yo amo la cruz, la cruz sola"
"Nada puede temer el alma que confía en su Señor"
"Con confianza me lanzo en los brazos de Jesús"
"El corazón de Jesús sea el centro de todas tus inspiraciones"
"Jesús, te quiero muchísimo; es inútil que te lo repita, te quiero mucho"
"Cada santa misa escuchada con atención y devoción produce en nuestra alma efectos maravillosos, abundantes gracias espirituales"
"Vivid en santa alegría"
"Faltar a la caridad es como herir a Dios en la pupila de sus ojos. ¿Hay algo más delicado que la pupila del ojo?"
"Yo no puedo soportar ni la crítica ni el hablar mal de los hermanos"
"La caridad es la reina de las virtudes"
"Amad y poned en práctica la sencillez y la humildad"
"La humildad es verdad, y la verdad es humildad"
"Dios enriquece al alma que se despoja de todo"
"Es necesario amar, amar, amar y nada más"
"Mi corazón es tuyo...Oh Jesús mío; toma, pues, mi corazón, llénalo de tu amor, y después mándame lo que quieras"
"El amor lo olvida todo, lo perdona todo, lo da todo sin reservarse nada"
"Haz el bien, en todas partes, para que todos puedan decir: "Este es un hijo de Cristo"
"Mantén tu espíritu tranquilo y confíate por completo a Jesús"
"La paciencia es tanto más perfecta cuanto menos se mezcla con inquietudes y desasosiegos"
"Oh Jesús, yo te amo....quiero ser todo tuyo"
"Sed siempre buenos"
"Oh muerte, yo no sé quién puede temerte, ya que por ti, la vida se abre para nosotros"
"Se busca a Dios en los libros y se le encuentra en la oración"
"Mientras más nos hacemos pequeñitos por la virtud de la confianza, tanto más se abren el corazón y los brazos de Dios"
"Sé constantemente risueño, en la abnegación y la inmolación y Jesús te sonreirá siempre más"
"Si Jesús se manifiesta a ti, dale gracias. Si se esconde, dale otra vez gracias. Todo aquello es un juego de amor"
"La Cruz nunca aplasta. Si su peso te hace tambalear, su potencia te endereza. Subamos al Calvario llevando nuestra cruz, con la convicción que este camino abrupto nos conduce a la visión de nuestro dulcísimo Salvador"
"El más hermoso acto de fe brota de nuestros labios en la oscuridad, en la inmolación, en el sufrimiento, en el esfuerzo inflexible hacia el bien; él rompe como un rayo las tinieblas de tu alma y te lleva a través de la tempestad hasta el Corazón de tu Dios"
"Preocúpese siempre de la educación de tus hijos, no tanto científica cuanto moral." (Padre Pío de Pietrelcina)
Magisterio magistral!
No os perdáis este video, que si breve es contundente. Así es, lo católico es siempre integrativo, no secciona ni divide sino que suma...y esto en todos los ámbitos. Así pasa en muchos campos: político, al que la Iglesia pide que se añada a la eficiencia, la caridad; en el sexual, donde la Iglesia pide que se añada la dimensión espiritual a la meramente fisiológica... y la Biblia!
¿Cómo leer la Biblia? Sólo desde la fe?...y la ciencia tiene algo que decir? La Biblia hay que leerla como "un" libro, y, como Cristo es Dios hecho hombre, no hay que tener miedo, en la lectura de la Biblia, lo que diga la ciencia, eso sí, complementándolo con su, también, objetivo espiritual.
jueves, 11 de noviembre de 2010
Lectura interesantísima
Os anuncio la inminente puesta a la venta de un libro que no hay que dejar pasar: la última entrevista al Papa teólogo pensador que se publica en libro. ¿Cuándo? Este 24 de noviembre...ya en tu librería más cercana (creo) En él el Papa no ahorra temas y entra a fondo a cuestiones muy, pero que muy actuales.
Os animo a todos a hacer la reserva del libro...yo me pido 2, que luego siempre hay alguien que te lo pide y no te lo devuelveeeee...
miércoles, 10 de noviembre de 2010
formación-información
Cada día que pasa veo más difícil un auténtico debate sobre alguna cosa. Todo son prejuicios, suposiciones, enfados, críticas y suposiciones... Para que pueda existir un fecundo diálogo:
5º- Paciencia al escuchar... y al exponer. No ahorrar el camino, pues aveces trae malentendidos.
