Y si hubiera....

Cuántas veces usamos el "y si"... no hubiera ... ¿Verdad? Muchas veces pensamos que, en fin, todo podría haber sido de otra manera (generalmente lo pensamos en momentos malos). Una especie de masoquismo espiritual. No debí... casarme; cogido el coche; cambiado de trabajo; vagueado tanto; enfadarme y decir aquello... etc, etc, etc...

Con esto no quiero canonizar el pecado, ni negar nuestra libertad... pero dicho esto hay que volver la atención al presente!!! que es donde se encuentra Dios. Dios es acto puro, presencia, presente. Dios nunca fue, ni será...ES! En Génesis 3, 14, le responde a Moisés que "él es el que ¡es!" Dios está ahora con nosotros. ¿Por qué empeñarse con esos pensamientos, a encerrarnos a la gracia de Dios que se nos da? Así lo digo, en presente.

Dios lo conoce todo, incluso nuestros pecados futuros...y en su admirable misericordia, no se condiciona por ellos. Hoy actúa Dios en nosotros, hoy, ahora es momento de gracia: de abrirse a Dios. ¿Por qué esterilizarse con quejas sobre el pasado (que pasó) o sobre temores futuros (que quizás no lleguen...y que, de todas todas, él estará con nosotros).

El mejor modo de hacer ineficaz la gracia de Dios es pensar así: "y si hubiera..."