lunes, 14 de marzo de 2011

Tentaciones


Las lecturas del domingo nos recordaron las tentaciones que sufrió el Señor. Es un texto que mucha gente...cristianos quiero decir, seguro que no lo entienden con la profundidad que posee ¿por qué digo tal cosa? Principalmente por 2 cosas:

1º En la cultura moderna no existe el mal objetivo. No hay mal frente al bien, sólo ciertos fallos que podríamos llamar: imprecisiones. Pero mal, lo que se dice mal, no existe. Por tanto ¿cuál es el misterio de que Dios (bondad infinita, sumo bien) se enfrente ante algo que "no" sería el mal (es decir, lo más opuesto a Él).

2º Otro aspecto, de capital importancia, es que entre nuestros cristianos hay muchos que no terminan de confesar a Jesucristo como Dios verdadero. Es un personaje estupendo, gran profeta.. o lo que se quiera, pero no Dios mismo, (un ejemplo es el propagadísimo libro de Pagola que sobre Jesus tiene esta acusadísima concepción)
La conclusión es la misma que en el punto primero. Si Jesucristo no es Dios, no tiene nada fuera de lo común que se deje tentar, es más, es lo más normal. Ahora bien, si Jesucristo es Verdad absoluta, ¿cómo se puede explicar que entre en contacto con la mentira (que eso es la tentación)?

2 comentarios:

  1. El domingo pasado el obispo de Bilbao, D. Mario, conforme a las lecturas que tocaban explicó en su homilía el sentido y significación de las tentaciones mesiánicas a las que fue sometido Jesucristo y de la tentación de la serpiente a Adán que relata el antiguo testamento. Fué una gozada escucharle. Una auténtica catequésiques, sin complicadas retóricas, apta para todos. Nos dió infinidad de "luces" y nos metió en las lecturas y en el evangelio hasta el fondo para hacernos disfrutar y alimentarnos de toda la riqueza que tiene. Lo dicho, una gozada.!!

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  2. El hombre, en su afan de no enfrentarse a la realidad, es capaz de distorsionar hasta el extremo todo cuanto le afecta, para acomodarlo a su vida y no modificar ésta para nada. Así, es capaz de negar la divinidad de Jesús o cualquier otra VERDAD, como la existencia del mal.
    Jesús nos dejó meridianamente claro que ésa existencia es real y que Dios le permite actuar dentro de unos límites. Lo describió como "príncipe de la mentira", así que debemos estar preparados y vigilantes porque utilizará cualquier estrategia para llevarnos por su "acomodado" camino de perdición. Ocurre que no nos gusta pensar en estas cosas, nos incomoda, pero, ¿cuándo ha mentido Jesús?
    Es urgente, para la vida de cada uno, que escuchemos el mensaje de Jesús y no aceptemos las distorsiones o esas "acomodaciones" que se nos sugieren para no "alterarnos", para que no anide en nosotros el concepto de pecado, de alejamiento de la voluntad de Dios.
    Jesús no utilizó ninguna clase de estrategia, Jesús hablaba directo al corazón, no a la mente. Por ello padeció hasta el extremo, ¿no está claro? Dios sufrió ¡hasta la muerte humana! por tí y por mí.
    Dios, no utiliza circunloquios ni estrategias, para que tengas claro que ¡TE AMA!, se deja clavar en la Cruz.
    Simplemente, te ama con locura pero te avisa de que el mal existe y tratará de alejarte de Él.
    ¡Incluso a Él mismo le tentó!
    Lo que está en juego es demasiado valioso.
    Que nos quede claro.

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