4º- No jugar con las palabras, es decir, no cambiarles el sentido... Si uno no quiere llamar al aborto...aborto, sino IVE ha de explicar por qué. Si uno quiere introducir a la palabra familia otras connotaciones ha de explicar por qué, no es de recibo decir que "es moderno"...pues cabría decir por qué ha de imperar lo modernos a cualquier otros criterio (antiguo, tradicional, minoritario, popular, étnico, mitológico etc...), y en caso de que así fuera, concretar quién dice qué es lo moderno...
3º- Es imposible un diálogo si no se cree en la existencia de "una" verdad sobre lo que se discute...es, sin más, intercambio de palabras. Pues las opiniones son siempre respetables, pero no evidentes, como la verdad.
2º-No pasar de lo emotivo-ideológico a lo científico-empírico, o viceversa. Hay que mantener el discurso...
1º-Por último, y para nada el menos importante, hay que leer. Ha habido en la historia cientos de sabios (tampoco muchísimos) que se han interrogado sobre lo mismo que nosotros y algunos han contestado magistralmente. Sé que en la época que nos ha tocado vivir no hay tiempo para leer (lástima) pero al menos es bueno leer algo que os ayude y nos de nociones sobre el tema que queremos saber (los periódicos, cualquiera de ellos, cogerlos con pinzas, eh!). Y, como la gente lee poco, para evitar líos... volvemos arriba.
Información
Como toda crisis, sea de la índole que sea, siempre hay varios factores a explicar. No suele ser un mono-factor, el que explique las circunstancias graves de una crisis, más aún si la crisis es severa.
En este libro, escrito por el biógrafo autorizado de Juan Pablo II, no se ahorra absolutamente nada, para acabar de entender qué ha pasado ...y pasa en la Iglesia, la cual se supone que debería dar luz...y da quebraderos de cabeza.
Es un libro rigurosos, duro (el tema lo es) pero es esperanzador pues su diagnostico, por profundo y veraz, ayudará a rectificar sabiamente. Mientras, nosotros, seguiremos rezando por los curas que están solos, y se sienten solos, para que recuerden sus promesas sacerdotales.
domingo, 7 de noviembre de 2010
Persecución
Creo que hay que estar más que ciego para no querer ver...¿el qué? Pues que parece mentira que, cierto que con fallos y errores, la Iglesia despierte más odio que ninguna otra institución. Así es... Iba a poner un elenco de posibles candidatos a las iras del mundo...¿para qué? Ninguna de las que se pueda nombrar se dedica con tanta realidad y empeño a desarrollar el bien por el mundo...y sin embargo desata las más furibundas persecuciones ¿?
Creo que es algo que no se puede explicar con la sola razón... Debe haber algo más...¡alguien! siniestro que sibilinamente quiere destruir una institución que, como he dicho, aunque con fallos, se dedica mayoritariamente a hacer el bien. ¿Cómo puede explicarse que una obra con tantas iniciativas de bien y justicia sea tan ninguneada, perseguida y criticada...como ninguna?!
Pues a todos nos llegará el momento de dar cuenta de nuestras obras y palabras.
Creo que es algo que no se puede explicar con la sola razón... Debe haber algo más...¡alguien! siniestro que sibilinamente quiere destruir una institución que, como he dicho, aunque con fallos, se dedica mayoritariamente a hacer el bien. ¿Cómo puede explicarse que una obra con tantas iniciativas de bien y justicia sea tan ninguneada, perseguida y criticada...como ninguna?!
Pues a todos nos llegará el momento de dar cuenta de nuestras obras y palabras.
sábado, 6 de noviembre de 2010
Bendecir la mesa a precio de la vida
Todos conocemos la reciente matanza en una iglesia de Bagdad de 56 cristianos, incluidos sacerdotes. Pero lo que pocos conocen es el día a día de esos cristianos en esas tierras!
Me contaban, con ocasión de la fatídica noticia, que la vida ordinaria de un cristiano allí, es durísima... y a la vez, no hay mejor cosa, para nosotros los tibios y omnicomprensivos católicos de occidente, que convivir con ellos durante unos días. La anécdota que me contaban era cómo este amigo, comiendo en un restaurante con unos cristianos del lugar, estos bendijeron la mesa, con entre las duras miradas de los moros...
Y me preguntaba yo si nosotros, que no nos jugamos nada, somos capaces de bendecir la mesa...no ya en una boda, o en el Mcdonals o una comida de trabajo (mal no nos vendría) sino en casa! Ay! ay!...
Agüelo
El otro día, por la calle, me dijo un "agüelo":
-¡qué...cura! ¿no?
Yo, como no sabía por donde iba el hombre (si a buenas o a malas) le dije:
-Se nota, ¿no?
