Podríamos definir la ideología como un sistema de pensamiento refractario a la realidad. De tal modo que se impone, aunque la realidad diga justamente lo opuesto.
Estamos en el miércoles de ceniza, y se vuelven a escuchar los mismos clichés de siempre. ¡No comer carne, qué tontería! ¡Pues yo ya he pasado mucha hambre!¡Dios no quiere que pasemos hambre!¡No hay que ser legalistas, sino ajustarse al espíritu de la Ley!¡Hemos de convertirnos en nuestras actitudes, comer carne o no, es indiferente, lo importante es nuestra disposición! bla, bla, bla... Para esto citan, entre otros, el A.T:
Joel 2, 13: "Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos; volved ahora al SEÑOR vuestro Dios, porque El es compasivo y clemente"
Salmo 39: "Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides sacrificio expiatorio..."
No quiero ser muy exhaustivo, pero hay que decir:
1º- La exégesis católica es que el Antiguo Testamento se interpreta a la luz del Nuevo Testamento, nunca al contrario. Y por eso vemos que:
A- Cristo no deroga la ley del ayuno, sino que la vive...durante cuarenta días
B- Afirma, explícitamente, que: "días llegarán donde (los discípulos) ayunaran". Cfr. (Mc 2, 20)
2º- En otro orden de cosas, s Juan afirma que el Verbo se hizo carne. Recurrir constantemente a las intenciones, a las actitudes etc... sin que intervenga el cuerpo, es un dualismo, un espiritualismo, un error grande pues el hombre responde de todas sus obras con su cuerpo Y su alma, que son una unidad indivisible. El que sujeta su cuerpo con ayunos beneficia al alma...que no es algo añadido al cuerpo, sino que es del cuerpo, en él habita y vivifica.
Cristo no sólo nos dijo que nos amaba, ni nos dijo quedan perdonados vuestros pecados, sino que sus obras es decir, su cuerpo, participó y manifestó esta intención: ayunó, madrugó para rezar, ofreció si vida para el perdón de os mismos “El Hijo del Hombre ha venido para (...) dar su vida en rescate por muchos.” (Mt 20:28).
Nuestro cuerpo ha de participar, también, del plan salvador de Cristo...
Así que nada, sin miedo a la penitencia: mínimo (no máximo) no comer carne hoy y los viernes...y pasar hambre... y luego todo lo que cada uno quiera, y le deje su confesor.
Si dices que eres budista y que ayunas todo el mundo te respeta y hasta te mira con admiración. Si dices que eres musulman y ayunas todo el mundo te respeta. Si eres vegetariano-naturalista etc y ayunas todo el mundo te tiene consideración. Pero si dices que eres católico y que ayunas....!horror!. Eres un extremista, un ultra-católico, un fanático vaticanista, un intolerante y un puritano. Diferentes varas de medir y siempre encontra de los mismos.
ResponderEliminarD. Iñigo, en su listado de excusas y quejas contra la abstinencia se le olvida una mediante la cual quienes no lo practican pretenden ridiculizarnos; "Yo no como pollo ni mortadela los viernes porque prefiero el besugo y el marisco", ¿a que le suena?. La verdad es que es un poco cansino tener que justificarse y casi pedir perdón cuando los viernes de cuaresma rechazas la carne, por eso yo he decidido "pasar de la gente" y cumplir con lo que mi conciencia y mi fe me piden.
Un abrazo.
¿Por que hay que justificarse y casi pedir perdon?
ResponderEliminarYo no voy diciendo por ahi si ayuno,o si no.
Es mi cuaresma ,mi tiempo de oracion,mi conversion,solo con Dios.
Y pasar del projimo no es un buen comienzo de cuaresma.
Rogemos todos juntos al Señor,para que nos despoje de nuestras soverbias y que nuestro camino hacia la Pascua de Resurreccion sea desde la humildad mas profunda.
Feliz Cuaresma a todos.
Parece que tengo que explicarlo más claro. Evidentemente no me refiero a que haya que ir haciendo alarde de penitente o ayunador, (el evangelio es claro de cómo hay que practicarlo; sin alardes y en lo secreto) pero cuando estás con gente y tienes que ir a comer o cenar, por ej, un viernes de cuaresma, y hay personas que ya conocen tus creencias, cuando te ven que no pides carnes ya se imaginan el porqué y, aveces, empiezan con su particular acoso. A eso me refería. Entonces "pasar" -para mi- no significa despreciarles ni hacerles de menos sino ser fiel a uno mismo, no dejarse llevar por pudores humanos y mantenerse en las convicciones propias. Eso no es soberbia ni falta de humildad sino reafirmación de nuestras creencias y no está reñido con la caridad y el amor fraterno. Hay veces que estamos demasiado pendientes de la gente y de lo que opina de nosotros y "pasar de ello" nos puede ayudar a encontrarnos con nosotros mismos y con Dios y en Dios y desde Dios con todos nuestros hermanos.
ResponderEliminarSlomo,un consejillo,en esta cuaresma proponte estar pendiente de la gente para ayudarla,unica y exclusivamente para ayudar.
ResponderEliminarAh,y a lo mejor seria bueno que seleccionaras mejor a los tertulianos con los que sales a cenar o a comer,mas que nada para evitar esos malos rollos que cuentas.
Te lo digo desde el aprecio,:D
Salu2
Ya lo sé Pelegrin y gracias por tu buen consejo, pero el trabajo y la vida misma te impone situaciones, "comensales" y compañeros que no puedes elegir. A veces, he de reconocerte que cuando estás con tus jefes y estos presumen de su laicismo, se burlan de la Iglesia, de los curas etc, te sientes como vendido y da mucho apuro "dar la nota" y renunciar, por ejemplo, a un plato de jamón solamente porque sea viernes de cuaresma. Por eso me refería a lo de "pasar", porque en este ambiente tan contrario a lo católico a los que no somos héroes ni mártires nos cuesta mucho mantener nuestas prácticas religiosas cuando son objeto de burla o de incomprensión. Afortunadamente mis amigos me conocen y respetan pero frente a "mis superiores" !!!qué difícil se me hace vencer los pudores humanos!!!. Un abrazo muy fuerte Pelegrín y que en esta Cuaresma tengamos todos un "encuentro" personal con nuestro Salvador. Que la Virgen María nos acompañe y aliente cuando las debilidades hagan mella.
ResponderEliminarEsto es lo que se dice un buen comienzo de Cuaresma,animo y gracias.
ResponderEliminar