Él me dijo:
-Así me gusta. Sacerdote por encima de todo.
Y es que hacía ¡demasiado! tiempo que no había visto un cura vestido de tal.
Entiendo que no es lo esencial,...pero sé que ayuda: a la gente... ¡y! al cura. Que como se ve, no somos máquinas diseñadas sino que necesitamos ayuda para ser lo que somos. Y es que la referencia a lo trascendental se ha perdido del todo en nuestras ciudades y los curas tenemos la obligación de recordarlo, de palabra y de obra.
viernes, 5 de noviembre de 2010
El País...oing, oing!
No entiendo nada...si vais a la web del periódico el País dice esto:
"La censura cabalga de nuevo. La película 'A serbian film' no se podrá proyectar en San Sebastián por orden de un juez.- Recibe el 'Premio del público' en el certamen por "convertirse en símbolo de la libertad de expresión"
Y el tema es que se censura la película porque hay unas escenas sexuales con un bebé... Es el propio País quien se escandaliza de censurar la película. ¿?¿?¿?¿?¿?
Insisto no entiendo nada.
jueves, 4 de noviembre de 2010
Perversión... tolerada
Me ha comentado una persona amiga que en el colegio de su zona están enseñando a los niños de 13 años a poner preservativos. Me saltan miles de preguntas, ¿por qué se escandalizan de que una niña se quede embarazada?, ¿quién acarrea con la responsabilidad del niño engendrado cuando falle a alguno?... que fallará! ¿Qué hay en esas cabezas que sólo quieren meter sexo...incluso aunque no se demande? Y la que más me admira ¿dónde están sus padres para poner e grito en el cielo?...ah, ya! que están a favor...
Pero si el sexo no es malo...¿por qué no lo pueden hacer un adulto y un menor?...¿no son tabúes? ¿residuos religiosos?, ¿que poco valientes esos progres que no se atreven con esa barrera...puaj!
Pues la Iglesia, como Cristo, estará a favor de valores genuinamente evangélicos...como nos manifestó al canonizar a Maria Goretti, una joven (muy joven) que ya conocía y vivía el valor de la castidad... y la vivió! y ahora está en el cielo pues: Bienaventurados los limpios de corazón, pues ellos verán a Dios!
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Galgos o podencos...moros, hijo, moros.
Es muy conocida la fábula de los dos conejos que por discutir si lo que se acercaban eran galgos o podencos casi terminan trasquilados... Pues eso mismo está pasando a occidente. Mientras discute, y re discute, y reniega y se desdice de sus raíces y cultura...otra cultura crece de modo aceleradísimo: la musulmana, a la cual le importará tres pares de pimientos "nuestras" discusiones...nos barrerán (como es lógico) y se acabó.
La última noticia es que el nombre que más se usa para las nuevas criaturas en el Reino Unido es : Mohamed. Aquí, en España (o no España, o Europa....o lo que sea esto) está entre los más frecuentes, no aún el primero, pero es cosa de tiempo. Mientras podemos seguir pensando si somos, laicos, laicistas, cristianos de base o de la estructura, de centro derecha, democristiano post secular, de si la familia tradicional, la otra o del sursum corda...
martes, 2 de noviembre de 2010
Exorcismo
Aquí os presento el testimonio de un periodista Jose Manuel Vidal, que NO cree en el Demonio, de su estancia en un exorcismo. Insisto que él NO cree en Satanás, precisamente por eso es interesante su testimonio.
-«Hic est dies» (éste es el día), dice el exorcista con el crucifijo en la mano.
-No, responde una voz ronca de hombre que sale de la garganta de la posesa, una preciosa chica de 20 años.
-«Exi nunc, Zabulon», (sal ahora, Zabulón), repite el sacerdote.
-No.
-¿Por qué no quieres salir?
-Para servir de testimonio.
-¿De testimonio de qué?
-De que Satanás existe.
Se corta la tensión en el ambiente penumbroso de la capilla. Satán luchando contra Dios. Una batalla a la que asisto atónito y en primera fila por primera vez en mi vida. «Esta debe de ser la razón por la que me invitó a presenciar el exorcismo. El diablo quiere publicidad», pienso en medio del shock. Mi mente gira a toda velocidad. Estamos en el clímax de un ritual que, hasta ahora, no encajaba en mis esquemas. Y eso que en el seminario los curas siguieron alimentando mi miedo infantil al Maligno, siempre dispuesto a tomar posesión de un alma. Después del Concilio Vaticano II, el dogma de la existencia del diablo pasó a ser una «parte vergonzosa de la doctrina» y, como tantos otros católicos, también yo prescindí de ella.
El exorcista, José Antonio Fortea, párroco de Nuestra Señora de Zulema, está exhausto. Y eso que sólo tiene 33 años. Pero lleva ya más de una hora luchando, crucifijo en ristre, contra Satanás. Marta (nombre ficticio de la posesa), en cambio, se encuentra tan fresca como al principio y no deja de rugir, bufar, revolverse y agitar su cuerpo como un resorte. Con una fuerza inusitada para una chica de 20 años, más bien menudita y de rasgos dulces. Son las 12,30 de la mañana de un día cualquiera y llevo hora y media presenciando un exorcismo.
Un par de días antes, recibí en mi móvil una llamada especial. Especial no por ser de un cura (recibo muchas), sino por ser de un exorcista católico (hay un par de ellos en España) que suelen mantenerse muy alejados de los periodistas. Quiere invitarme a presenciar un exorcismo. Me quedé de piedra. Asistir a un exorcismo oficiado por un sacerdote autorizado por el Vaticano es un auténtico caramelo para alguien especializado en información religiosa. Hasta ese momento y a pesar de llevar más de 20 años en la profesión, lo único que había conseguido fue entrevistar al exorcista oficial de Roma, el padre Gabriel Amorth. Ya entonces, al dedicarme su libro había escrito: «A José Manuel, con mi gratitud y con la advertencia de no tener jamás miedo del diablo».
Confieso que por miedo decidí devolverle la llamada al padre Fortea y pedirle que dejase venir conmigo a un compañero de la agencia EFE, también especialista en información religiosa. Aceptó. Nerviosos, el día señalado nos desplazamos en coche hasta la diócesis de Alcalá. Era un día radiante. Llegamos a la parroquia con mucha antelación. Cuestión de prepararse psicológicamente. Por el camino, bromitas y nervios. El exorcista nos había citado en su parroquia, una iglesia moderna, de ladrillo rojo, situada entre pinos. El interior, sencillo y limpio. Con un retablo y una gran cruz en medio. En un lateral, la pila del agua bendita con una inscripción: «El agua bendita aleja la tentación del demonio».
A las 10,30, el exorcista sale del templo y viene a nuestro encuentro. Es alto y delgado. Lleva gafas y una barbita bien recortada. Su aspecto impone. Quizá, por relacionarlo con su profesión de echador de demonios. Embutido en una sotana de un negro inmaculado, su tez blanquecina y su frente despoblada todavía resaltan más. Nos invita a dar un paseo para ponernos en antecedentes del caso.
SIETE DEMONIOS
«No soy ningún showman ni quiero publicidad. Si estáis aquí es porque os necesito para liberar a la chica. Tendréis que ser muy prudentes. No podréis dar pista alguna que permita la identificación ni de la muchacha ni de su madre. Preferiría que tampoco me nombraseis a mí, pero acepto ese sacrificio en aras de una mayor credibilidad. Pero sólo Dios sabe lo que me cuesta y los problemas que me puede acarrear. Y no tengáis miedo. A vosotros no os pasará nada». Insiste en la seriedad del tema. Asegura que en el Antiguo Testamento aparece 18 veces la palabra Satán. Y en el Nuevo Testamento, 35 veces la palabra diablo y 21 la palabra demonio. El propio Jesús hizo muchos exorcismos o lo que los Evangelios llaman «expulsar demonios». Fortea recuerda también que Juan Pablo II ha realizado al menos tres exorcismos reconocidos y advierte que la creencia en el diablo constituye uno de los pocos rasgos comunes a la práctica totalidad de las religiones. «Es el punto ecuménico por excelencia». Aprovecha para hacer un pequeño repaso por las distintas religiones y épocas históricas y las diversas teorías. Sigo mostrándome incrédulo. Me da la sensación de que trata de condicionarnos buscando justificaciones en la Historia.
Para hacerlo aterrizar en lo concreto, le preguntamos detalles del caso. Nos cuenta que se trata de un chica poseída por siete demonios. Que ya expulsó a seis, pero que el último se resiste. «Se llama Zabulón, es un diablo casi mudo pero muy inteligente. Su nombre ya sale en la Biblia. Siempre queda el jefe para el final. Llevo ya 16 sesiones y todavía no he conseguido expulsarlo, cuando en los casos más normales, basta con dos o tres». No quiere dar más detalles de la endemoniada. Sólo dice que vendrá acompañada por su madre, «que es una santa», y que la posesión se debió a un hechizo que le hizo una compañera de instituto, a los 16 años. «En una de las primeras sesiones le pregunté cómo había entrado y me respondió un nombre que yo no conocía. Su madre me dijo que era una compañera de clase, que había invocado a Satán para hacer un hechizo de muerte contra ella. Y de hecho, primero estuvo gravísima y a punto de morir. Una vez que sanó, comenzaron los fenómenos raros».
Desde entonces, su madre empieza a detectar cosas raras en su hija: muebles que se mueven, objetos que se rompen y, sobre todo, una inquina especial hacia los objetos religiosos, cuando era de misa dominical. Hasta que un día, de noche, oye ruidos extraños, se levanta y, cuando abre la puerta de la habitación de su hija, la ve sobre la cama, levitando.
Como no quiere perder a su única hija, comienza a buscar remedios. Habla con el párroco, que la remite a dos famosos psiquiatras. Pero ambos diagnostican que la chica es absolutamente normal. Ninguna explicación científica para los constantes dolores de cabeza que torturan a su hija. Y entonces, María (nombre ficticio de la madre), a sus 60 años, se lanza a la búsqueda de un exorcista. Recorre casi todas las diócesis españolas. Ningún obispo quiere saber nada de su caso. Está ya dispuesta a trasladarse con ella a Italia a ver al padre Amorth, cuando le hablan de un exorcista español que acaba de salir en la tele porque ha publicado un libro, Demoniacum, sobre los exorcismos.
En ese instante vemos llegar un taxi. «Son ellas», dice Fortea. María, la madre, es pequeña, delgada. Su mirada es todo dolor: «Creo en Dios y sé que, tarde o temprano, liberará a mi hija de las garras de Zabulón. Llevo cinco años de calvario. No lo sabe nadie de mi familia. Ni mis hermanos», confiesa. María es viuda y, cada vez que se desplaza desde su casa a la cita con el exorcista (prácticamente, una sesión por semana), tiene que inventarse alguna excusa. «No lo entenderían y no quiero que mi hija quede marcada para siempre».
EL RITUAL
A su lado, Marta sonríe tímidamente. Pequeña, de grandes ojos negros, un poco tristes, tiene la cara picada de una mala adolescencia. Pelo negro, recogido en una coleta. Los labios gruesos y sin pintar, aunque contraídos en una mueca casi de dolor. Lleva unos vaqueros, un niqui azul cielo de manga corta y cuello alto y unos zapatos negros. Es guapa. Sus ojos llaman la atención, pero más que timidez desprenden miedo, mucho miedo. Me parece una chica de lo más normal que, nos cuenta, estudia Matemáticas en la Universidad. «Es imposible que esté poseída», pienso para mis adentros.
El padre Fortea abre la capilla, en los bajos de su parroquia donde dice misa a diario, y vuelve a cerrar con llave por dentro. Es pequeña, acogedora. Dentro, penumbra y silencio absoluto. Fuera, un sol radiante. El exorcista pide ayuda para transportar una colchoneta forrada de plástico verde, grande y pesada, para colocarla al pie del altar. La capilla, rectangular, tendrá unos 25 metros cuadrados. Sin ventanas. En el centro, un altar enorme. Encima un mantel blanco y seis velas encendidas, amén de una gran Cruz de Trinidad, apenas iluminada por la luz mortecina de un halógeno. Al fondo, la imagen de un Pantocrátor iluminado y el Santísimo. En un lateral, una imagen de la Virgen con el Niño en brazos.
Nada más entrar en la capilla, madre e hija se preparan para el rito. Marta se pone unos calcetines blancos, mientras su madre saca del bolso un rosario, un crucifijo de unos 15 centímetros y una postal de la Virgen de Fátima, y los coloca al lado de la colchoneta. Trato de registrar el más mínimo detalle en mi mente. Sigo pensando que asisto a un montaje. Marta se recuesta en la colchoneta boca arriba, mirando a la cruz. María se arrodilla a su lado, una postura que no abandonará durante las siguientes dos horas y media. El padre Fortea reza un rato de rodillas, se quita la sotana, bebe agua y se sitúa sobre el extremo de la colchoneta más alejado del altar.
Presiento que el rito va a comenzar. Me siento, expectante, en el banco. El exorcista extiende su mano derecha y la impone sobre el rostro de la joven, sin tocarla. Luego, cierra los ojos, agacha la cabeza y susurra varias veces una plegaria ininteligible. Un alarido desgarrador, el primero, rompe el silencio de la capilla, penetra en mi alma y me pone la carne de gallina. No es humano. Es un chillido sobrecogedor y profundo el que sale de la garganta de Marta. Pero no puede ser ella. No es su tono de voz. Es ronco y masculino. El padre Fortea sigue rezando y los rugidos se suceden. Poco a poco, el cuerpo de la joven se estremece vivamente. Su cabeza se mueve de un lado a otro con lentitud al principio, con inusitada rapidez después.
«SAL, ZABULON»
Ante la salmodia del exorcista, la joven gime y se retuerce sin parar. Al instante, el gemido se convierte en rugido desgarrador, altísimo, furioso. El exorcista acaba de colocar el crucifijo sobre su vientre y entre sus pechos, mientras la rocía con agua bendita. Patalea con tanta furia que el crucifijo se cae y la madre lo recoge una y otra vez y se lo vuelve a colocar de nuevo, mientras le acerca el rosario que Marta arroja a lo lejos, con furia. Parece tranquilizarse un poco pero, inmediatamente, vuelve a rugir. No hay un momento de respiro. El padre Fortea acaba de invocar a san Jorge y, al oírlo, la joven grita, bufa, pone los ojos totalmente en blanco, arquea el cuerpo y se levanta toda entera un palmo de la colchoneta. No doy crédito.
-Besa el crucifijo, dice el exorcista.
-No.
-Jesús es Rey.
-Assididididaj.
-Secuaz de Satanás, estás en tinieblas.
-Assididididaj
-Estás haciendo mucho bien. Por tu culpa, mucha gente va a creer en Dios.
-No.
-Sal, Zabulón, te lo ordeno en nombre de Cristo. Te espera la condenación eterna. No hay salvación para ti.
Mientras el padre Fortea sigue conminando a Zabulón, las manos de la joven se han ido transformando. Son como garras. El exorcista arrecia sus plegarias y sus exhortaciones: «Hoy es el día. Sal, Zabulón. Sal de esta criatura en nombre de Dios». La joven se desata en temblores. Los gritos se elevan hasta el espanto. Y con voz ronca dice: «Asesinos». Es entonces cuando el padre Fortea le pregunta por qué no sale y Zabulón le contesta: «Para que la gente crea en Satanás».
Agotado, tras hora y media de lucha, el exorcista se levanta y sale de la capilla. Esto no puede ser una impostura ni un montaje. Hay que tener muchas agallas para dedicarse a esto. Y menos mal que los casos de posesión, según cuenta después el padre Fortea, son muy pocos. Él lleva cinco años ejerciendo y sólo ha tenido cuatro en España. Pero, mientras preparaba su tesis, asistió a otros 13 exorcismos. Se nota que tiene práctica: manda, templa, insiste y, con voz suave pero enérgica, tortura al diablo sin piedad. Con lo que más le duele. Siempre en nombre de Dios. No parece tener miedo alguno. Y eso que ya sabe lo que es ser atacado por Satanás. Una vez, en un exorcismo, dice que el diablo le hizo sentir la misma sensación y el mismo dolor que el que lleva un puñal clavado en el brazo.
Fortea sale de la capilla y mi corazón se acelera, pensando qué puede ocurrir ahora sin la presencia tranquilizadora del exorcista. Pero no pasa nada. O sí. María, la madre, coge las riendas del rito y comienza a repetir las mismas o parecidas frases del exorcista. Con calma, pero con decisión, parece no dirigirse a su hija, sino al Maligno que la posee:
-En nombre de Cristo te ordeno que salir.
-No.
-Abre los ojos y mira a la Virgen, le increpa mientras pone a su vista una postal de la Virgen de Fátima. Pero, por toda respuesta, obtiene un bufido. Entonces coge el crucifijo.
-Es tu Creador, ¿lo ves?
-Sí, dice la voz de ultratumba acompañada de rugidos y bufidos constantes.
-Míralo, Zabulón, no te resistas. Sabes que es tu día y tu hora. Ha llegado tu día y tu hora.
-Noooo...
-¿Por qué te resistes?
-Estoy harto. Ya te lo dije muchas veces.
-Di a esos señores por qué no te vas.
-Uhhhh.
-Díselo claramente.
-No quiero.
-Díselo en nombre de Cristo
-Para que crean en Satanás.
-San Jorge, ven. San Jorge, ven. Ven, san Jorge. Sal de ella san Jorge.
La posesa se detiene un segundo, sonríe y dice, con sorna:
-Sal, san Jorge...
Coge al vuelo el error de la improvisada exorcista y lo mismo hará, un rato después, con una pequeña equivocación del padre Fortea. Pero María no se da por vencida. Es una auténtica Dolorosa al pie de la cruz de su hija poseída. Me da tanta pena que también yo me arrodillo y, entre lágrimas, suplico a Dios (por lo bajo, no me atrevo a intervenir más directamente) que, por lo que más quiera, libere a Marta. Mi compañero hace lo mismo. Hacía tiempo que no rezaba con tanto fervor.
Entonces entra de nuevo el exorcista, coge una cajita con hostias consagradas del sagrario y se coloca delante de la joven:
-Mira al Rey de Reyes y arrodíllate ante Él.
-No.
-Siervo desobediente y rebelde, arrodíllate, repite el padre Fortea, mientras exhibe la hostia consagrada.
-Asesino, déjame.
-San Jorge, haz que se arrodille.
Y como un resorte, ante la mención de san Jorge, la posesa se arrodilla y el padre Fortea le hace abrir la boca para que reciba la sagrada comunión. Y continúa torturando al diablo que anida en Marta. Tras darle la comunión, coge una Biblia y recita el Apocalipsis: «Entonces el diablo fue arrojado a la lengua de fuego y azufre... allí será atormentado día y noche por lo siglos de los siglos». Y hace repetir al diablo frase por frase.
-Repite: Cuánto más me hubiera valido seguir a la luz.
-Cuánto-más-me-hubiera-valido-seguir-a-la-luz, repite a regañadientes y arrastrando cada palabra.
Y así durante un buen rato. El exorcista parece un maestro que enseña a un niño rebelde, que repite a la fuerza, entre bufidos y alaridos, frases como éstas: «Señor, tú eres Rey. Yo soy tu criatura. Nada escapa a tu poder. Eres el Alfa y Omega...»
-Ya no más. Me estoy cansando, gruñe.
Pero el padre Fortea arrecia en su acoso, coge un banquito y se sienta ante la posesa con un crucifijo en la mano. «Hic est dies», repite con fuerza. Por un momento, creo que lo va a conseguir.
-Cuanto más tardes en salir, más gente creerá en Dios. Eres un predicador de Dios. Acércate, siéntate y besa a Cristo crucificado. Dale un beso de respeto y homenaje.
Como zombi, Marta se sienta y se acerca a la cruz. Tiene los ojos en blanco y echa espumarajos por la boca, pero besa el crucifijo. Entonces Fortea la coge suavemente por un brazo, le hace levantar y la obliga a recorrer la capilla y besar a la Virgen y al Sagrario.
-Aquí está Dios. Repite siete veces: Iesus, lux mundi. La posesa repite, pero al terminar le lanza una mirada como de fuego y le dice:
-Asesino, déjame, no puedo más. Pero el exorcista continúa un buen rato.
Ha pasado otra hora. Fortea se toma un respiro. «Ahora usted», le dice a la madre. Y sale de la capilla. Y María se inclina sobre su hija y comienza a increpar a Zabulón:
-Tienes que dejar esta criatura. Por la sangre de Cristo, déjala ya. Sus ángeles están con ella. Vienen los tres arcángeles. La Virgen te va a aplastar la cabeza...
Zabulón sigue bufando y retorciéndose, pero no parece que esté dispuesto a irse. Al rato entra de nuevo el padre Fortea:
-¿No temes la sentencia de Dios?
-Sé cual es, grita desgarrada.
SOLOS CON LA ENDEMONIADA
El padre Fortea mira a la madre: «No se va a ir. Dejémoslo por hoy». Se levanta y se va. Los gritos se detienen en seco. Noto cierta decepción en el rostro de María. Me da la sensación de que esperaba que fuese hoy. Ha pasado casi tres horas de rodillas, pero en su cara no hay signos de cansancio, sólo de cierta desilusión. Recoge con paciencia la estampa de la Virgen y el crucifijo y sale de la capilla. Mi compañero y yo nos quedamos solos con la endemoniada. Unos segundos que se hacen eternos. Nos hemos quedado pegados al banco, sin respiración. De pronto, se vuelve hacia nosotros, abre los ojos (que ha mantenido en blanco durante tres horas) y nos lanza una mirada que no olvidaré mientras viva. Sus ojos son de otro mundo. Nunca vi algo así en mi vida. Al instante, la mirada vuelve a ser la de Marta, que nos sonríe, se levanta con tranquilidad, se sienta en el banco y se quita los calcetines blancos que dobla con sumo cuidado. Noto que apenas suda, a pesar de las tres horas de ejercicio continuo. Se pone los pendientes y nos vuelve a sonreír.
-¿Cómo éstas?
-Cansada
-¿Sabes lo que ha ocurrido?
-No, no recuerdo. Y mientras nos habla, coge la estampa y el crucifijo, a los que hace un rato tanto odiaba, y los besa con cariño.
-¿Te duele la garganta?
-No.
Y su voz es tan suave como cuando llegó. Nadie diría que por esa misma garganta salieron aullidos durante tres horas.
-¿Sabes por qué estás aquí?
-Sí, eso lo sé. Sé que tengo...
No termina la frase. Respetamos su silencio. Salimos y nos sentamos en un salón contiguo los cinco. Marta está tranquila. Vuelve a ser la chiquilla tímida de antes. «Todas las noches», nos cuenta María, «antes de acostarme cojo el crucifijo, del que nunca me separo, y bendigo mi habitación: «En nombre de Dios, malos espíritus salid de esta habitación. Y ella, antes de acostarse, siempre me pregunta: "¿Mamá, has bendecido la habitación?"» Pero aún así pasa miedo. Como cuando las manos de su hija se convirtieron en garras al tocar la cruz o cuando la persigue con los dedos abiertos, en forma de cuernos, para clavárselos en los ojos.«Siempre amenazas que, afortunadamente, nunca cumple».
Y antes de despedirse, repite una súplica: «Que se conciencien la gente y los obispos. Que haya muchos más exorcistas». Abraza a su hija, se suben las dos al coche del padre Fortea y se van. Marta se vuelve y nos mira. Sus ojos son el grito de angustia del esclavo encadenado. El padre Fortea queda en llamarme cuando se produzca la liberación definitiva.
Rezo por Marta y por su madre. Lo que vi no es un montaje.
ASI ES ZABULON
«No habla demasiado, pero es muy inteligente». Así describe el padre Fortea a Zabulón, el enemigo contra el que viene luchando desde hace siete meses. Al principio, el padre Fortea pensó simplemente que así se llamaba el décimo hijo de Jacob y Lía, su mujer. Después, investigando un poco más, cayó en la cuenta de que se las estaba viendo con uno de los demonios más poderosos del infierno.
Ha aparecido sólo tres veces en la Historia. La primera, en Ludón (Francia), en el siglo XVI. Casi todas las monjas de un convento quedaron poseídas por multitud de diablos, que las atormentaban sin pausa. El jefe era Zabulón. La segunda fue en los años 50, en un caso de exorcismo realizado por el padre Cándido, el exorcista italiano maestro del padre Amorth. Y ahora, ha vuelto a aparecer.
© elmundo.es
La Iglesia y los medios
Que el Papa se reúna en la plaza de San Pedro con cien mil jóvenes "under 18" y mantenga un diálogo con ellos –con preguntas y respuestas- no se convierte en noticia (pocos medios lo han publicado). Sin embargo, que sesenta personas se agrupen en las cercanías del Vaticano para protestar por cómo la Iglesia ha tratado el tema de los abusos, es una noticia que aparece hoy practicamente en todos los medios. Personalmente, pienso que son noticia las dos cosas.
Me centro aquí en la segunda porque hay algo en la reunión de víctimas y familiares que me ha sorprendido. Me refiero al número de asistentes: según algunas agencias, unas sesenta personas; según otros, unos cien o ciento cincuenta como mucho. Recuerdo que hace unos meses, cuando se anunció esta iniciativa, se dijo que “el objetivo era reunir 50.000 personas en la plaza de San Pedro”.
Pienso que si ese objetivo no se ha conseguido no se debe a errores organizativos, sino al hecho de que entre la gente existe la percepción de que el Papa se ha tomado muy en serio este problema. Me parece que las asociaciones de víctimas han tenido y tienen una función importante en la lucha contra este problema. Pero algunas corren el riesgo de convertirse en simples activistas que pueden acaban instrumentalizándolo para otros fines.
Me centro aquí en la segunda porque hay algo en la reunión de víctimas y familiares que me ha sorprendido. Me refiero al número de asistentes: según algunas agencias, unas sesenta personas; según otros, unos cien o ciento cincuenta como mucho. Recuerdo que hace unos meses, cuando se anunció esta iniciativa, se dijo que “el objetivo era reunir 50.000 personas en la plaza de San Pedro”.
Pienso que si ese objetivo no se ha conseguido no se debe a errores organizativos, sino al hecho de que entre la gente existe la percepción de que el Papa se ha tomado muy en serio este problema. Me parece que las asociaciones de víctimas han tenido y tienen una función importante en la lucha contra este problema. Pero algunas corren el riesgo de convertirse en simples activistas que pueden acaban instrumentalizándolo para otros fines.
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